En cuidado tuyo

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"Usted, tiene, un, nuevo mensaje, de voz *Beep*"

-Mmmm... ah eh... Garry?. Soy la madre de Ib amm... quería decirte que mi esposo y yo saldremos fuera de la ciudad por, dos días, así que ¿Podrías cuidar de Ib hasta entonces? y en cuanto el pago, se te dará el doble, llámame en caso... de que aceptes. Adiós-

"El mensaje a concluido"

Una noche...

-Cielo, tenemos que irnos ya ¿si?- La madre de la pequeña Ib acaricio el cabello castaño y largo de su hija dándole un beso de despidida en la mejilla y dejando la marca roja de su labial en ella.

-Cuidate princesa- dijo su papá levantando su flequillo a rase y besando delicadamente su frente- Ese tal Garry va a tardar mucho?- miraba con desconfianza a su esposa.

-No, dijo que en menos de tres minutos estaría aquí-

Ib miraba a sus padres callada y con nostalgia, sería la primera vez en los que ellos saldrían sin ella, aunque sabía que no estaría sola pues ya hace un año que Garry a cuidado de ella y hoy estaría junto a el por dos días completos, él con una edad de 15 años y ella con tan solo 6.
¿Cuanto tardaría? pensaba Ib, hace media hora que sus padres habían dejado la casa y ella se encontraba en completa soledad, afortunadamente antes de que empezara la llovizna Garry ya estaba en la entrada y con su dedo indice toco el timbre.

-I- Ib, soy yo, Garry ¿puedes abrir?-

La pequeña salió de debajo de la mesa que estaba en el comedor y abrió la puerta y ahí estaba él, su niñero, el chico alto de cabellera color lila y mechones morados rizados, ella sonrió al verlo, por fin tenía a alguien con quien podría pasar el rato. Ib miró a Garry curiosa y mirando el bolsillo del saco que el portaba.

-Qué? tengo algo...- tuvo una idea de lo que probablemente ella esperaba- creo... que se me olvidaba algo- el chico se apoyó en una de sus rodillas y de su bolsillo sacó una rosa roja, la misma que siempre le ha traído cuando tiene que cuidar de ella- ¿aceptaría una rosa de este humilde vasallo?- Ib le sonrió y tomo el tallo de aquella flor así como tan pronto la tenía en sus manos fue corriendo subiendo las escaleras y entrando a su habitación donde se adentro debajo de su cama y saco una caja rectangular con varios detalles, en esta estaban varias rosas ya marchitas y la que traía en mano la dejo dentro de la caja y regreso con Garry.

-Garry...- se sorprendió al no ver a nadie en la sala, entonces fue al comedor y de igual modo no había nadie y así hasta llegar a la cocina pero estaba sola- Garry... esto no es gracioso- regreso a la sala y se dio por vencida ¿Garry se había ido?, Ib estaba en la orilla del sofá abrazando sus piernas y mirando con tristeza el fuego que desprendía la madera.

-Yo jamás te dejaría sola... Ib-

Se escuchó la voz de alguién pero... ¿de quién? no era de Garry, ya que era una voz delicada y al parecer de una infante.

-Eh?-

Antes de que aquella voz volviera a aprecer Garry tomó de los hombros a Ib- ¿Me extrañabas?-

Ib se sobresaltó y miró a Garry, por dentro estaba alegre pero por fuera lo fulminaba con la mirada- Tonto- El chico la miró confundido- ¡¡Tonto tonto tonto tonto tonto!!- dijo corriendo a su habitación dejando salir algunas lagrimas.

-No... Ib...- el chico miró a la pequeña subir las escaleras con desesperación, sintiendo una leve contracción en su pecho, del mismo modo subió también encontrando ce frente a la puerta de madera de la pequeña. Tocó- Ib... ¿puedes abrirme?-

-Fuera...- la voz de la pequeña era frágil.

-Ib... perdón-

Para una niña de su edad escuchar "perdón" era más que suficiente para volver le a dirigir la palabra, en segundos ella abrió la puerta y miro al chico limpiando algunas lagrimas.

-Lo dices enserio?-

-C-claro que si- se agachó un poco para quedar a su altura- yo de verdad lo siento- con su pulgar se deciso de una de las lagrimas que corría y la miró con ternura, dándole una cálida sonrisa- ¿estoy perdonado?-

Ib le sonrió- No- dijo con felicidad.

- (ya me lo temía)...- pensó- y que quieres que haga?-

- Que nunca...-

Ib lo miró con algunas lagrimas y lo abrazo del cuello.

-Que nunca dejes de ser mi niñero!-

Rodeó el pequeño cuerpo de Ib con sus brazos y la abrazó de igual forma acariciando su lacio y castaño cabello.
Garry cargó a Ib a la cama y la cubrió con las sabanas, al paso de los minutos miró como ella se quedaba dormida en compañía suya.

-(Aun nos quedan algunos años Ib... y para ser sincero... yo tampoco quiero dejar de ser tu niñero)-

MI NIÑERO GARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora