12 - ¿¡PERO ESTO QUE EEEEES?!

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La cagué. simplemente, ¿por qué dije eso? Yo estaba sonrojada, maldiciendo miles de insultos en la cabeza, cuando él rió. Como si nada hubiera pasado. Me miró, sonriente, y me hizo olvidarme de aquellos problemas de la infancia. Simplemente habló.

-Acuérdate de mi Draw My Life. Yo me mudé 7 veces. Siempre era nuevo. Me rechazaban, pero terminé igual que tú. Gracias a internet, tengo la vida que tengo hoy...- dijo, suspirando -y tengo bitches por todas partes, muyaya!- 

Al decir lo último, me reí. Sabía salir de una mala situación, y eso me gustó. No sé en qué forma, pero un escalofrío volvió a recorrer, esta vez, mi barriga. 

Después de aquello, empezamos a jugar al Just Dance. Era cómico ver a rubius hacer los bailes de Michael Jackson, pues a cada poco que podía se agarraba la... la cosa. Reímos bastante, y llegó un momento en el que tocó el timbre. Y de repente, entró una panda de gente alucinante. Increíble. JP, Curricé, Mario, Colors, Satu, Cheeto con las pizzas, Thous, Sean, Chevi, Chusita, YellowMellow, Mangel,... hasta Alexby! Todos en mi casa. 

Y yo ahí, con rubius, y sin pantalones. Antes de que entraran al salón, corrí como si fuera una bala hasta mi habitación, la cual tenía baño propio, y comencé a ponerme algo. Unos jeans, con una camisa tres cuartos algo apretada y un chaleco por encima. Todo ello conbinado con mis preciadas converses. Me miré en el espejo, y tras repasar que estaba bien, salí. 

Di besos a todos, y me presentaron en persona a YellowMellow y a Chusita. Pronto cada uno se desperdigó por ahí, y yo lo único que se me ocurrió fue ir a la cocina. Allí estaba Chevi con un trozo de pizza y mirando algo en el frigorífico. Me miró extraño con sus gafas negras, y me preguntó.

-Pitufa, ¿dónde tienes el alcohol?- Me ofendí un poco con el apodo, pero aún así me gustó. 

-En ese armario. Tienes los refrescos en la terraza, dado que en el frigo no me cabía- dije con una sonrisa

-¿También tienes monster?- pude ver una chispa de luz en sus ojos

-También- sonreí

No dijo más, sólamente me abrazó y fue directo a la terraza. Y de allí empezó a llevarlo todo a la cocina. Al parecer, Chevi aquella noche sería el susodicho camarero, y para justificarlo, puso la mierda mesa de mi cocina en la entrada. 

Volaron huevos, harina, y otras cosas que no alcancé a identificar. Yo estaba hablando con Alexby, un chaval muy majo, y ya estaba algo ida. Lacara de Alexby se veía borrosa, y tenía que parpadear varias veces. Y vino. Le dije a Alexby que si me esperaba un momento, y fui directa al baño. Al llegar, Colors estaba vomitando en el váter, por lo que yo me lancé a la ducha. Y vomité. Pude notar unas manos en mi espalda, y se lo agradecí mentalmente. 

Cuando pude vomitar y echar toda mi primera papilla, me dí la vuelta. Mangel me había ayudado. Musité un gracias, y me acompañó a la cocina. Chevi no estaba allí, si no que se encontraba en la terraza junto con Thous y Sean medio desnudos. Aparté la mierda mesa de la puerta, y fui a coger un trozo de pizza.

Estuve con Mangel casi todo el tiempo, ni me acuerdo de cuanto, pero misteriosamente, el salón había quedado vacío. En el baño, Colors y Mario se habían dormido, Chevi estaba tirado en el sofá, diciendo que todo le daba vueltas, y Thous se hallaba en el suelo, justo encima de Sean. Decidí acomodarles a todos, dado que ya era demasiado tarde como para que se fueran, y saqué varias colchonetas. Puse a Sean y a Thous en una de ellas, y despejamos el sofá. Curricé y JP habían ido a acompañar a Chusita y Melo a la casa de Chusita, dado que Melo se quedaba en su casa. Y sólo quedábamos Mangel,  Cheeto Rubius y yo. 

Sabía donde estában. Cogí las pizzas que todavía sobraban, unas cinco, y las llevé junto con Mangel (él llevaba algunos refrescos y poco más) a la habitación de los juegos. Allí se hallaban los dos, jugando y con dos Monsters delante de ellos. Mangel, nada más dejar las bebidas en el suelo, se arrodilló y me pidió matrimonio. ¡Otra vez no!

Reí, al igual que los demás, y me senté en el sofá. Tenía sueño, peor no podía dejar que estos hicieran con mi casa lo que les viniera en gana, por lo que terminé viciándome a jugar con ellos. Al final, sólo estábamos jugando Rubius y yo al Need for Speed. Cheeto estaba en la cama de esa habitación, y Mangel se había quedado dormido en el sofá. Cuando quedamos empate finalmente, se nos hubieron terminado los Monsters y la pizza, decidimos que era momento de irse a la cama. 

-¿Dónde dormiré?- dijo -No quiero dormir con Cheeto, tetitas de azúcar- dijo con cara de pena

-Pues despertamos a Mangel un momento, ponemos bien el sofá cama, y te duermes con él- dije, quedándome adormilada

-Mangel tiene mal despertaaar- dijo, como canturreando una cancioncita de niños que me hizo estremecer

-No cantes eso- siguió cantándola -¡Vale! ¡Duerme donde quieras, pero yo me voy a mi cama!

Fui a mi habitación, entré, y allí se hallaba mi amante. Mi novia cn la que compartía todas las noches. Mi cama. Y la habitación estaba en un orden espantosamente perfecto, comparado con lo que había allí fuera. Sabía que no dormiría mucho, pero entonces vi la escena de rubius. 

-gñé- dijo, intentándose acomodar en el sofá con chevi, y no pudo, por lo que se trasladó a la colchoneta -gñé- otra vez, no pudo meterse -gñé- se oyó desde la cocina -puajjj que ascoo- seguro que había ido al baño

-anda, ven aquí, que tienes que dormir- dije resignada, a lo que él rápidamente vino corriendo hacia mi habitación como un niño pequeño y se tiró en el espacio vacío que quedaba

-Tengo que mear- dijo -en el baño no puedo por Mario y Colors

-Sácatela por la terraza, ¡a mí que me cuentas!- malhumorada, me di la vuelta, dispuesta a dormirme. 

Noté cómo se levantó de la cama, y tras oír una bragueta bajándose y subiéndose en el silencio, volví a notar como se hundía la cama de nuevo. Ya se acostó. 

-Te habrás quitado los zapatos, ¿no?- dije en broma

-Por tí me quito lo que sea, muyaya- 

Y dicho esto, nos quedamos dormidos como troncos. Menuda me esperaría a la mañana siguiente. Lo llevaba claro. Recordé mentalmente como estaba la casa, y lo único que me venía a la mente era desorden, lío, suciedad. Alejé la cabeza de ello y me dí la vuelta. Allí estaba él, durmiendo a mi lado. Y no me lo había imaginado ni en un millón de años. 

Y me acordé. Mierda.

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Ya tendréis capítulo para todo el día. .... ¿De qué se habrá acordado _______? ¿Hago capítulo romántico? ¿Cómo pueden dormir Colors y Mario en el baño?

Hasta la próxima. Corasones gays y apoyo vagianal para todos.

La Chica Gamer [Rubius y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora