El alivio que siento es indescriptible, de repente la almohada es como en trozo de nube esponjada y suave. Hacía tiempo que no dormía tanto y que bien se siente.
Aun me cuesta tolerar el dolor que sigue en mi garganta y mi abdomen. La imagen apagada de mis ojos cerrados me relaja, quizás si dejo de moverme pueda dormir un rato más aunque ya me he acostumbrado a despertarme temprano.
Me pregunto si Lorian ya se ha despertado... ¡Lorian! Como pude haberme dormido.
Abro mis ojos como platos, estoy en mi habitación ¿Cómo llegue aquí? ¿Y Lorian? ¿Cómo pude haberlo dejado con ese Hematsuki rondando?
De un brinco salgo de la cama y me voy en busca un abrigo. Salgo rápidamente del dormitorio y ojeo el pasillo, Lorian no está allí ¡Maldición! ¿Y si lo ha secuestrado? Quizás se aprovechó de que estaba débil y lo ha matado.
Con pasos veloces voy a su habitación y sin pensarlo abro la puerta desesperada, lo hago con tal velocidad que esta termina golpeando contra un pequeño mueble que está detrás.
Mi mirada va directamente a su cama, su flequillo y las vendas tapan la mayor parte de su rostro, ya no tiene ni un rastro de sangre solo se puede notar el rojo de su piel en algunos raspones o golpes menos graves. Aun lleva sus jeans puestos pero su torso solo está cubierto con una gran venda blanca que lo envuelve.
Me acerco a él sigilosa para verlo mejor, parece dormir tranquilo aunque en su rostro se distingue un dejo de tención por el dolor.
-Está mejor, solo debe descansar –Una voz en el pasillo. No puedo evitar dar un pequeño sobresalto antes de voltear a ver de quien se trata.
El Hematsuki no se ha ido aun, ¿Por qué sigue aquí? ¿Qué es lo que panea? Al caer nuevamente en sus ojos cafés suelto un largo suspiro fastidiada.
-¿Porque haces todo esto? –Pregunto.
-Pues... - Lleva su mano hacia el mechón que cae en su rostro y lo aparta un poco hacia un costado –tú estabas débil también y no sabía si ibas a ser capaz de ayudarlo.
-¿Acaso estas llamándome tonta? –Replico con las cejas arqueadas, al instante torna su mirada aburrida.
-Yo no he dicho eso –Contesta -¿Qué sucede contigo? Solo trato de ayudar.
-¿Ayudar? ¡Ay, por favor! – Comienzo a alzar la voz sin darme cuenta – y que, ¿Esperas que crea eso?
Los Hematsukis nos tienen entre ceja y ceja aunque es verdad que me "salvó la vida" pero está más que claro que lo hizo por interés. Este sujeto ha estado tratando de ser amable con nosotros, evidentemente se trae algo entre manos.
-No espero nada de ti –Contesta adentrándose en la habitación con dos zancadas largas.
-Bien –comento tratando de terminar la discusión.
-¿Ya pueden dejar de discutir los dos? –La voz algo rasposa de Lorian se escucha casi interrumpiéndome.
Toma una bocanada de aire y trata de sentarse en la cama, apoya sus manos a los costados y se impulsa algo dolorido hasta componerse.
-Oye colega –Comenta el Hematsuki – ya todos sabemos lo fuerte que eres, pero dos contra uno no es una decisión inteligente –suelta una pequeña carcajada.
Si trató de hacer una broma estuvo completamente fuera de lugar, no fue una decisión de Lorian enfrentarse a dos sombras a la vez, no entiendo que es tan gracioso.
Lorian ha sonreído y quiero creer que lo hizo por compromiso, sin embargo yo no puedo disimular mi desagrado.
-Yoshida – comenta Lorian sacando fuerzas para hablar – Ella es Emma – al decir mi nombre lo hace con un intensidad algo rara, sospechosa – Emma Luritch – agrega. Quedo en silencio, no me agrada mucho la forma en que me presentó y como clavo su mirada en el Hematsuki con complicidad.
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Athmen
FantasiVisitar la casa de un viejo conocido de su familia es solo el primer paso que Emma debe tomar para poder entrenar un don increíblemente peligroso que le fue otorgado. Llena de odio ella y su hermano están tramando su venganza sobre aquellos que no...