La Chica Gamer [Rubius y tú]

57 - La fiesta de Mahe! (parte 7)

Nos montamos todos en los coches, yo iba con Rubius, Eddy y Alexby. Mientras que Óscar conducía siguiendo los demás coches (parecía que protegíamos al mismísimo presidente), Rubius, alexby y yo hablábamos de cosas… bastante subidas de tono, a decir verdad.  

-Joder, no vale, yo no he hecho cosas de esas- dije, mientras protestaba

-No tenemos la culpa de que tu vida sexual no sea muy intrépida- dijo Alexby

-Eres tú, que eres un atrevido…- dije hacia Alexby -¡Tienes 17, por el amor de Batman!- exhalté, a lo que Eddy y Rubius se rieron

-Yo a su edad también hacía esas cosas…- dijo Rubius -No es tan raro comer nata de los pezones de una chica, creo yo-

-Yo no he comido nata encima de pezones- dije, y me crucé de brazos

-Zelda mía… - dio un respiro. ¿ZELDA SUYA? ¿WTF? -Algún día, lo probaremos-

-Si claro, para que lo vayas contando- bufé

-Las cosas de pareja, se quedan en pareja…- empezó a decir Rubius

-Hasta el momento en el que tu pareja se convierte en tu ex- terminó la frase Eddy, y Rubius me pasó un brazo por los hombros

-Muyaya, yo no contaré nada de nosotros- dijo, y yo me quede sorprendida… ¿nosotros? -Alexby y yo tuvimos sexo anal y no lo voy contando por ahí- dijo a lo que yo exploté de la risa en ese momento. Era un poco bipolar -¿Verdad, Alexby mío?-

-Pues claro Rubius. Ya verás en la fiesta de Mangel, te enseñaré técnicas del último libro que he leído, 50 Sombras de Doblas-

-Ehem Zí- dijo

-Y bueno, tú y yo…- dijo Alexby dirigiéndose a mí, para luego subir y bajar las cejas mientras me miraba -Podríamos hacer otras cosas-

-¡Ehhh! Que la muyaya es mía, y solamente mía…- dijo Rubius

-Y de Mangel- dijo Eddy, que conducía intentando no reírse

-Mangel es mío- dijo Rubius

-¿Y tú, de quién eres?- pregunté

 

De repente, todo el coche se silenció. Miré confundida a Alexby, y él no dijo nada, tan sólo puso vista a la ventana de su lado. Óscar, por su parte, se le había borrado la sonrisa y lo único que hacía era mirar la carretera, serio. Miré a Rubius, que era el último al que me quedaba por mirar, y vi que se había quedado pensativo, mirando hacia sus pies. Y entonces, una tonta idea se me pasó por la cabeza. Quizás no me lo quería decir, porque estaba por otra. Pero mi GRAN BOCAZA decidió hablar, soltando una de las paridas más grandes que pude haber dicho en la historia

-No pasa nada si no quieres decírmelo- dije -

Todos sabemos que tú eres de Mangel- dije, con una tímida sonrisa

Y Rubius, lo único que pudo hacer, fue mirarme. Eché un vistazo rápido a los dos otros personajes que se hallaban en el vehículo, pero ninguno de los dos estaba atento a la situación. Y ahí estaba Rubius, mirándome penetrante, con sus ojos marrones verdosos y una mirada que me llegó al alma. Me identificó, y hasta creo que me pudo leer el pensamiento. Estábamos los dos frente a frente, a punto de volver a besarnos, ésta vez en el mismo sitio que otras dos personas, cuando una voz nos interrumpió

-Bueno, ya hemos llegado- dijo eddy, y maldecí.

-Y tenías que decirlo justo ahora- dije en voz baja