cap. 39: Ojos cerrados

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Era de mañana, la primera mañana que Garry recibía después de años en esa casa, la cama seguía cómoda, se retorcía por haber dormido tan cómodamente y toda esa felicidad desvaneció cuando recordó el pequeño problema con la menor que estaba dormida en la otra habitación... debería disculparse? Debería hacer algo para iniciar nuevamente como si nada? Pero el orgullo de chica que Garry tenía era aún más convincente y simplemente lo dejó pasar- ella debe de entender que... es lógico que yo olvide un poco los rincones de esta casa, las habitaciones... no puede reaccionar de esa manera, no debería de hacerlo- dijo él desvistiendose y demandó esa blanquecina piel dentro de las cuatro paredes del baño, el vapor ya sé sentía tentador para meterse bajo la regadera.

En la habitación de la única chica el eco de la regadera la iba despertando, se queja un poco estirando los dedos de sus pies y brazos como un pequeño gato de casa, ve el techo y sonríe, sabía que no había nadie más que Garry, torpemente abraza su almohada y sus piernas se mueven de un lado al otro, se fleccilnan y patean la cama mientras intenta no gritar de la felicidad, cuando se quedó quieta mordió su labio y pensó en prepararse ya... pero al estar ya con sus pantuflas de conejo puestas se quedó viendo a la nada, pensó y recordó... que esto ya no era como s los 7 años... que esto había cambiado y que ahora era una chica ya grande y él un adulto, ella no debía ser la primera en darse a torcer porque aunque sabía que era la culpable le era aún más difícil aceptar la que tenía que disculparse, después de todo no fue la manera más cordial de decirle a una persona "No entres a esta habitación". Además... también se había equivocado por las cosas que había dicho en aquel lugar.

Y si, seguían siendo inmaduros, se seguían necesitando el uno al otro... tal vez no tengan la misma edad, no sean del mismo genero y sus gustos diferencian pero algo que de verdad tienen en común es su maldito orgullo y poca capacidad de dar el brazo a doblar.

In vestía un short corto, una blusa algo larga y holgada y Garry, bueno Garry ya se veía listo para ser la ama de casa más guapa que puedad ver o imaginar... si...
Mientras el preparaba el desayuno Ib arrogante se acercó- Yo no voy a desayunar- comentó... por supuesto, el típico "No como hasta que el se disculpe, seguramente la conciencia lo va a hacer doblegarse" pensaba la menor muy confiada.
- Y... quien lo está haciendo para ti?- auch- lo supuse, las chicas como... de tu edad... recurren al ayuno para mantener su "esbelta figura" pero siendo sinceros, sólo te inflamas y empeora la alimentación- así que- tomó entre sus dientes fuertes y blancos, perfectamente alineados una rodaja de pan- tu sabes si lo haces o no- caminó despreocupado y quitado de la pena por la decisión inmadura de la menor; a la mesa.

- (Pero vaya... atrevido)- finalmente desistió, a quien miente? Su estómago no aguantaría un minuto más sin tener algo dentro en proceso de digestión, fue al frutero y tomó una manzana... la baba Cadí caía en cada mordida porque lo que comía Garry olía y se veía maravilloso, y ella... ella sólo tenía un fruto amargo en las manos. Ahora se siente tonta.

Al pasar las horas entre ambos, se llegó el tiempo del... y ahora qué hacemos? Ni Garry ni Ibse dirigían la palabra... ni siquiera se voltean a ver, ambos creen que el silencio que le dan al contrario son golpes a favor pero realmente sólo se dañan a ellos mismos... porque ese silencio, esa dispuesta indiferencia sólo les quema y consume por dentro...

Garry luchando por las ganas de abrazarla y saber de su vida... de escuchar quien era ese chico y si aún le hablaba, más aún, si eran cercanos, si ella finalmente había dejado ya de ser su pequeña. He Ib queriendo prenderlo y abrazarlo, contarle sus problemas y también escuchar los suyos, abrazarse... mirarse... porque ella más que nadie miraba esta situación como lo que era... y es que Garry y ella ya no son niños... mucho menos adolecentes... son personas en la edad de responsabilidades que saben lo que hacen y las consecuencias de los actos, pero juntos parecen volver a los años viejos.

MI NIÑERO GARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora