La Chica Gamer [Rubius y tú]

[EPILOGO 1/2] 81 - La boda

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Lo que se ha dicho, va a misa. Día 6. Feliz día de Reyes a todos los de España y Latinoamérica, que os lo paséis muy bien, que os den muchos muchos regalos, pasadlo con quien más queráis, y esas cosas ^^

Aquí está. Sorpresa. Un epílogo, el primer epílogo, y no os desesperéis. El segundo lo subo mañana (día 7), así que sólo es un día. Espero que os guste. 

PD: No, no habrá segunda temporada dado que hay un epílogo (duh)

Y AQUÍ LLEGA, EL PENÚLTIMO CAPÍTULO DE ESTA GRAN NOVE. DISFRUTAD.

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*Narrador extreno*

   Campanas resonaban en la iglesia. Una boda se estaba llevando a cabo. Los presentes lloraban, y un trajeado Miguel Angel Rogel estaba de padrino, esperando a la novia. Su mejor amigo se casaba, ¿quién lo iba a decir? y con ella. La que anteriormente, un tiempo atrás, la había gustado, y demasiado. 

Las campanas pararon de sonar, haciendo que Rubén Doblas se pusiera más nervioso. Era una chica inimaginble para ella. Ella era su mejor amiga, habían jugado juntos a varios juegos, y conforme su amistad se agrandaba, él le pidió que fuera su novia. 

Una musiquilla empezó a sonar, iba a entrar la novia. Por otra parte, en el lado de las damas de honor, una chica de pelo rubio miraba llorando la escena. No sabía si era de felicidad, de moción, o de tristeza, pues el chico que la había gustado por más de tres años se iba a casar. Pero, se aseguró que eran de felicidad cuando vió a su marido, justo en la zona de los padrinos de la boda. 

Y la novia entró. Con un vestido precioso, haciendo que un “ooo” de sorpresa e impresión sonara en la iglesia. La abuela de la novia se sonaba en un pañuelo, mientras veía cómo su nietecita, aquella tan rebelde que sólamente jugaba a videojuegos todas las tardes, había encontrado un hombre que era igual que ella. 

La novia avanzó hasta llegar a donde se encontraba su marido. Rubén iba apuesto no, apuestísimo. Su traje con corbata azul resaltaba en su camisa blanca, y sonreía en todo momento. El cura llegó delante de los dos novios, y empezó la ceremonia. Los tres, tanto el cura, como el novio y la novia, tenían un micrófono delante de la boca, para que se les pudiera oír bien

-Hermanos, estamos reunidos aquí para unir en santo matrimonio a Rubén Doblas Gundersen y a… -  el cura dijo el nombre de la chica, pero no se pudo oír, ya que hubo una interferencia -Bueno, siento estos fallos, pero venimos a unir en matrimonio a los dos chicos. Que traigan los anillos- 

Un niño pequeño, con el pelo rubio ceniza entró en la iglesia, sosteniendo un cojín de color rojo vino, en el cual iban los anillos. Los dos novios cogieron los anillos, y empezaron a ponérlos al otro

-Yo, Rubén Doblas Gundersen, te recibo a ti- empezó a decir Rubén, y hubo otra vez fallos -como esposa, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida- y dicho esto, Rubén puso el anillo en el dedo anular de su novia

-Yo….- fallos de nuevo -te recibo a ti como esposo, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida- y puso el anillo en el dedo de Rubén

-Y, por el poder que me ha concedido la iglesia y nuestro santo padre, Dios, yo os declaro MARIDO y MUJER- dijo el cura -PODÉIS BESAROS- dijo

Rubén levantó el velo, para poder ver a su novia, ahora su mujer, sonriente. Ella estaba ahí, cambiada con el paso de los años, con más experiencia, y con alguna que otra arruga, pero para él, estaba tan bella que el primer día que la conoció. Su cabello sujetaba el velo, y más guapa que nunca. 

Allí estaba, su mujer. Su chica. Ella, la señora Doblas. De nombre….

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FIN EPILOGO 1