Capitulo 21 (2/2)

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-Lorian me conto lo que pasó hace un rato –comenta.

Ahora entiendo porque sus repentinas ganas de pasar tiempo conmigo. La verdad no me sorprende que le haya contado y casi podría decir que ya no me enoja en lo absoluto.

-¿Y? –pregunto.

-Nada solo que... -guarda silencio un momento mientras mira la vereda al caminar –no está del todo seguro que sea buena idea.

- El y yo ya hemos hablado de eso, Yoshida –replico –sé muy bien que no quiere entrenarme, pero él sabe que eso no va a impedir que enfrente a mi hermano.

- Haru –dice y yo frunzo el entrecejo – Llámame Haru.

Yo solo sonrió apartando la vista de él que aun sigue mirando el suelo.

-Eres muy terca Emma –opina a la vez que levanta su mano y me muestra tres dedos. Al principio no logro entender que quiere decir pero luego recuerdo que he vuelto a sonreír, pero tercera vez.

Me encojo de hombros y miro a ambos lados para cruzar la calle. Yoshida saca un pequeño paquete blanco de su bolcillo, trato de adivinar que es pero no hace mucha falta cuando saca de dentro un par de cigarrillos. Se queda solo con uno y el otro vuelve a meter dentro del paquete y luego dentro de su bolcillo.

-Disculpa –dice – ¿te molesta si... –pregunta señalando el cigarrillo.

-No –Respondo pero quedo un momento observando cómo lleva el cigarrillo a la boca – ¿desde cuándo fumas?

-no lo sé –balbucea –solo empecé a hacerlo.

Lleva el encendedor hacia él, lo prende sin problemas y mientras mete de nuevo el encendedor en su bolcillo, saca el cigarrillo de su boca con el índice y el mayor. Suelta un fino hilo de humo blanco en un delicado soplido.

-Si te molesta, solo dilo –comenta al darse cuenta que lo observo.

-No, de verdad –insisto sin ganas – solo me sorprende que hayas tomado hábitos humanos.

Se le escapa una carcajada un poco burlona antes de volver a llevar el cigarrillo a la boca.

- Emma –me explica después de volver a expulsar humo–los hábitos son hábitos, no importa qué clase de persona seas –voltea a mirarme con una sonrisa simpática –empiezo a pensar que eres rara.

-Solo dije que me sorprendía –me defiendo sin mucho ánimos de explicarme –no importa, da igual.

No importa que tan mal le conteste o lo trate, Yoshida sigue teniendo esa sonrisa simpática en su rostro. Caminamos un rato más en silencio pero no consigo dejar de echarle un vistazo cada tanto para verle llevar el cigarrillo a la boca, lo aprieta con sus labios y luego, mientras lo vuelve a sacar, aparta un poco su rostro y tira el humo hacia el costado. Si no lo conociera diría que es un humano como cualquier otro que camina cerca de nosotros.

-Yoshida... - Le llamo y lo hago volver a voltear - ¿Lorian sabe que estoy contigo? –La pregunta me sale de la nada, sin siquiera pensarlo.

- Solo que comente cuando te vi parada en el medio de la cuadra – responde amablemente –tuve la sensación de que debía saber que estabas bien.

- Gracias –Bajo la mirada mientras camino a la par de él.

Un gran silencio nace después de eso. Lo he dicho muy sinceramente. Siento que, por la manera en la que me respondió, por alguna razón esta cuidándome. No me extrañaría que lo haga, ya ha salvado mi vida una vez.

Lo escucho suspirar y eso hace que vuelva a mirarlo. Me encuentro con su rostro fascinado observando hacia los costados, encantado por aquel parque. Me cuesta un poco reconocer donde hemos ido a parar; comienzo a mirar los caminos y la fila de arboles de cerezo a los costados y entonces lo recuerdo. Aquel parque es en el que estuve hace una semana atrás, en el que terminé al huir de Stephan.

AthmenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora