Fui escuchando música, de todo, hasta una singular canción sonó. No, esa canción ahora no. Cerré los ojos, dejando que el universo me envolviera, y que sólo estuviera yo, en medio de la calle. La escuché con detenimiento. Era una canción que me recordaba tanto a mi ciudad...haciendo que me teletransportase allí.
Cuanto terminó la canción, abrí los ojos, y vi que solamente me quedaban cinco minutos para llegar a tiempo, así que tuve que correr. Recuerdo que avancé casi cinco calles en cinco minutos, hasta que llegué finalmente a donde estaba él. Pero no estaba solo.
Estaba con un grupillo de chicas, y los celos comenzaron a aflorar en mí. Me acerqué lentamente al corrillo, en donde estaba mi "no-cita", y pude vislumbrar a Rubius al fondo. En cuanto me vio, apartó a todas aquellas bitches de él, y vino hasta mí, cosa que me sorprendió. Y todas las bitches estaban con cara de enfado. Jajaaaaaa.
-¡__________, al final has venido!- gritó Rubius, haciendo que toda la atención se acaparase en mi -Temía que no llegases- dijo
-Yo nunca te dejaría tirado- dije, y era verdad -Eres mi Link Noruego-
-Y tú mi Zelda Azul- una sonrisa apareció en su cara, una sonrisa que hizo que me sonrojase -Ven, te presentaré a un grupo de chicas muy majas que he conocido- dijo, y en ese momento, sentí que mi mundo se iba abajo
-Hola- dije, tímida -Me llamo __________, y bueno...- no sabía que decir
-¿Qué eres de Rubius?- me preguntó una morena, con cara enfadada
-Soy su...- y me quedé en blanco. No sabía que contestar ¿Qué era de Rubius? ¿Prima? ¿Amiga. Y mientras estaba pensando en la respuesta, Rubius contestó
-Es una chica muy especial para mí. Pensad lo que queráis, pero es muy especial y... la quiero mucho- un sonrojo apareció en las mejillas de Rubius, haciendo que yo me sonrojara más ¡Maldita sea!
-Hacéis buena pareja- dijo una niña pequeña que estaba delante de mí
-¿Pero a quién tememos aquí?- dijo Rubius, agachándose hasta la altura de la niña, cosa que me pareció adorable -¿Cómo te llamas?-
-Silvia. Y ella es mi hermana Paula- dijo, y señaló a la misma chica que preguntó lo de qué éramos Rubius y yo -está de mal humor, porque quiere ser tu novia, pero tú pegas más con ella- dijo la niña, y me señaló. Toma con la niñita, que no rompía ni un plato
-eh...- intentaba decir Rubius, mientras e le ocurría algo. A él también le había pillado de improvisto -te daré un regalo, para que fardes delante de tu hermana- dijo, y la dio un beso en la mejilla, que hasta yo (con mis celos a la espalda) lo encontré adorable -ahora me tengo que ir. No puedo hacer esperar a mi Zelda Azul- dijo, para mirarme -adiós, Silvia- dijo, para luego agarrarme de la mano e irnos de allí.
Eh, eh, eh. Pausa, stop y retroceso. Rubius me había agarrado la mano, dejando a las demás celosas, y marcando territorio... de que él era mío. ¿Qué había pasado en tres minutos? No lo sabía, pero me sonrojé de nuevo. Miré a nuestras manos, las cuales estaban agarradas con firmeza, y pude detallarle bien. Llevaba unos jeans anchos, con una camiseta con una calavera, y unas DC casi iguales que las mías. Ese detalle me encantó.
Por otro lado, parecía que lo de David había ocurrido semanas atrás, o incluso meses. Pero yo, lo único que quería en esos momentos, era pasármelo bien con el chico que me había robado el corazón.
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La Chica Gamer [Rubius y tú]
FanfictionY decide dar un giro de 360 grados a su vida, mudándose a Madrid. Lo que no sabe es todo lo que la espera allí. Con un canal con pocos seguidores, espera ser importante... y no sabe cuánto lo será PD!: Esta historia es del tumblr guiado por mí, clas...