72 - Duchas

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Desperté con la caja de pizza cerca de mi cara, y me extrañé de ello, hasta que me acordé de lo que pasó ayer. Cogí un trozo, el que ya estaba mordido por mí la noche anterior, y me puse a comerlo. Había dormido bastante, la verdad, pues miré el reloj. las 15:36, y ya debería haber comido. miré a la cama de al lado, y no vi a Rubius. Me extrañó bastante, pero entonces, oí un ruido. Agua cayendo. La ducha. Seguramente se estaba duchando. 

Di tres golpes a la puerta del baño, y el agua dejó de caer, para luego, diez segundos después, una cabeza mojada se asomara por la puerta. Rubius. Le sonreí, y él hizo lo mismo, y pude detallarle bien. Su cabello estaba mojado, una toalla le cubría de la cintura para abajo, y varias gotas recorrían su pecho. Mordí mi labio, para detener mis instintos, y para no sospechar, empecé a hablar

-Rubius, me preguntaba dónde estabas- dije algo sonrojada

-Pues dándome una duchita, Zelda- dijo, para a continuación añadir -¿te gustaría unirte?- preguntó, moviendo las cejas

-No, ya me uniré más tarde a tu comida. yo me ducharé sola…- dije, sonriente, no sin antes haberle pegado en el hombro. ese hombro desnudo y mojado -Y no sé te ocurra unirte, o te mato- dije riendo

-No te aseguro nada- dijo riendo, y cerró la puerta. 

Me alejé del baño, y volví a oír el agua caliente cayendo. Saqué una de mis toallas, y me la puse alrededor de mi cuerpo. Me quité la ropa, dejando sólo que la toalla me cubriera, y la agarré con firmeza. No iba a permitir que se me cayera. Cogí mis cosas de ducha, y mientras esperaba a que Rubius se duchase, comí un poco de aquella pizza pedida fría.

Salió de la ducha con lo de antes, una toalla al cuello, otra cubriendo su cintura, y con su pelo goteando, sujetando con su mano dos botes que deducí como  Gel y Champú. Sonreí al encontrarme con su imagen, y él, que iba mirando al suelo, alzó la cabeza. Viéndome. 

-Oj, muyayita, ¿en serio que no te quisiste unir?- dijo, y se me acercó a mí

-Pues no, ahora disfrutaré de mi ducha feliz- dije, intentando no parecer nerviosa. 

-Pero muyaya…- dijo, y se acercó a mí hasta el punto que me susurró en el oído. Podía sentir las gotas frías caer de su cabello a mi cuerpo, haciendo que me dieran escalofríos -Ahora perfectamente me puedo unir a tu ducha…- susurró en mi oído

-No puedo, Rubius- dije, totalmente sonrojada y nerviosa -Debo ducharme-

-Lo puedes hacer… mientras te enjabono la espalda- dijo, con acento que no había hecho nunca, que hizo que me dieran escalofríos una vez más, y me di la vuelta, quedando cara a cara con él

Yo seguía agarrando mis cosas fuertemente, al igual que la toalla, cuando Rubius pasó una mano por mi cintura, dándose cuenta de que no llevaba nada debajo de aquella toalla, y sonrió pícaramente. Se acercó a mí, y juntamos las frentes. Estábamos tan cerca.

Y, de repente, un sonido interrumpió en la habitación, haciendo que mi mente volviera a mí. Llamaban a la puerta, y yo aproveché para escabullirme hacia la ducha

-¡MIERDA!- gritó Rubius, en alto, y reí en bajo -¡¿QUIEN MIERDA LLAMA AHORA?!-

La Chica Gamer [Rubius y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora