- Eres idéntica a Jenell – dice entonces dejándome sin aliento. Con la sensación de un puñal directo en el corazón.
Esta mujer conocía a mi madre.
Vuelvo a cerrar los puños, apretando lo más fuerte que puedo; aprieto la mandíbula pero aun así intento mantenerme calmada.
-Sí, lo sé –continua – es una lástima que haya terminado de esa manera. Es.... Triste.
-Cállate –balbuceo mientras cierro mis ojos e inhalo tanto aire como puedo.
-Ha defendido a tu hermano lo más que pudo –insiste -¿Cómo era su nombre?
Abro los ojos y me encuentro con esa estúpida sonrisa en su rastro otra vez.
-Yale ¿verdad?
Ha captado toda mi atención y está dándome donde más me duele ¿Porque sabe tanto de mí y mi familia? Por un momento me atrevo pensar que es alguna conocida de Lorian pero es imposible; es obvio que su intención es dañar y jugar conmigo.
-Qué guapo era Yale–comenta – Lo recuerdo como su fuera ayer. Estaba enojado con Jenell.
Cada vez que menciona sus nombres siento como si me diera un golpe en el pecho y no puedo evitar recordarlo. Recordar a Yale entrando a mi habitación y despedirse de mí; recordar a mis padres discutir con él. El rostro de mi madre se forma en mi cabeza, sus ojos, su cabello, su sonrisa.
Vuelvo a suspirar y trago saliva para contenerme.
-Lastima lo que pasó –sigue –fue todo tan rápido –habla como si se lamentara pero a la vez sus gestos son odiosos y burlones. No entiendo donde quiere llegar, que pretende – tu madre era una mujer fuerte y muy poderosa. Costó mucho terminar con ella.
¿Qué fue lo que dijo? Me niego a creer lo que estoy pensando, esto no puede ser posible. Siento como mi respiración se acentúa más y los latidos se aceleran.
-Pero no te preocupes... -se atreve a seguir hablando y entonces su rostro se transforma. Mantiene la sonrisa pero esta vez ya no intenta ser divertida, entorna sus ojos – me aseguré que no sufriera.
Sin pensarlo, ni siquiera por un segundo; como si mi cuerpo se moviera por impulso, corro hacia ella dejando salir un alarido lleno de rabia y odio que ella misma genero dentro de mí. Tengo delante a la asesina de mi madre y de mi hermano; vino hasta aquí solo a burlarse de mí y a refregarme en la cara lo que hizo aquella noche. Desde que decidí venir a este lugar, la idea de encontrarme con esta persona se me cruzó miles de veces por la cabeza, la idea de tenerla en frente y no saber cómo reaccionar ha estado en mi mente todo este tiempo; ahora solo quiero tener su cuello entre mis manos y hacerle sentir todo el dolor que ha causado en nosotros.
Mientras voy hacia ella, tomo el brazalete tan fuerte como puedo y lo arranco de un tirón que me deja la muñeca dolorida por un momento, lo arrojo a un costado. Otra vez, el poder fluye por todo mi cuerpo; se vuelve más pesado, más denso y se mezcla con la adrenalina de tener a este monstruo frente a mí.
Se siente bien, me siento fuerte, lo suficiente como para acabar con ella; me siento capaz de hacerlo y con la imagen de mi familia en la cabeza me resulta aun más fácil. Recuerdo que clase de seres asquerosos pueden llegar a ser los Hematsukis y de lo que son capaces.
Mis manos van directo a su cuello, decidida a estrujarlo hasta que quede sin aliento pero en el momento en que voy a llegar a él, la cretina se aparta agazapada lejos de mí con una velocidad inusual, casi imperceptible. Termina unos metros a mi derecha y yo volteo tan rápido como puedo.
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Athmen
FantasiVisitar la casa de un viejo conocido de su familia es solo el primer paso que Emma debe tomar para poder entrenar un don increíblemente peligroso que le fue otorgado. Llena de odio ella y su hermano están tramando su venganza sobre aquellos que no...