Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]

Capítulo 36: Misión nocturna.

despertaron temprano y comenzaron a entrenar desde las nueve de la mañana después de tomar un energético desayuno.

Según Seungcheol, actuarían a las ocho de la noche, justo en la hora que debía llegar la entrega de armas a la fábrica. El equipo de Jihoon había tomado prestado la camioneta del líder general y había ido a practicar tiro a un campo de paintball. Todos lo vieron como una forma de entrenarse con armas de larga distancia y divertirse a la vez; Seungkwan y Seokmin estuvieron en un equipo, JeongHan y Joshua en otro, dejando a Jihoon como el más experimentado en un equipo por sí solo.

Cuando una campana dio inicio a la competencia, todos fueron a resguardarse detrás de diferentes cosas. Seungkwan, asomó la cabeza por sobre un muro de ruedas de automóviles amarradas unas a otras, y logró ver el pie de Joshua.

—Hyung, están detrás de las piedras... —susurró— Hay que separarnos, y llamar su atención de alguna manera para eliminarlos. Iré detrás de aquella pared, cúbreme...

—Bien, yo te haré una señal y saldré haciendo algún ruido, cuando uno de ellos trate de disparar, dales —sonrío, confiado.

—Perfecto —rio en voz baja.

Asegurándose de que no había moros en la costa, Seungkwan fue agazapado hasta esconderse detrás de una pared cercana. Mirando a Seokmin, y a su vez vigilando que nadie lo atacara por la espalda, se preparó para disparar a quien quisiera atacar a su compañero de equipo.

El mayor salió de su escondite sigilosamente y fingió estornudar, automáticamente JeongHan se levantó y apuntó en dirección a su contrincante. Antes de que pudiera presionar el gatillo de su arma, recibió dos golpes con bolas de pintura amarilla en el brazo y pierna.

—Brazo hábil y pierna —se dijo Seungkwan orgulloso de sí mismo, y corrió a esconderse en otro lugar mientras escuchaba protestar a JeongHan quien salía del campo.

—Debes ser rápido, hyung —se burló Seungkwan, huyendo de los disparos de Jihoon con éxito.

—Y silencioso —dijo Joshua antes de dispararle en la espalda al menor.

—Así como yo —rio Jihoon y también le disparó al americano antes de esconderse.

Ambos chicos eliminados se quejaron y salieron del campo, para encontrarse con JeongHan y sentarse a su lado a esperar a los dos restantes.

—Hey Seokmin-ssi —gritó el líder—. Sólo quedamos tu y yo... ¿qué tal si sales y jugamos a ver quién dispara más rápido? —propuso.

El menor de los dos no respondió, no se iba a arriesgar a ser localizado auditivamente. Siguió agachado detrás de una pared de un metro y medio tratando de oír los pasos de su oponente. Después de unos segundos, decidió tirarse al suelo y asomarse tratando de verlo; aunque estaba mirando hacia otro lado, Jihoon venía camino a su escondite.

Preparándose para cambiar de lugar en cuanto se acercara, se puso de cuclillas y quedó atento a cualquier sonido cercano. Cuando sintió los sigilosos pasos del líder aproximarse, rodeó la pared y lo atacó por la espalda comenzando a reír victoriosamente.

—Nunca le des la espalda al enemigo —lo señaló, sonriente.

Jihoon comenzó a reír entre dientes, sin creer que un novato le había ganado en su juego preferido. De todas maneras, se sentía orgulloso de que el chico haya escuchado bien sus palabras desde el primer día.

—Bien jugado —rio, extendiendo su mano para chocarla con la del contrario—. Oigan chicos, ¿quieren otro partido? —exclamó, mirando a los otros tres.