Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]

Capítulo 12: El contrato.

—Bien, será mejor que descansemos por ahora —dijo Seungcheol—. Trabajaron duro, chicos —sonrió.

—¿Podemos salir al jardín de la casa? —preguntó Vernon y el líder asintió.

—Sí, yo intentaré comenzar a investigar lo del médico —asintió.

—Tu nunca descansas, ¿verdad hyung? —inquirió Wonwoo.

—Si hay trabajo por hacer, no —respondió—. Soy el líder, debo encargarme de estas cosas.

—No debes, tú quieres hacerlo —corrigió Jihoon entrando en el gimnasio—. Eres tú quien decide hacer todo el trabajo, bien podrían hacerlo la gente de Inteligencia.

—Es mejor hacerlo uno mismo —se encogió de hombros con una sonrisa.

Todos salieron del gimnasio y ambos líderes se dirigieron a la oficina a continuar con el trabajo.

Soon Young y su equipo se encontraban tendidos en el suelo de su gimnasio, descansando después del agotador entrenamiento cuando el teléfono del líder sonó sobresaltándolos a todos.

—¿Señor Kwon? Soy Boo SeungKwan —una gran sonrisa victoriosa apareció en el rostro del castaño al ir la voz de aquel chico.

—Oh, SeungKwan es bueno saber de ti —respondió—. Supongo que llamas porque aceptaste la propuesta, ¿verdad?

—Así es —dijo con algo de entusiasmo en su voz—, pero primero quisiera saber cuándo podría ser capaz de leer el contrato antes de firmarlo.

Oh, mierda, había olvidado por completo el detalle del contrato.

—Ah, sí por supuesto el contrato... —dijo, con su cabeza intentando crear una buena excusa a toda velocidad—. Aguárdame un segundo, por favor —dijo y apagó el micrófono de su teléfono para hablarle a los miembros de su equipo—. Necesito ayuda —dijo entre dientes.

—¿Qué necesita, hyung? —preguntó Chan sentándose con las piernas cruzadas en el suelo.

—¿Recuerdan que yo les mencione como sería el reclutamiento de Boo Seungkwan? Pues olvidé el detalle de que necesitaría un contrato para firmar —se rasco la nuca con nerviosismo.

—Santo cielo, ¿y tú eres el líder? Se supone que debes ser inteligente —se burló MingHao haciendo que Soon Young lo fulminara con la mirada.

—¿La empresa no era de tu tío? Llámalo y pídele una copia de los contratos, debe tener alguna en sus archivos —dijo Junhui.

—No puedo llamarlo ahora —respondió y volvió a activar el micrófono de Seungkwan, ya lo había hecho esperar mucho—. Lo lamento Seungkwan, hubo un problema, pero ya está resuelto.

—De acuerdo, ¿podría ser hoy mismo en la tarde? —preguntó— Realmente estoy entusiasmado con esta propuesta y me gustaría firmar cuanto antes.

—De acuerdo, veámonos en el café frente a tu escuela de canto hoy a las seis —asintió—. SeungKwan, mi vuelo de regreso a Seúl saldrá mañana por la mañana... —anunció—. Así que tal vez será mejor en cuanto el contrato sea firmado, si estás de acuerdo con todas las condiciones, vengas conmigo y así tu familia se ahorrará el tener que despertar tan temprano para llevarte al aeropuerto.

—¿Quieres decir que tengo hasta las seis para armar mis maletas? —cuestionó— Pero no tendré tiempo, quiero decir, tengo mucha ropa y cosas que quiero llevar... Además, no sé si tendré las maletas suficientes y...

—SeungKwan, lo siento... pero eso ya no es problema mío —interrumpió—. Nos vemos en unas horas, adiós.

Después de cortar la llamada Soon Young decidió llamar a su tío, rezándole a todos los santos posibles, para que este aún tuviera una copia de los contratos.