Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]

Capítulo 17: Fuyumi Nakahora.

—¿Esto es un... arma de corta distancia? —SeungKwan intentó adivinar, manteniendo sus ojos entrecerrados en la Druganov.

—Por última vez, SeungKwan, ¡las grandes son de larga distancia! —exclamó un exasperado Jihoon—. Además, esa es un arma de francotirador, creo que está bien claro que es un arma de larga distancia.

—Bien, lo siento señor experto en armas —respondió con sarcasmo—. No he tocado un arma en toda mi vida, ¿cómo quieres que sepa sobre estas cosas?

—Ahora sólo limítate a saber cómo disparar cada una, los nombres los aprenderás con el tiempo —respondió Joshua, arrebatándole el cartucho con balas de las manos.

—¿Este cuchillo es parte armas de corta o larga distancia? —curioseó.

—Ninguna, es un arma blanca —respondió Seokmin mirándolo desde la mesa.

—Teóricamente podría ser un arma de corta distancia, ya que no alcanza más distancia que lo que el largo de tu brazo, o también de larga distancia —replicó, pero fue interrumpido por Seungcheol, entrando a la habitación.

—¿Un arma de larga distancia? —rio, incrédulo— Esto jamás podría ser un arma de larga distancia, SeungKwan.

El menor de todos los presentes alzo un dedo acallando al líder general, y se dirigió al otro extremo de la habitación con el cuchillo entre sus manos.

—Imagina que estoy aquí y que allí —con su dedo señalo hacía la puerta de entrada a varios metros de distancia— hay alguien a punto de cometer algún error que ponga en riesgo su vida o una persona apuntando con un arma a otra. Si corres hacia él, puede que no llegues a salvar su vida, en cambio si haces lo siguiente... JeongHan hyung, ¿podrías sostener ese bolígrafo junto a ti, por favor?

El mencionado tomó el bolígrafo con una mano y lo sostuvo junto a su cuerpo (a unos veinte centímetros o más de distancia) con algo de temor o curiosidad en la mirada, ¿SeungKwan iba a hacer lo que él estaba pensando?

Cuando menos se esperó, SeungKwan había cerrado un ojo fijando la mirada en el lápiz y segundos más tarde había lanzado el cuchillo en dirección a JeongHan, rebanando el lapicero en dos partes e incrustando el filo del arma en la puerta; dejando a todos (incluyendo Seungcheol) boquiabiertos y al cuchillo vibrando en el pedazo de madera.

—¿Estás loco? —preguntó Seungcheol, cuando salió de su shock, quitando el arma de la puerta de forma brusca— Imagina que tu puntería fuera mala, podrías haber herido a JeongHan, hasta lo podrías haber matado.

—Pero mi puntería no es mala, lo acabas de comprobar —respondió quitando el pelo de sus ojos de un movimiento de cabeza.

—Ni se te ocurra volver a hacer eso, SeungKwan —ordenó Seungcheol—. Es peligroso.

—Pero las armas también lo son, hyung —replico—. Nosotros podemos manejarlas, pero ¿qué hay de los demás? Un error de puntería podría costarles la vida a ellos o a la otra persona.

—Es diferente —gruñó.

—Es exactamente lo mismo —contradijo.

—SeungKwan, te advierto que, si vuelves a hacer algo como eso o a contradecirme, haré que tus entrenamientos sean el doble de duros que los demás —espetó Seungcheol antes de salir de la habitación.

Después de que el líder general se fuera, los agentes restantes felicitaron a Seungkwan por su gran puntería, pero le advirtieron que Seungcheol tenía razón en que era peligroso y no debía volver a hacerlo.