9 - Churro ehpesiáh

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Las bromas entre Mangel, Rubius y Curri hacían que no pudiera andar de la risa. Cuando llegamos finalmente a la churrería, pedimos lo que todo el mundo pedía a aquellas horas de la mañana: Un café, un chocolate y churros. 

Pedimos los churros, y en lo que llegaban, yo me fui al baño. Entré al susodicho váter e hice mis cosas. Pude vomitar también un poco más, y he de decir que aquello me alivió bastante. Al terminar de vomitar, me limpié la cara un poco y me miré en el espejo. Mi cabello azul estaba totalmente desordenado y parecía que hubiera follado. Iba a salir del baño cuando una voz familiar me llamó desde fuera.

-¡Hey, tetitas de azúcar, estás bien?-

-Sí, estoy bien Rubius, gracias por preocuparte- dije con un sonrojado leve

-Sólo te venía a traer tu churro espesiáh- y dicho esto, asomó la parte delantera de su pantalón. Reí

-Anda, vamos, que se nos van a enfriar los churros- dije riendo, y salí del baño

-Parece que has follado ahí adentro... ¡¿Que estuvo hasiendo ahí, no maás?!-

Reí por la cara que tenía y negué sonriendo, para después dirigirme a la mesa donde estaban sentados los demás. Allí, Cheeto y JP se reían porque Chevi se había manchado su barba, Mangel hacía como si bebiera té inglés y Currice simplemente disfrutaba de las estupideces de los demás. Llegamos a la mesa y nos sentamos. Fue sentarme y que todas las miradas se clavasen en mí.

-Paece qu'as follao'- dijo Mangel -Ya m'ehtá engañando otra véh, Rubiúh?- 

Empezaron una discusión dubestepe, y decidí pasar de ellos y comerme aquel maravilloso desayuno, pues quería quitarme cuanto antes aquel sabor a vómito de la boca. Pero entonces recordé. Estaba con otros seis chicos, y no es que fueran del todo inocentes... pero lo pasé por alto, y desayuné. 

Terminamos de desayunar a eso de las 9 de la mañana, después de que Rubius, Mangel y JP se me quedaran mirando comiendo los churros. Pagamos cada uno su parte, y yo incluso me pedí más para ir comiendo por el camino. Pero llegó el momento de separarnos, pues yo debía ir a trabajar.

-Chicos, en realidad que he amado este día, pero tengo que irme a trabajar- dije con pena. No quería despedirme de mi ídolo. -pero estáis invitados a echar unas partidas en casa y hacer Party Hard-

-Podríamos ir esta tarde, no Curri?- preguntó JP a su hermano

-A mí me parece bien- respondió éste

-A nosotros también..- dijeron los demás, menos Rubius. Qué pasará esta vez...

-¿Podríamos grabar en tu casa? O al menos yo, porque no sé si tendrás el juego de Lucius para Mangel- me dijo en tono serio. Se notaba que iba de verdad

-Pues no tengo el juego, no, pero podéis venir después. No me importa que vengáis un poco más tarde, la verdad- Dije sincera. La verdad es que este chico era un amor de persona

-Pues iremos luego- respondió

Tras darle el número de teléfono, y que ellos me dieran el suyo, les dije la dirección de la calle en la que vivía y el número. La apuntaron en sus teléfonos móviles de última generación (me sorprendí, la verdad. Todos tenían IPhone 5 o similar) y acordamos en que vendrían a mi casa a la hora que les diera la gana. Y dicho eso, nos despedimos 

Cuando estuve lo sufientemente lejos de ellos, grité a los cuatro vientos. ¡Había conocido a mis ídolos, y tenía su número en mi agenda del móvil! No me lo creía, y cogí el bus hacia mi casa. No tardó mucho, o eso creí yo, porque en cuanto llegué a mi casa con los churros sobrantes (porque me los había ido comiendo en el autobús) vi la hora. Las 10 de la mañana. 

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Hasta ahí, tetitas de azúcar. Pero ahora sigo con otro. Espero que os haya gustado, yo con LIKEPARA GUSTAR estoy feliz. 

Hapoyo vagianal y corasonsitos gays, hasta la próxima!

La Chica Gamer [Rubius y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora