Me encontraba sentada sobre la cama con las piernas cruzada mientras me abrazaba a mí misma meditando lo que había ocurrido cuando alguien tocó a mi puerta. No había podido conciliar el sueño después de lo que había pasado, si dormí un total de tres horas fue mucho y poco placentero.
Me levante y caminé hasta la puerta para abrir, mis ojos se abrieron ql ver que se trata de James justo la persona que necesitaba, así que corrí rápidamente a abrazarle, no sé si fue porque aún estaba nerviosa o solo porque extrañaba verle.
-¿donde diablos estabas? -.
Cuestione una vez que me aleje de el.
-¿no me invitaras a pasar? -.
Señaló el interior del departamento y le cedí espacio para que entrara y así poder cerrar la puerta.
-¿y bien? -.
Me crucé de brazos esperando una respuesta por que claro, que me responda es más importante que buscar su apoyo.
-tomando un respiro -.
Puse los ojos en blanco y negué para sentarme sobre el mueble más cercano, cada vez que se enoja conmigo y desaparece, al volver solo dice que tomaba un respiro y esta vez no podía ser la excepción.
-sabes que no me gusta pelear contigo -.
-sin embargo desapareces toda una semana cuando lo haces -.
Le interrumpí hechando mi cabeza hacia atrás.
-si Katherine lo sé, al menos volví antes esta vez -.
Levante la cabeza encontrando su mirada sobre la mía, tenía una ceja levantada mientras me brindaba una media sonrisa a la cual no pude evitar corresponder.
-quisiera que no te alejaras tanto -.
No sé porque dije eso, solo sé que saltó de mi boca como un secreto el cual no podía ocultar más. James por otra parte sonrío con una victoria ceñida en sus labios, caminó hasta mí tomando una de mis manos plantando en ella un pequeño beso.
-sus deseos son ordenes -.
Luego volvió a sonreír y no pude evitar lanzarme sobre sus labios para devorarlos, realmente lo extraño cuando no está y cuando vuelve por supuesto que deseo hacerlo, casi que olvido por completo que fui atacada la noche anterior cuando sus labios no perdieron tiempo en tomar el mando y nuestros cuerpos hablaban por sí solos mientras el calor subía poco a poco por mis venas tan pronto como nuestras lenguas jugueteaban una contra la otra. James me levantó contra sus caderas la cual rodee con mis piernas guiándome así hasta mi habitación donde dejó caer mi cuerpo contra la cama. De un solo tirón rompió su camisa dejando volar los botones por todo el lugar, se acercó una vez más para besar mis labios, como si de verdad los extrañara.
Sus movimientos hacían que me estremeciera debajo de él, mis uñas abrían paso rasgando su fina piel por toda su espalda, lo hacía con tanta euforia que podía sentir los latidos de mi corazón sobre mi boca, James tomó mi cuello sin hacer daño mordiendo ligeramente y... Se detuvo.
-¿qué pasa? -.
Le observe confusa mientras su mirada volvía hasta mi, subió poco a poco hasta que posó sus labios frente a los míos susurrando algo lo cual no pude entender y continuó con sus movimientos haciendo que olvide por completo la cuestionante y gima contra sus labios.
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Abrí los ojos lentamente, encontrando su mirada sobre mí lo cual no me sorprendió ya que acostumbra a observarme mientras duermo.
-¿dormiste bien? -.
Preguntó envuelto en una sonrisa amistosa.
-debes dejar de hacer eso -.
Sin embargo me enfoqué en la forma en la cual se me queda mirando.
-¿hacer que? -.
Cuestionó.
-observarme mientras duermo, asusta -.
Respiro profundo para luego pasar una mano sobre mi cara intentando levantar el animo después de haberme quedado dormida.
-es que eres hermosa -.
Pasó una de sus manos sobre mi cabello y luego posó un beso sobre mi mejilla, se levantó de la cama y fue cuando me di cuenta que ya traía su pantalón puesto, buscó su camisa poniéndola sobre su cuerpo, volteando a verme mientras.
Fruncí el entrecejo observándole, si no mal recuerdo cuando tiró de ella rompió unos cuantos botones junto con la tela, ¿o estaba demasiado embriagada con su cuerpo?
-¿no la habías roto? -.
Señale observando los botones de la camisa los cuales estaban intactos mientras se la ponía cuando deberían haber estado rotos ya que el mismo halo de esta dejando volar cada uno de los botones.
-¿te parece que la rompí? -
Alzó una ceja mientras le daba un vistazo a su camisa, pensé que quizás tenía en mente la imagen de aquel hombre rompiendo la mía por lo que ahora me lo imaginaba, así que solo pase de esto y decidí enfocarme en otra cosa y es el hecho ode que se está vistiendo.
-¿a donde vas? -.
James nunca se va por sí solo después de haberse acostado conmigo, generalmente espera a que yo lo eche de aquí.
-a casa, no quiero que pienses que voy a pedir oportunidad una vez más, eso ya me quedo claro hace tres días, decidí que está bien que estemos así hasta que tú decidas que es lo que quieres -.
Sentí un ligero pinchazo en el pecho, ¿de verdad estaba actuando así?, ¿de verdad solo iba a tener sexo y se iba a largar como si yo fuese una prostituta en busca de clientes?... Bueno, quizás me lo busqué por haberlo tratado como lo he tratado pero tampoco quiero que me trate como a una cualquiera.
-estás interpretando mal las cosas, te dije que no estoy lista para una relación, no que solo quiero sexo -.
Me defendí.
Divisé mi pijama tendida en el suelo pero no quise recogerlo así que me envolví la sabana y me puse de pie dándole frente.
-como sea, te veré luego, me divertí mucho, que se repita -.
Simplemente me dejó sin palabras, plantó un beso sobre mis labios el cual no correspondí por la sorpresa que me llevé y simplemente se fue dejándome así como si nada.
Siempre he dicho que está bien tener un mal día siempre y cuando no permitas que eso te deprima pero con personas como él, es casi imposible, sabía que yo tenía mucho que ver en esa actitud pero no dejaba de ser sorpresivo.
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Arcángel
FantasiEn un mundo donde lo místico es irreal y lo paranormal se convierte en locura, Katherine Felming una joven mujer quien recién empieza su nueva vida en Cambridge descubre que nada es lo que parece y las personas no son quienes pensó que eran. Tras co...