Capítulo 23: Mas pistas.

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—No, no, no... ¿y dónde mierda estaban ustedes? ¿ah? —exclamó Jihoon, alertando a Joshua, JeongHan, Chan y Junhui que se encontraban junto a él.

—Fuimos a almorzar, pero...

—¿¡A ALMORZAR?! —a cada palabra, Jihoon se alteraba más y más. A juzgar de su rostro, cualquiera diría que estaba por darle un infarto; y no se equivocaban del todo—. ¿Qué parte "Quédate todo el tiempo con Seungcheol" se escapa de tu entendimiento?

—¿Podrías siquiera escucharme de una maldita vez? —preguntó Soon Young, exasperado y alejando el teléfono de su oreja ya que el grito del pequeño líder por poco y le revienta un tímpano. Al no oír palabra del otro lado, prosiguió: — Gracias. MingHao y yo íbamos a almorzar, sí, y aunque no lo hubiéramos hecho, el tipo estaba disfrazado de médico y nos pidió que saliéramos ya que debía hacer un chequeo... Teníamos que obedecerlos por sólo ser médico.

—¿Cómo puede ser posible que esto esté pasando? —resopló con terribles ganas de llorar subiendo por su garganta— Voy para allá, Soon Young. NO te muevas de la habitación, si llego y no estás yo mismo haré que te metan en una camilla, inconsciente y con golpes en tu rostro —amenazó.

Los cuatro agentes presentes hicieron una mueca de dolor al imaginarse tal cosa y Soon Young sólo trago saliva; Jihoon podía ser un tanto temible de vez en cuando.

—Ustedes quédense aquí, les diré a Soon Young y MingHao que regresen a la casa. Yo me quedaré a cuidar a Seungcheol —anunció tomando las llaves de su camioneta—. No salgan de la casa hasta que llegue el idiota de Soon Young.

—De acuerdo —respondieron los cuatro a unísono y mirándose entre sí.

Aún no entendían del todo que era lo que había pasado con el azabache ya que Jihoon no les había mencionado nada, pero lo siguieron con la vista mientras salía murmurando algo como que mataría a Soon Young cuando lo tuviese enfrente.

Sin enterarse de nada de lo que pasaba en la sala, Mingyu y Wonwoo estaban sentados en el césped hablando de cosas ordinarias y Mingyu se mantenía diciendo estupideces para hacer reír al mayor, aunque no lo lograba.

—Ya te dije, yo no me rio con facilidad —el mayor se encogió de hombros ante la protesta del moreno—. Ahora dime, ¿a qué le tienes miedo? —preguntó arrancando pequeñas hierbas del suelo.

—No lo diré, es el miedo más vergonzoso que puede haber —respondió Mingyu negando con la cabeza—, ¿tú a que le temes?

—Yo pregunte primero... —insistió— Sabes que no voy a reírme, por más que sea lo más ridículo del mundo mantendré mi expresión seria.

El moreno dudo un poco, lo miró con recelo y suspiró antes de confesar que les temía a las inofensivas moscas. Wonwoo, se mantuvo serió durante unos pocos segundos hasta que no pudo contenerse más y soltó una fuerte carcajada mientras se sujetaba el estómago.

—Pero si son los insectos más inofensivos del planeta —dijo riendo e intentando parar.

—No sé si alegrarme porque te hice reír o sentirme ofendido porque te estás burlando de mi —puchereó.

—No... no me estoy burlando... —negó respirando hondo para dejar de reír—. ¿Por qué les temes?

—Sí, lo estás haciendo —replicó—. En fin, cuando era pequeño, me fui de campamento con el colegio... y unos compañeros pusieron una mosca en mi comida y no me dijeron hasta que la tuve en la boca, fue asqueroso —explicó—. ¿Tú a que le temes?

—A los incendios... o bueno, no sólo a eso. Más bien a las llamas de fuego grandes —explicó y Mingyu lo miró interrogante—. Hace unos... ¿tres años? Se incendió una papelera junto a mi casa y el fuego se contagió. Nadie salió herido por suerte y sólo se incendió el baño de mi casa, pero el miedo que sentí en ese momento aún persiste.

Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora