dos días después de que kellin se enterara de todo aquello sobre su familia, quiso e insistió en ir a visitar la tumba de su madre. no fue fácil, pero finalmente logro que victor cediera, y no es porque él no quisiera que su novio fuese a ver a su madre, absolutamente, todo era debido a que la ultima vez que lo llevo, kellin se había puesto muy mal.Respecto a ello, sería una total mentirosa si les dijera que kellin no estuvo deprimido y que incluso, lo sigue estando. pero a fin de cuentas, era entendible ¿no es cierto?, enterarte de que el hombre a quien creías tu padre resulta no serlo y que a la persona que jamás podrías imaginar haciendo mal, lo hizo, ¿cómo no sentirse mal al respecto?
también cabe aclarar que vic no estaba enterado del estado de animo que su novio mantenía, pues kellin era astuto y lo ocultaba muy bien. no lo hacia con malas intenciones, sin embargo. todo era por el simple echo de que no quería preocupar a su chico con más de sus problemas, él estaba harto de ser una carga para los demás, se rehusaba a serlo para vic y que este ya no lo soportara y se fuera, dejándolo solo como los otros ya lo habían echo.
aunque eso no era en lo único que kellin mentía, y es que desde mucho antes había algo que lo estaba torturando. algo que creyó ya había terminado.
de nuevo estaba ahí, cada vez era más notorio, podía verlo en su rostro, en como sus mejillas se veían ligeramente más hinchadas; en su abdomen, donde un diminuto incremento había aparecido.de nuevo estaba subiendo de peso.
de nuevo se estaba convirtiendo en alguien repugnante.
desde que habitaba en la casa de vic, este mismo lo había echo olvidarse de sus problemas, llevando con ello a que él comiera sin algún remordimiento. mas después de lo sucedido, y debido a su tristeza, kellin no pudo evitar enfocar de nuevo su atención en lo que le había costado tanto trabajo superar.
si tan sólo quitara la venda de sobre sus ojos, entonces todo sería diferente.
— kells, es hora de irnos —. escucho la voz de su novio y sintió el ligero apretón en su cuerpo.
parados a un costado de donde los restos de mary bostwick descansaban, kellin lloraba en silencio, vic lo abrazaba con fuerza.
el ojiazul se limito a asentir y los dos caminaron en dirección a la salida. pero justo cuando estaban a punto de poner un pie fuera, se detuvieron gracias a un pequeño adolescente castaño que se aferraba a la espalda de vic; sobresaltando de momento a ambos.
— ¡vic! —. chillo emocionado el menor. víctor sonrío y se giro un poco para poder apreciarlo bien.
— hey, campeón, ¿qué haces aquí? —. preguntó, abrazándolo de vuelta.
— vine con mi papá.
mi papá; retumbo con fuerza en la cabeza de kellin.
tyler hablaba de jeuse, eso quería decir que él estaba ahí y lo menos que necesitaba era verlo.
kellin supo que ese no era su día de suerte, debido a que noto como ese hombre se acercaba hasta quedar sólo unos pasos lejos de ellos.
— vamos, tyler —. ordeno. el menor giro a verlo con un puchero en sus labios.
— no, quiero estar con vic —. dijo, después viendo a kellin — y-y con kell —. sonrío tímidamente hacia el más alto.
kellin sonrió un poquito, aunque él quisiera, jamas podría sentir rencor hacia ese chico.
— no creo que ellos quieran-
— no es ningún inconveniente —. victor se apresuró a decir.
jeuse frunció el ceño por debajo de sus gafas de sol. ese chico siempre se interponía, ¿tan difícil era dejarlo pasar tiempo con su hijo?; después de aquellos pensamientos finalmente suspiro rendido, de todos modos tyler quería ir con ellos.
ellos...
fue entonces que poso su atención en kellin.
vio como sus ojos estaban cristalinos y rojos, su rostro con las señales de que había estado llorando. por un momento el semblante de jeuse cambio a uno de preocupación, queriendo acercarse a kellin para abrazarlo y cuidarlo como cuando este era un niño.
negó ligeramente con su cabeza, luego volvió su vista a tyler.
— puedes ir, ty —. autorizo sonriendo a su hijo, tyler devolviendo el gesto entusiasmado — mandare a mi chofer por él mañana temprano, cuidalo mucho —. dijo eso ultimo dirigiéndose a vic.
era mejor para ambos el pretender que nunca se vieron. por esa misma razón, jeuse se alejo, sin siquiera dar un simple adiós al que solía ser su hijo.