55 (narrador)

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la confianza es algo fuerte. una vez la rompes, entonces no puedes esperar que todo sea de manera positiva con ese alguien a quien decepcionaste.

victor lo tenía claro. sabia que para kellin era difícil, sin embargo, no era imposible.

kellin tuvo un gran conflicto al responder aquel día, hace dos semanas.
miedo era todo lo que sentía al tomar una decisión.
harto de que todo el tiempo lo dejaran solo, de que lo abandonaran.
lo más doloroso es que eran personas que solían quererlo, ¿cómo confiar con ese historial? mas lo hizo, después de todo, después de creerlo perdido.
teniendo en mente que de los errores se aprende, y que si todo sale mal, entonces no volvería a pisar ese camino nunca más; kellin empacó sus cosas y abandonó su casa esa misma tarde.

ahora se alojaba en la casa de los fuentes, siendo aceptado de muy buena manera por los miembros de la familia.

kellin compartía habitación con vic, ya que se rehusaba a dormir solo en la habitación de huéspedes.
los padres de vic no se opusieron a eso. ellos, por el contrario, se mantenían felices de que su hijo mayor por fin volviera a irradiar ese encanto que en mucho rato no había mostrado.

justo ahora, ambos chicos se encontraban solos, los padres del mayor tenían una cena de negocios y su hermano menor, mike, estaba fuera junto a su mejor amigo.

vic terminaba de subir las escaleras, con cuidado de no tirar las dos tazas de chocolate humeante que llevaba en sus manos.
afuera llovía y a kellin le encantaba el chocolate caliente en esas condiciones.

llegó al mural de la puerta y lo primero que vio fue a kellin, parado frente al espejo de cuerpo completo.

el menor llevaba los ojos llorosos y observaba su silueta con recelo.

¿por qué tenía que estar tan malditamente gordo?

sin hacer mucho ruido, vic termino de entrar al espaciado lugar, dejando en su mesa de noche el contenido de sus manos.
se acercó hasta terminar detrás del pelinegro y pasó sus brazos alrededor de su cintura.

— eres hermoso, ¿lo sabes, cierto? —. susurró.

kellin dio un leve salto en su lugar y observó a vic a través del espejo.

— me asustaste, tonto —. reclamó, aunque sin darle verdadera importancia.

— lo siento. ven, vamos a la cama —. vic tomó suavemente su mano y los condujo hasta el sitio.

kellin se arrastró por la sabanas y se metió debajo de estas, dándole la espalda a el moreno.

victor suspiró. ¿cuándo iba a superarlo?

se sentía impotente de jamás poder ayudarlo, por más que intentara, nunca era suficiente para que kellin creyera en que su belleza no vendría del físico. que para él ya era más que perfecto.

incluso tyler o el estúpido amigo teñido del pelinegro estaban de acuerdo con él, vic podría apostarlo.

segundos después imitó las acciones del menor y se relajó dejando caer su brazo en la cintura del chico, acercando a kellin lo posible a su cuerpo.

— ¿qué ocurre, bebé? —. preguntó, dando una ligera caricia con su nariz en la nuca del menor.

— no ocurre nada, vic —. dijo pacíficamente.

kellin de verdad se había sentido triste después de verse en el espejo, ese cristal que le permitía darse cuenta de todos y cada uno de sus defectos.

— estás más delgado, ¿lo notaste? —. Intentó.

vic, con toda la confianza del mundo, pasó su mano por debajo de la playera de kellin, sintiendo su plano abdomen.

— no mientas con eso, por favor, vic —. kellin giró en su lugar y observó fijamente los ojos marrones frente a él.

— pero no miento —. aseguró.

— ¿sabes?, recuerdo un día igual a este —. dijo kellin, comenzando a divagar —; frank y yo jugábamos en el patio sin el consentimiento de mamá. ambos brincabamos en los charcos hasta que pocos minutos después no podía respirar y estaba realmente cansado. frank se reía de mi y me llamaba con cosas como  “gordo, bola de grasa" —. kellin soltó una risa amarga, disimulando el dolor que le causaba recordar.

— ese mismo día entré llorando a casa y mi padre fue quién me encontró cubierto de lodo y sollozando en mi habitación... “¿qué te ocurre, pequeño?" me preguntó, le conté todo en cuanto pude y esperé a que reprendiera a frank... mas eso no fue lo que paso, él solo me dijo “¿de qué habla?, eres muy delgado". me costó darme cuenta tiempo después de que me había mentido para hacerme sentir bien. al igual que tú justo ahora. lo aprecio en verdad, pero no quiero eso, no quiero que tú me mientas, vic...

escuchó con atención cada una de las palabras en el relato del pelinegro.
vic se sintió triste al saber lo cruel que frank llego a ser alguna vez y se sintió aun más triste de ver a su chico, a la persona que más amaba en su vida, tan asustado de su propio peso.

— kellin, bonito, te amo... sabes que yo haría cualquier cosa por verte feliz, también que yo sería incapaz de mentirte y menos con algo que sé que es delicado para ti... lo que dije no fue mentira, es cierto. ¿por qué no puedes verlo?, te necesito aquí, te necesito feliz... necesito que dejes de buscarte defectos y aprendas a apreciar tus virtudes, ¡que, por dios, eres hermoso!, cualquiera estaría deseando ser yo en este momento con tal de tenerte a ti cerca. incluso estoy ansioso por el momento en que de nuevo pueda llamarte mi novio. eres una maravillosa persona... soy afortunado de ser el que esté a tu lado. quiero verte bien, si tú no estás bien, entonces yo tampoco lo estoy —. al finalizar, vic limpió las muchas lágrimas que caían por las mejillas del pelinegro, quien desviaba la mirada y contenía los sollozos.

— lo siento, vic —. susurró, apretándose con fuerza a el cuerpo del mayor

— saldremos de todo esto juntos, te lo prometo, kellin.

ambos permanecieron abrazados hasta el momento en que kellin recordó su chocolate.

The Lost Souls. [Kellic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora