Cap. 30 Mar de recuerdos

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- Claro, los encuentro allá entonces-
- Gracias Garry, eres un ángel-

Ya hace tiempo que los padres de Ib tenían en mente tomar unas vacaciones y eso harían, tomarían su trabajo pero a la vez con vacaciones. Fueron solicitados a una convención de arte tanto pintura, como escultura, paisajismo, música, teatro, entre otras. Todo planeado por una familia de alta clase, obviamente esto sería durante tres días, por hoy se daría la inauguración con los cuadros, estatuas y figuras, ya sean a lienzo, con acuarelas o pasteles, de madera, mármol o cristal. Cualquiera entra.
- Yo de verdad no estoy contento de que Garry e Ib se queden solos en una habitación- dijo su padre arreglando su maletín.
- Bueno genio, entonces dime qué se te ocurre? Dejarla aquí y que luego en unos años nos reclame que no la llevamos con nosotros porque creíamos que era un estorbo cuando nunca fue así, si no que su padre desconfiaba de su niñero de hace ya 5 años porque piensa que...-
- Ah yaya, ya entendí, entonces tendríamos que lidiar con la depresión y rebeldía-
- Y te recuerdo que estamos a dos años de eso mi amor, y ademas... por favor, es Garry, el está más que consiente que no puede tener sentimientos por una niña 9 años menor que él, qué clase de enfermo crees que es?- dijo su esposa con de manera retórica.
- Ugh, está bien- sonrió más calmado, agradecía de tener a su esposa para quitarle cualquier idea que le perturbaba- bueno, las cosas están en la camioneta, estas son las ultimas maletas y Ib seguramente debe de estar esperando en la sala- aseguraba el mayor.

La suela de las sandalias de Ib sonaban por los pasillos de la casa, había estado cansada de esperar en su habitación a la llamada de su madre, bajó las escaleras con el semblante serio escondiendo la curiosidad y entusiasmo por salir que tenía ella. Mamá tomó su pequeña mano y la llevó a los asientos traseros del mueble blanco, Ib tenía una ropa muy distinta, algo cómodo para un viaje de mañana a noche.
Las ruedas del auto aún giran y ya eran las 12 del medio día, los rayos solares entraban por la ventana de Ib y ella enseguida tomó los lentes de sol que estaban a su lado igual que sus dos padres, la verdad, si alguien la viera a ella pensarían que es una diva a corta edad.

- Aah los señores fueron muy amables al pagarme ese pasaje-
- Va tu sueldo de por medio-
- Si, pero no importa, se compensa con unas mini vacaciones-
- Vas a estar cuidando a una niña!-
- Hey- dijo el pelivioleta a su amigo de gafas sin el mismo entusiasmo de hace rato y deteniendo la preparación de su equipaje- el trabajo con Ib es poco pesado, creo que si fuera otra niña o otro Niño no me sentiría cómodo con el trabajo, pero desde el primer día al verla supe que no iba ser tan duro como esperaba o creía, así que por mi está bien- guardó la ultimas prendas y cerró aquellas maletas.

Garry llegó al hotel media hora antes que ellos, mientras le echó una mirada a todo el cuarto, era amplio, había una cama matrimonial y una individual al otro lado de la habitación, supuso que esa era su habitación así que llevó sus cosas y sus pies hasta ese lado de la habitación y guardó todo, hacía tiempo hasta que ella llegara.

La familia había aterrizado en el aeropuerto, el vuelo se demoró a causa de una supervisión de última hora, para Ib era un sueño porque veía las nubes al lado de esa ventana, sus oídos estaban ensordecidos por la presión y su padre miraba con atención la actitud de sorpresa y curiosidad que mostraba el rostro de Ib, el veía tanto en su mirada aunque su rostro no expresara esas emociones. Cuando bajaron a Ib le dieron un avión de recuerdo, era tamaño maqueta y los detalles eran espectaculares. Al llegar al hotel pidieron la habitación y las llaves, eran dos copias, la que tenía Garry y la de ellos, Ib zapateaba inquieta el suelo porque ya quería verlo, ver a su amigo. Ella se adelantó al elevador y luego marcaba los números del piso, esperó y su mente le repetía el número de la habitación para que no se fuera a perder, y no lo hizo, cuando llegó a la puerta, oh sorpresa! No traía la llave así que su mano dio leves golpecitos a esta, Ib esperó a que el mayor abriera y luego Garry lo hizo, ese momento en el que ellos se miraron Garry sonrió y la dejó entrar.
- Hola pequeña, tus padres ya llegaron también? Dónde están?
- Abajo- respondió cortamente soltando un suspiro y respirando calmadamente el olor de la habitación.
- Hey, ven a ver esto- Ib tomó la mano de Garry y la llevó al balcón- tenemos balcón y por la tarde la playa y todo lo qué hay frente a nosotros ahora se va a ver hermoso, te lo aseguro- sonrió

- llegamos Garry, está Ib aquí?- preguntó la madre de la menor entrando a la habitación, su papá iba entrando con las maletas por donde quiera, Ambos menores llegaron con sus padres y Garry inmediatamente fue a ayudar al papá de Ib.
- Oh! Señor, debieron llamarme si necesitaban ayuda para el equipaje- dijo tomando las maletas con agarradera que colgaban de los hombros del mayor.
Su madre suspuira- el señor no quiso la ayuda del botones- se quitó los lentes del sol y se sentó en la orilla de la cama.
- Claro que no...- se reincorpora rápidamente por la falta de peso en sus brazos- ah Dios, gracias hijo- jadeó aliviado- Tienes idea de cuánto insisten los botones de ahora para la propina? No les basta con centavos, piden dólares, te quieren ayudar hasta para lo ma fácil y no soy avaro pero, esto puedo hacerlo, si quieren una buena paga que traigan la comida hasta acá- también se sentó en la cama pero dejó caer su cuerpo a el colchón.
Garry ríe- en eso tiene razón el señor, lastimosamente a mí sí me sacaron algo de plata- dijo penoso.

La noche calló a los pies del mayor, la luna subía lista para mostrar su media sonrisa a lo alto e Ib iba acompañada de él sobre la orilla entre el agua salada y la arena corrediza.
-Has notado que puede respirarse mucho mejor? Porqué Garry?- preguntó la de flequillo castaño
- Bueno, porque creo que las sales de mar, o el olor en palabras más simples; que desprende el agua de mar son buenos descongestionando las fosas nasales, oh, tú nariz- dijo dando un leve toque a la punta de su nariz.
- Ah... Garry, a ti te gusta pintar verdad? Cuando sea grande, crees que puedas pintarme?-
-Pintarte?- volvió a cuestionar.
-Sí, antes de que el sol se meta y cundo el cielo esté de colores rosa, rojo, naranja... lila...- el mayor interrumpió.
-Hablas de un atardecer?-
-Si-
-Ib, probablemente para ese entonces tu ya no te acuerdes- dijo en un tono risueño.

-Yo Jamás voy a olvidarlo-

MI NIÑERO GARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora