— kellin... te juro que no es lo que crees —. se apresuro en decir, deteniéndome por el brazo.— por supuesto que no —. dije con sarcásmo, zafándome de su agarre y dando vuelta en mi lugar dispuesto a irme.
— por favor, dejame explicarte —. suplico una ultima vez detrás de mi.
en cambio yo no volví mi vista a él.
no me necesita más.