La Chica Gamer [Rubius y tú]

35 - Cartas para mí

Joder. Eran las tres de la mañana, y todavía seguía llorando encima del sofá, expulsando mocos por mi nariz, y con la cazadora de Rubius aún puesta. Mi ánimo estaba por los suelos, lo sabía bien. Y en cuanto sonaron las cuatro de la mañana, lloré aún más. Como si nada importara ya. La carta estaba encima de la mesa, tal y como la había dejado, después de leerla 10 veces, mientras intentaba verificar que lo que decía era verdad. Es que no me lo creía. Y volví a leerla. Cómo no, para mortificarme más.

"Querida ________ . Sé que no hemos hablado mucho, ya que sólo hemos hablado dos días, pero lo que has hecho por mí te lo agradeceré siempre. Sé que sólo soy un pobre niño que no sabe lo que hace, pero te diré esto muy rápido, antes de que mis lágrimas manchen el papel. Mi accidente ha sido mucho peor de lo que mi padre o yo te hemos contado. El coche me ha dado con tal fuerza que han hecho que me queden tan sólo unas horas de vida. Supongo que esta noche, a las tres o a las cuatro de la mañana, ya estaré muerto.

No llores, mi dulce princesa. Todavía tienes gente que te quiere. Mis padres te agradecerán que me salvaras del bullying que yo sufría, e hiciste que hiciera amigos nuevos. Fue mi mejor semana de instituto de toda mi vida. Y así perdurará en mi memoria.

En cuanto a tus amigos, los famosos Youtubers, qué puedo decir. Son gente magnífica, que la fama no los ha corroído, y que han hecho que me riera de principio a fin con sus videos un fuerte abrazo para ellos.

Adiós, princesa. Haz que me sienta orgulloso de lo que hagas. Sé que esto suena en plan Mufasa, pero es que me han puesto mis cosas favoritas para mis últimas horas. Por eso pedí a mi padre que trajera los regalices. Ahora mismo me los estoy comiendo, mientras veo El Rey León. Me siento un pequeño rey, en estos momentos. Me despido, porque se me está acabando el maldito papel, y el único papel que tengo cerca es el del baño. Y no.

Me despido. Un beso de tu pequeño gran rey.

David

Estuve caminando, de un lado a otro, mientras no podía parar de llorar. David. Era una tristeza enorme, y seguía medio culpándome de lo que hice. Es que, joder, si no me hubiera presentado ante él, no estaría muerto en esos momentos. Joder. Necesitaba a mamá. Mamá sabe como consolarme, y empecé a hacer las maletas. Pero cuando estaba a la mitad, las tiré todo por el suelo. Es que no podía hacerle eso a David.

Abandonarle, aquí. Abandonar a toda la buena gente que he conocido, sólo por un capricho. Debía seguir adelante, y luchar por lo que quería. Hacer que David se sintiera orgulloso. Y con un poder que no sé de donde cojones salió, comencé a grabar capítulos de Godo f War y Bioshock. Desde el pasado día domingo, hasta el próximo domingo, y me apunté que el jueves debía subir capítulo de Minecraft. Porque necesitaba subirlo, porque no había subido capítulo el viernes pasado, y lo necesitaba.

Y me acordé de todos. Mangel, Cheeto, Thous, Sean, Curricé Chusita, JP, Mellow... y Rubius. No podía dejarles tirados. Al fin y al cabo, son las únicas personas que tengo aquí. Y no iba a irse, no por un capricho.