Capítulo 7: Buena puntería.

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—Esto es asombroso —Mingyu estaba totalmente entusiasmado con la idea de pertenecer a la organización—. Si me lo hubieras dicho desde el principio, hubiese sido mejor que fingir que estaba arrestado y apuntarme con un arma a la cara.

—Te mereces eso —comentó el castaño—. Participas en peleas callejeras ilegales contra personas de menor tamaño, eso es injusto.

—Yo no elijo mis contrincantes, idiota —gruñó el menor—. Y hago lo que hago por dinero...

—Puedes conseguir dinero de otras mejores formas, Mingyu —se limitó a responder, levantándose de la silla.

—¡No tengo otra forma de conseguirlo! —exclamó— A penas cumplí diecinueve este año y no consigo un maldito trabajo. Maldita sea, Seungcheol, ¡mi madre está muriendo! Debo pagar los tratamientos del cáncer para salvarla... el dinero del trabajo de mi padre no es suficiente.

Seungcheol palideció completamente y relajó su expresión. No tenía ni idea de eso. Cuando Inteligencia hizo los expedientes de los reclutas, nunca mencionaron nada sobre aquello.

—No lo sabía... ellos no lo mencionaron en tu expediente... —comentó.

—Nadie lo sabe... lo mantenemos en secreto —respondió—. Tenemos la esperanza de que se recupere, de que salga de esta...

—Mingyu, con el dinero que te pagaran por permanecer aquí podrás seguir pagando los tratamientos sin problemas —dijo Seungcheol, con suavidad—. Pero tienes que aceptar...

—Iba a hacerlo sin pensarlo —se encogió de hombros—, esta casa da entender que ganan muchísimo dinero por lo que hacen.

—Lo hacemos —afirmó—. Ahora, lee las reglas como te dije hace un rato. O descansa, son las 6:30 de la mañana... ¿tu vives con tus padres?

—No, me mude hace una semana —negó.

—Mejor así... esta tarde tendrás tu entrenamiento e iremos por tus cosas —informó el líder.

* * *

Los otros dos líderes y los cuatro novatos se despertaron a las ocho de la mañana, listos para ir en busca de los dos chicos faltantes.

—Mañana llegarán Chan y Hansol —comentó Jihoon después de tomar un sorbo de su café—. Y también debo ir a despertar a Joshua y Seok Min... iremos por Jeon Wonwoo —informó limpiándose la boca con una servilleta— Mañana iremos a Jeju por Seungkwan. Así que, cuando lleguen los dos niños, tendremos que ir rápidamente al helipuerto...

—Los entrenaremos allá, nuestros superiores nos ayudarán —respondió Soon Young con la boca llena—. No te preocupes por eso.

Jihoon salió de la cocina y corrió escaleras arriba, golpeó la puerta de la habitación y después de unos segundos entró. Ambos chicos ya estaban sentados en sus camas a medio vestir y con cara de dormidos.

—Gracias por ahorrarme el tener que levantarlos —sonrió mirando a Joshua—. Debemos ir por Jeon Wonwoo, en media hora sale del gimnasio.

—Yo también iba al gimnasio a esta hora... —comentó el chico americano— Pero solo fui una clase.

Los dos se alistaron tal y como había pedido el más bajo, y salieron en busca del nuevo chico.

—El lugar no está lejos, mi padre solía entrenar ahí —sonrió con melancolía—. Llegaremos rápido, hay que idear un plan para traerlo a la casa sin problemas.

—¿Lo esperaras fuera del gimnasio como a mí? —preguntó Seok Min.

—Seok Min-ssi y yo podríamos esperarlo junto a la puerta, sin que se dé cuenta y si trata de escapar estaremos para atraparlo —propuso Joshua, pensativo. Jihoon lo miró a través del retrovisor, con una sonrisa en el rostro.

Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora