Capítulo 20: Hospital.

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Después de que los paramédicos se llevaran a Seungcheol y que Seokmin y Joshua contuvieran un rato al devastado novio del líder, los tres entraron al edificio del hospital y se sentaron en la sala de espera indicada.

El sueño comenzó a vencer a los dos novatos una extensa hora más tarde, la noche seguía avanzando y la adrenalina que llevaban en sus cuerpos por la misión comenzaba a abandonarlos dándole lugar al cansancio, por lo que ambos se quedaron dormidos en aquella desierta sala.

Jihoon, en cambio, no sentía sueño alguno; se mantenía caminando de punta a punta en la habitación, sentándose unos minutos y volviendo a pararse para caminar. A veces, cuando se detenía a pensar en las terribles posibilidades de perder para siempre a su novio, las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas sin restricción hasta llegar al suelo.

—No, quédate allí... Seokmin y Joshua están conmigo ahora —negó sujetando el teléfono en su oreja y mirando a sus dos compañeros dormir incómodamente sobre los asientos—. De todas maneras, no te dejarían verlo, no es horario de visita —hizo una mueca—. ¿Pudieron comunicarse con su padre?

—No, llamamos a su teléfono personal y no pudimos localizarlo —respondió Soon Young con una mueca de disgusto en su rostro—. Me preguntó cuándo será el día que podamos contactarnos con el jefe sin que se trate de una misión cercana.

—Llámenlo mañana, de todas formas, no creo que se acerque al hospital —hizo una mueca—. ¿Los demás cómo están?

—Preocupados y con miedo —suspiró, sentándose en su cama—. Temen perder a Seungcheol o que esto les pase a ellos, pero creo que todos tenemos el mismo sentimiento.

—Ve a descansar, hyung —comentó Jihoon—. Fue un día extremadamente largo para todos, te mantendré al tanto de lo que sea que pase.

—Todo saldrá bien, Jihoon, sólo piensa en positivo —pidió antes de despedirse y dar fin a la llamada.

Jihoon volvió a sentarse en las duras sillas y comenzó a mover sus piernas con nerviosismo, casi tres horas habían pasado y aún no tenía noticia alguna. Minutos más tarde, un médico apareció en la sala llamando a los familiares de Choi Seungcheol.

—Y-yo, yo soy su pareja. —El castaño casi saltó de su asiento y se acercó al médico— ¿Cómo está?

—Seungcheol sigue con vida —Jihoon iba a soltar un suspiró aliviado, pero la voz del hombre lo detuvo—. Lamentablemente, encontramos el orificio de salida de la bala, el trayecto de ésta perforó su estómago y parte del hígado, saliendo por su espalda. Afortunadamente, la bala no tocó su espina dorsal... De lo contrario hubiese quedado paralítico.

—¿Cuándo podré verlo? —preguntó Jihoon.

—Están finalizando la operación —declaró—. Tuvimos que sedarlo para mantener su bienestar, de contrario el dolor que sentiría sería peor para él. Despertará en unos cuantos días, aunque no estamos seguros cuándo.

—Muchísimas gracias por su trabajo, doctor —Jihoon estrechó la mano del hombre con fuerza.

Aún se sentía terriblemente mal al saber que su novio estaba en coma, pero al menos estaba con vida y eso lo mantenía de pie en ese preciso instante. Antes de irse, el médico preguntó cómo fue que Seungcheol terminó con una herida bala en su cuerpo, por lo que el más bajo respondió con que había quedado en medio de un tiroteo.

Jihoon se acercó rápidamente a sus dos compañeros y los movió un poco para hacer que despierten.

—¿Qué pasó? ¿Hyung está bien? —preguntó Joshua, abriendo los ojos de golpe.

Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora