Athmen

Capitulo 8

-A ver si cuidas mejor tu espalda - Contesta Lorian bromeando - ¿Cuántas veces has oído chillar a un maldito?

-Ey tú - replica ella apuntándola con el dedo índice - Relájate.

Suelto una pequeña carcajada al ver que ambos están sin ningún rasguño y con muy buen humor. Ellos caminan relajado hacia mí esquivando los restos de su víctima.

Con una sonrisa divertida aún dibujada en mi rostro relajo mis hombros y cruzo los brazos distendida, me pongo a observar las pequeñas manchas de la asquerosa sustancia negra que han llegado hasta mi cercanía; una de ellas me llama bastante la atención es como una gota plasmada en el suelo pero eso no es lo que alerta en curiosidad sino que puedo ver como el foco de luz que refleja en ella va cambiando de forma como si la gota de estuviera moviendo de formas irregulares. Entorno mis ojos para percibir mejor el movimiento y claramente el pequeño resto de liquido tiene vida, al instante observo como todas las manchas negras se juntan con velocidad frente a mí como si tuvieran un imán la una con la otra. Se unen aumentando así su tamaño.

Lorian corre tratando de llegar hasta mí pero un muro de piedra solida y negra obstruye su camino. El Spectro vuelve a armarse enfrente de mí, estoy literalmente entre la pared del manto y esa pared de roca. De fondo se escucha a Lorian gritar mi nombre con mucha desesperación.

Esto solo depende de mí, solo somos ese bastardo y yo.

-¡Emma desajusta el brazalete! - Exclama Lorian desde el otro lado y yo le hago caso.

Tomo el extremo del brazalete y lo corro un poco para liberar una porción pequeña de mi Athmen. Pienso en hacer aparecer un arma en mi mano como lo hicieron mis compañeros pero no se me ocurre como, debo hacer algo ya <<Piensa Emma, piensa>>; << ¿Cómo has hecho para frenar la caída en el ejercicio>>. Si tan solo tuviera algo para atacarlo.

Estoy perdiendo demasiado tiempo, mientras yo pienso observo como las paredes del manto se oscurecen, el monstruo emite un gruñido amenazante.

-¡No dejes que te toque! - Grita Lorian - ¡Vamos niña, puedes hacerlo!

Luego de escucharlo mis ojos inconscientemente se iluminan, lo sé porque puedo ver con mayor claridad como si de ellos saliera una luz; estoy segura que se ven como los de Lorian cuando iba a atacar.

De los hombros del Spectro se asoman dos tentáculos negros como recubiertos de ese líquido como el que él está hecho, los tentáculos terminan en punta las cuales se levantan y miran hacia mí como dos cabezas de serpiente. Esta apunto de atacar.

Inconscientemente sonrío, a pesar del peligro puedo disfrutar de la adrenalina. Me concentro en esos tentáculos asquerosos. Enseguida lanza uno de ellos hacia mí; me ataca con mucha velocidad y yo atino a esquivarlo de un salto, ataca una vez más y yo lo esquivo otra vez.

Solo puedo huir de cada ataque suyo, no tengo nada con que atacarlo. Lanza sus tentáculos varias veces más, trata de apuñalarme, no tengo tanto sitio para correr y saltar. No puedo seguir así solo es cuestión de tiempo para que yo lo pierda de vista o me canse y termine matándome. Tengo que atacarlo.

Con la respiración agitada, inhalando y exhalando grandes cantidades de aire por la boca. Lo miro concentrada y lista para volver a esquivarlo, pero el Spectro contrae sus tentáculos dejándolos sobre sus hombros nuevamente como serpientes erguidas.

Cierro mi boca y trago saliva. Sin pensar extiendo mis brazos hacia él mostrándole la palma de mi mano. La luz de mis ojos se intensifica aún mas; siento mi sangre correr por mis venas, una extraña sensación de pesadez recorre mi cuerpo y se dirige hacia mis manos. Mi Athmen está actuando. Puedo sentirlo. Puedo sentir ese hermoso poder corriendo por todo mi cuerpo.