A pesar de que Daiko se alegra, Kuro no parece estar muy de a cuerdo con mi estadía en el Rengoku, cualquier decisión o comentario de Daiko parece molestarlo y esto no es la excepción. Esto me recuerda a lo que había comentado Hikaru, bueno lo que le había comentado a René, a cerca de aquella discusión entre ambos Jefes.
No tengo más que decir y no es de mi agrado pensar que si sigo parada delante de ellos seguirán preguntándome y dudando de todo lo que digo, asique camino a la puerta lentamente haciéndoles saber que la reunión terminó aquí, porque yo lo decido. Daiko me sigue con la mirada, parece entender que se acabo la charla. Al menos por hoy.
- Dile a Hikaru que se encargue de conseguir una habitación para ti – dice. Sin responder acelero mas mis movimientos hasta que finalmente termino tomando el picaportes y abriendo la puerta.
Sin esperar que alguno diga algo más, salgo al pasillo; Lorian y Hikaru esperan al costado de la puerta, relajados en el pasillo. Agnes también está aquí pero un poco mas apartada de ellos, mirando con desgano algunos cuadros colgados en las paredes para pasar el rato. Al verme salir, los tres voltean esperando que dijera algo pero yo solo suelto un largo suspiro aliviada, como si dejara atrás un gran peso.
-Les dije todo lo que sabía – comento para calmar expectativas –lo que quieran creer ya no es mi problema.
-¿Eso es todo? –pregunta Agnes inquieta. Conociendo a mi amiga sé que quiere saber cada detalle de lo que paso allí dentro – ¿Y ahora?
-Bueno... - vacilo, me da tanta pereza el mero hecho de pensar que estaré aquí más tiempo, pero a la vez sé que es necesario –voy a quedarme un par de días –busco la mirada cómplice de Lorian, sabe perfectamente el porqué de mi estadía; él solo da un pestañeo sutil que solo yo percibo. Lo ha comprendido. Entonces me dirijo a Hikaru –dijeron que podrías encontrarme una habitación.
Hikaru no parece muy a gusto con eso, se encoje de hombros como si no le quedara más que obedecer pero luego de hacer una mueca de agobio, deja salir una sonrisa de costado mientras asienta.
-Supongo –dice –no es mi trabajo pero...
-Entonces... -Agnes salta interrumpiendo repentinamente a Hikaru llevándose la atención de todos –nos quedaremos contigo, el tiempo que sea necesario –Afirma ojeando a Lorian.
-Agnes, no es necesario... -la freno mientras nos volvemos por el pasillo hasta la entrada del edificio.
-Oye, dijimos que íbamos a estar contigo en todo esto –vuelve a interrumpir insistiendo.
-Agnes no...
-Emma... – después de no haber dicho ni una sola palabra desde que salí de aquella oficina, Lorian se digna a hablar mientras caminamos por el gran complejo siguiendo a Hikaru –...lo mejor es que nos quedemos contigo, yo no me iré de aquí sin ti...
Casi imperceptible, Agnes voltea de inmediato a Lorian tras ese comentario pero al instante intenta disimular algo tarde, la he visto. Creo que si no me hubiese volteado hacia ella como lo hice en ese momento tan fugaz, no me habría percatado de eso.
- ...y Agnes no estará a salvo sola en casa –Continúa él.
Mi silencio parece afectarles. Aprieto los puño y suelto un suspiro. Lorian tiene razón, él y Agnes ya están bastante involucrados como para correr peligro.
-Tranquila –Hikaru impide que mi mente comience a crear ideas –aquí estarán a salvo... todos –aunque ni siquiera se detiene para mirarme mientras lo dice, sus palabras son acogedoras y terminan por derrumbar el sentimiento de culpa de mi cabeza.

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Athmen
FantasyVisitar la casa de un viejo conocido de su familia es solo el primer paso que Emma debe tomar para poder entrenar un don increíblemente peligroso que le fue otorgado. Llena de odio ella y su hermano están tramando su venganza sobre aquellos que no...