Capitulo 2

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La casa se siente acogedora. Al parecer el calefactor esta encendido, ya no tengo tanto frió.

Ojeo sutilmente la decoración; estoy en el salón que se encuentra justo detrás de la puerta de entrada. Al lado, una mesa con un par de porta retratos donde René deja las llaves después de cerrar la puerta. Más allá en el medio de la habitación luce un juego de living color azul oscuro con una mesa ratona de madera en el medio y no puede faltar en frente de los sillones, pegado a la pared un gran mueble lleno de libros y un televisor de un tamaño considerable.

- Y... dime - comenta René interrumpiendo mi inspección - ¿Que te trae por Tokyo? - Pregunta arreglando su cabello canoso con los dedos.

- Conociste muy bien a mis padres, ellos confiaban en ti a igual que mi hermano - no debí haber mencionado a Stephan - por eso vine a pedirte ayuda.

- Dime - Se lo ve predispuesto.

- Quiero aprender a usar mi Athmen - respondo segura.

René no dice más nada, solo me miraba fijamente y traga saliva. Definitivamente hay algo que lo preocupa. Yo tampoco dejo de mirarlo esperando una respuesta; por el rabillo del ojo pude observar a su hijo sentado en el sofá, que había dejado su lectura a un lado para mirarme también. De repente se torna un ambiente incomodo. Evidentemente no ha sentado bien mi petición; me doy cuenta que mencionar a mi hermano realmente no fue buena idea.

-¿Has estado con Stephan? - pregunta René entonces, cortando el silencio pero aun con su rostro serio.

- No, no sé nada de él hace años - Miento, intentando enmendar mi error.

Debo mostrarme segura, para ellos yo tengo que ser solo una chica indefensa abandonada por su hermano mayor que quiere aprender a defenderse.

- Dúchate, come algo y descansa - Me ordeno - Hablaremos luego.

Asiento con la cabeza mientras René abandona la habitación subiendo unas escaleras.

- ¡Lorian! Ayúdale con sus cosas - Exclama mientras sube - llévala al cuarto de huéspedes.

El chico deja su libro sobre la pequeña mesita y se levanta dando un largo suspiro. Vuelve a mirarme de abajo hacia arriba y acomoda nuevamente sus lentes con el índice en el descanso de la nariz. Se acerca con las manos en los bolsillos.

- Ven, te mostrare el cuarto - Me dice extendiendo la mano tratando de sacarme la mochila pero me alejo haciéndole entender que no quiero que toque mi bolso.

Le levanta una ceja al ver mi gesto y entonces se adelanta. 

-Sígueme - Ordena.

Subo las escaleras detrás suyo en silencio; no quiero iniciar una conversación, no tengo intenciones de caerle bien ni nada parecido. Al terminar las escaleras me encuentro con un pasillo a la derecha que continua hacia la izquierda; tomamos la derecha y luego de dos puertas Lorian llega a la siguiente y la abre dejándome pasar.

- En la cómoda hay toallas por si quieres ducharte - dice seco y luego se va, cerrando la puerta.

Mis pantalones negros están completamente mojados al igual que la blusa y la chaqueta de cuero que llevo puesta. Siento mis pies helados dentro de los borcegos. Solo riego que las ropas que llevo en la mochila se encuentre lo menos mojadas posibles. Sino no tengo que ponerme.

Extiendo toda la ropa por la habitación, voy hacia el baño y tomo una ducha larga y relajante. Me visto, corro las ropas extendidas en la cama y me desplomo en ella mirando hacia el techo.

Stephan me había dicho antes de irme que no confiara en René, deduzco que tampoco en su hijo, que ellos habían hecho alianzas con el enemigo en varias oportunidades ¿Cómo pueden traicionar así a su raza? Es imperdonable ¿Y cómo mis padres pudieron haber confiado en René después de todo? Quiero creer que han tenido una buena razón.

René y Lorian Diedrich son una de las familias más importantes de las Sombras tanto por su historia y linaje como por su poder. René tiene uno de los Athmens más poderosos de todos y sabe usarlo a la perfección, es por eso que Steph quiere que entrene con él.

Me pregunto qué tan fuerte será Lorian, su aspecto no demuestra que sea un sujeto muy poderoso, diría que luce como intelectual: Zapatos negros, pantalones negros y camisa azul claro dándole un toque informal con los dos primeros botones desprendidos. Quizá solo es algún uniforme de oficina o algo parecido.

Son las primeras horas aquí y ya pretendo conocer a todo el mundo. A demás que me importa a mí las habilidades de ese chico.

Es muy tarde ya y el cansancio hace que pensara tonterías. Suspiro y quedo observando el techo, como si fuera muy interesante, mientras pienso.<<Debo ser fuerte, mi hermano me necesita. Tengo que demostrar que soy una Luritch, mi apellido pesa mucho más que el de ellos>>

De repente siento que mis parpados pesan, estoy completamente agotada; ni siquiera soy capaz de darle pelea al cansancio y termino durmiéndome lentamente.







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Que tengan un buen fin de semana!

Hasta el Martes! Con un capitulo clave de esta historia!

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