Capítulo 26: Cada vez más cerca.

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Cuando Jihoon despertó, se encontró recostado en una camilla y tardó unos segundos en darse cuenta que estaba en el hospital.

—¿Qué pasó? —preguntó recorriendo él lugar con la mirada hasta ver al médico que escribía en un anotador.

—Tuviste un accidente —informó—. Alguien llamó a la ambulancia y llegaste aquí junto a otro chico que se notaba realmente preocupado y nervioso. Casi le da un ataque...

—¿Soon Young? ¿Dónde está? —preguntó— Necesito hablar con él...

—No, primero debemos hacer algunos chequeos, ahora que despertaste. Estuviste desmayado tres horas —respondió.

La vista de Jihoon se clavó en el reloj de pared corroborando la hora: las seis y media de la tarde. Jihoon trató de sentarse, pero él médico lo detuvo antes de que se moviera demasiado.

Después de varios chequeos de la vista, audición, reflejos y hacerle algunas preguntas básicas, permitió que el agente se sentara en la camilla.

—Bien, ¿puedes mover las piernas normalmente? —preguntó el médico, Jihoon comenzó a mover sus piernas lentamente sin tocar el suelo y luego asintió— Eso es bueno. Verás, debido al shock del accidente sufriste una parálisis momentánea en la parte inferior de tu cuerpo.

Él castaño comenzó a recordar él gran susto que se había llevado al no poder pararse mientras hablaba por teléfono con Soon Young.

—De milagro no se rompió ninguna parte de tu cuerpo —dijo sonriendo—. Pero si tuvimos que coser una herida en tu brazo derecho, un pedazo vidrio se había enterrado en él de manera un tanto profunda —señaló y él contrario miró su brazo aún dormido por la anestesia—. Tendrás que quedarte aquí hasta mañana, aunque puedes moverte libremente por la habitación, con el suero en tu mano. Por favor, no te lo quites.

—Está bien —asintió—. ¿Mi amigo aún está aquí?

—Sí, le avisaré que ya despertaste... le gustará saberlo —sonrió.

Cuando Jihoon se quedó sólo comenzó a recordar el suceso del accidente: el disparo, la bala y finalmente el choque. ¿Alguien había querido matarlo o simplemente había sido una bala perdida? Esperaba que fuera la segunda opción, aunque lo dudaba.

La puerta de la habitación de abrió y Soon Young entró al lugar a la velocidad de la luz antes de abrazar con fuerza a su amigo.

—Ay, Jihoonnie —suspiró abrazándolo, mientras el mencionado hacía una mueca silenciosa de dolor—. Estoy tan feliz de que estés bien, cuando llegué estabas desmayado y nadie se atrevía a tocarte. Cuando dijiste que no sentías las piernas, todos creyeron que habías quedado paralítico o te habías roto un hueso. Que suerte que estés bien —repitió.

—Agh, hyung —gimió de dolor mientras trataba de quitarse de encima al mayor—. Estoy bien, no te preocupes —sonrió un poco.

—¿Qué fue lo que paso? —preguntó sentándose a su lado— Tu conduces excelente, nunca te pasó nada como esto...

—No estoy seguro, y aunque quiero pensar que fue una bala perdida, creo que alguien intento matarme —confesó—. Es una suerte que me haya negado a que vinieras conmigo, de lo contrario... tal vez te hubiésemos perdido para siempre —los ojos del castaño se cristalizaron al pensar en lo que podría haber pasado; había estado a punto de perder a su novio, a su mejor amigo y él también estuvo al borde de la muerte.

—Pero no pasó... yo estoy bien, tú estás bien y Seungcheol hyung también lo está —sobó su espalda de manera reconfortante—. Y hablando de Seungcheol...

Los Reclutas (Seventeen) [1ra Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora