Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]

Capítulo 3: Bienvenido al equipo.

—¿Llevaste a Seok Min o acepto quedarse? —Seungcheol había regresado de la casa de Hansol con rapidez. Ahora estaba en la habitación del mas pequeño, sentado junto a él en su cama.

—Acepto quedarse, ahora debe estar guardando su ropa en su armario —asintió, apoyando la cabeza en el hombro del mayor.

—Esto será agotador, tienes suerte que no fuiste por Hansol... hace las preguntas mas idiotas que he podido escuchar —rio, pasando el brazo por la cintura del menor y acomodándose contra el respaldo de la cama para ver una película en Netflix junto a él.

—¿Peores que las que hacía Dong Jin? —rio.

—Cree que somos espías, me preguntó si el Agente 007 perteneció a Pledis —puso los ojos en blanco y Jihoon estalló en carcajadas.

—Tal vez un poco de humor nos venga bien para relajarnos de vez en cuando —comentó.

Seungcheol se lo quedó mirando fijamente con una sonrisa plasmada en su rostro... el menor inclinó la cabeza, como un cachorro confundido.

—Hace tiempo no te escuchaba reír así —ensanchó su sonrisa cuando las mejillas de Jihoon se tiñeron de un adorable color rosado—. Me gusta oír tu risa, Jihoonnie —besó su nariz y luego su frente.

Seungcheol y Jihoon habían comenzado a ser pareja poco antes de que la gran perdida sucediera, tres años atrás. Y desde ese entonces, después de la muerte de los agentes, las risas sinceras de los tres chicos eran escasas.

—¿Prometes que sonreirás mas a menudo? —preguntó.

—Sólo si tu prometes hacerlo también —el rubio acarició su mejilla con delicadeza. Después de todo, el mas afectado de todos había sido él.

—Te amo, Lee Jihoon —susurró antes de tomar su cara entre sus manos y depositar un dulce beso en sus labios.

El beso era dulce y romántico, con la pasión justa y necesaria para el momento. Pero todo fue interrumpido cuando la puerta de la habitación fue tocada.

—Lamento interrumpir la sesión de besos de la tarde, pero hable con el jefe y le informé que Seok Min ya está con nosotros. —Soon Young los obligó a separarse de manera brusca por la sorpresa— Dice que es recomendable evaluar sus aptitudes ahora así mañana tendrán menos trabajo.

—Soon Young, vuelves a hacer esto y no vivirás para contarlo —amenazó Seungcheol, levantándose de la cama y jalando de la mano de su pareja para ayudarlo a alzarse también.

Mientras los dos mayores iban al gran gimnasio del segundo piso, Jihoon fue en busca del nuevo recluta.

—Lee Seok Min, tu entrenamiento comenzara ahora —informó, entrando en la habitación.

El mencionado agradeció tener ropa deportiva en ese momento, un poco temeroso se levanto y siguio el apresurado caminar del pequeño chico rubio.

—¿Practicaremos tiro? —pregunto.

—No, primero Seungcheol y Soon Young hyungs te pondrán a prueba con sus habilidades. Yo ya sé que eres bueno disparando, por lo tanto no te evaluaré hoy —explico—. Luego, cuando todos los reclutas de mi equipo estén aquí, iremos a un campo de tiro a entrenar.

—¿Equipo? —su tono era curioso y su expresión algo confundida.

—¿Seungcheol no les explicó lo de los equipos? —el nuevo tarareo una negativa— Hm, debe haberlo olvidado. Bien, nosotros tres pertenecemos a equipos, Soon Young es el lider del equipo especializado en Artes Marciales; yo soy el líder del equipo especializado en armas —miró al mas alto—; y Seungcheol es el lider del equipo de combate cuerpo a cuerpo y, a su vez, el líder general. En el caso que Soon Young o yo no estemos, los miembros de nuestros equipos deberán obedecer todo lo que él diga hasta que los lideres oficiales regresen o, en el peor caso, deban elegir a un nuevo lider.