La Chica Gamer [Rubius y tú]

62 - ______, ¿querrías ser...?

Se dirigió normal, como si las cosas de ayer no sucedieron, y estuviéramos como siempre. Personalmente me sorprendió, pero no hice ningún atisbo de esta reacción. Sonreí, y le seguí el rollo. Los otros que estaban levantados veían nuestra conversación en un silencio sepulcral, como si estuvieran esperando a que nos tiráramos al suelo para pelear. Pero todo sucedió casual.

-¡Hey, tetitas de azúcar!- dijo, y de repente pudo vislumbrar las múltiples tostadas recién hechas encima de la mesa -¿Me has preparado tostadas?- preguntó, a lo que yo asentí -Zelda Azul, eres la mejor, sinceramente. Quién quisiera ser tu novio- dijo, para soltar un suspiro -Pero que no se acerquen, ¡tú eres mía!- dijo, y acto seguido, se metió una tostada en la boca e hizo una especie de movimiento de kárate

-No te creas, también pertenezco a Maximus, ¿eh?- dije de broma, y de repente, le cambió la cara -Pero aunque le pertenezca, no quiere decir que le ame…- dije -¡Fuguémonos, Rubius, y casémonos vestidos de Zelda y Link!-

-¡Huyamos a Hyrule… con tostadas!- dijo

Y, de repente, sin que yo me diera cuenta, cogió todas las tostadas, se las metió en los bolsillos, y agarró de mi mano, para tirar de ella. Me dejé llevar entre risas, mientras los demás se reían. Lo único que pude alcanzar a coger fueron las llaves, pues no pasaron más de 10 segundos hasta que nos vimos fuera de mi casa, concretamente, en mi portal. Reía de forma histérica, y la gente me miraba. Pero no me importaba, con él, todo era diferente.

Pregunté dos veces dónde íbamos, pero no me dio mucho tiempo a volver a preguntar otra vez, pues estábamos en el lugar donde habíamos quedado para nuestra no-cita. En aquel parque donde estaba nuestro Gran Árbol Deku. Me reí, y le seguí la corriente, hasta que llegamos a los pies de aquel gran árbol. La verdad es que me esperaba cualquier cosa que me dijera, con tal de que salieran de sus labios rosados.

-Zelda Azul, no te lo vas a creer, pero te voy a pedir algo muy importante para mi vida- dijo, y me dio un vuelco al corazón. No sería lo que yo… -He recibido esto ami móvil, mira- se le veía emocionado, por lo que empecé a leer en voz alta

-Estimado señor Rubén Doblas Gundersen, A.K.A. ElRubiusOMG…- no pude seguir leyendo, porque me interrumpió

-¿Qué significa A.K.A?- preguntó

-Significa “As Known As”, que en español sería “Mejor Conocido Como”- dije, y continué leyendo -ha sido usted invitado por parte de Ubisoft a la convención que se celebra todos los años…- me costaba tragar, y continué leyendo como pude -en Los Angeles- dije, y no pude evitar gritar de alegría

-¡Lo he conseguido, _______, lo he conseguido!- gritó

-¡Lo has conseguido, Ruben!-

Y, de repente, no pude evitar lanzarme a sus brazos. Era todo tan fantástico para él, tan bonito. Yo le apoyaría desde aquí, desde Madrid, esperando su regreso, pero me daba igual. Al lanzarme a sus brazos, sin querer, tiré con los pies la pequeña montaña de tostadas, pero me dio igual. Nos estuvimos riendo, festejando, gritando y saltando por varios minutos, hasta que no pudimos más con nuestras almas, y quedamos abrazados.

Cuando me fui a separar, yo estaba tan llena de alegría, que ni siquiera me dí cuenta de cómo pasó. De la nada, después de separarme de él, me besó. Un beso cálido, dulce, de alegría. Al acabar de besarnos, no pude evitar volver a abrazarlo, mientras sonreía felizmente y le daba la enhorabuena.

 

-¡Hay que ir a contárselo a todos!- dije entusiasmada, y le tomé la mano para ir corriendo hasta mi casa. Tiré de él, pero no se movió. Y me giré -¿qué te pasa?-

-__________, mi Zelda Azul, ¿querrías ser…?- decía, mientras yo estaba cada vez más nerviosa

-¿Quiero ser tu… qué?- dije

-¿Querrías ser tú mí….?-