65. (narrador)

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su respiración agitada.

su corazón acelerado.

uno de sus puños acercándose con leves temblores hacia la puerta.

 suaves golpes fueron depositados sobre ella y no tardando, dentro se escucharon los pasos de alguien acercándose.

fueron cortos segundos en los que todo se detuvo; los ojos de ambos se cruzaron. una mirada de nerviosismo, de temor. contra una de desconcierto, que poco a poco fue convirtiéndose en dolor.

- ¿qué haces aquí? -. preguntó inmediatamente, sin siquiera un saludo de por medio. kellin no sería amable después de todo.

jeuse paso saliva ruidosamente antes de responder.

- kellin... hijo yo-...

- ¿qué? - . lo interrumpió aun más confundido el menor.

¿de pronto ya era su hijo otra vez?

- kellin, por favor, escúchame. necesitamos hablar.

- no creo que tengamos algo de que hablar - . a pocos diálogos kellin de verdad se estaba alterando.

pero era entendible su actitud ¿no es verdad?

- te lo suplicó, escuchame... y después prometo q-que, si así lo quieres, me iré -. la voz del más grande comenzaba a quebrarse.

la pesadez que mantenía kellin de a poco se fue suavizando y entonces acepto.

- entra -. se limito a responder.

ambos se adentraron al lugar y caminaron silenciosamente hacía la sala de estar, donde vic aguardaba viendo la televisión.

- vic -. le llamo su novio.

el moreno dejo de ver a donde lo hacia y esta vez poso su atención en su chico, para después observar tras de él y notar a jeuse.

- kell ¿qué... -

- quiere hablar, ¿podrías? -. la incomodidad en kellin lograba sobresalir.

- si, claro... ¿estás seguro? -. preguntó el moreno con desconfianza.

- si, te llamo por si te necesito.

vic volvió a asentir, saliendo del lugar, no sin antes darle una dura mirada a su suegro.

y él, hablando con la verdad, temía que la visita de jeuse únicamente lograra que kellin se pusiera mal.

cuando vic estuvo lejos, fue en el momento en que jeuse decidió decir las primeras palabras.

- lo siento.

demasiado tarde; pensó kellin.

- ¿qué cosa? ¿el hacerme sentir cómo una mierda o el haberme dejado a mi suerte? -. preguntó con ironía el menor.

- todo -. susurro con dificultad. lágrimas salían con rapidez por sus ojos.

mentiría si dijera que a kellin no le dolió verlo en ese estado.

- n-no hagas eso... nunca me ha gustado ver llorar a alguien, por más que lo merezca.

- lo siento -. se disculpo por segunda vez.

ambos quedaron en un profundo silencio. kellin debatiéndose entre qué debería y qué no debería hacer. digo, el hombre lucia arrepentido y mantenía aún cortos sollozos. otra cosa, el pelinegro era demasiado sensible como para que su lindo corazón no se partiera al verlo así. incluso frank, siendo un poco más insensible, se había ablandado con su padre en ese estado.

estaba claro ya lo que seguía.

- ya, papá, no llores más.

listo, lo dijo.

la mirada lagrimosa de jeuse se desvío por unos segundos. es que ¿acaso escucho mal?, ¿kellin de verdad lo llamo "papá"?

y como antes ya había pasado, el mayor se lanzo a los brazos de su hijo, dándole un fuerte abrazo.

- de verdad lo lamento, hijo, de los errores se aprende, y soy muy consciente que no es el mejor de locasos, sin embargo, he aprendido y estoy dispuesto a enmendar mis acciones.

kellin no dijo nada, no tenia algo que decir en realidad, simplemente devolvió el abrazo. sintiéndose reconfortado en cortos segundos.

- vuelve a casa, kell, por favor.

probablemente las cosas tomaban de nuevo su curso.


The Lost Souls. [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora