— ¿entonces, me dirás? —. susurré de nueva cuenta. estaba siendo muy difícil de convercer y parecía batallar con lo que sea que estuviese rondando por su cabeza.— no puedo kellin, prometí no decir nada, no me concierne a mi hacerlo... esto es algo delicado de lo cual sólo esa persona debe hablarte —. dijo finalmente. yo rodé lo ojos y giré en la cama dandole la espalda.
sé que no debería molestarme, tambien sé lo leal que puede ser vic cuando promete algo, pero de igual forma ahora éste "algo" me involucra a mi. aquello era la razón por la que vic se alejó de mi. por lo que estaba dispuesto a olvidar lo nuestro.
entonces, ¿qué tan malditamente mal debe de ser como para que vic fuese capaz de hacerlo?
necesito respuestas.
no tardo mucho para que su brazo rodeara mi cintura y su cuerpo se acercara a el mío.
— no te enojes, amor —. susurró, y por cada palabra deposito un suave beso en mi mejilla. Cerré mis ojos y rendido deje salir un suspiro antes de hablar.
— quiero saber lo que paso, te di tu espacio, pero de verdad me molesta no entender porqué consideraste mandar lo nuestro a la mierda —. solté, sonando más molesto de lo que pensé.
vic fue rápido en tranquilizarme, siguiendo con los besos y pasando suavemente la palma de sus manos a lo largo de mi muslo.
— por lo menos dime quien era ese chico con el que te besabas en la fiesta en la que te vi —. rogué, ya un poco derrotado. él no hablaría después de todo.
— no lo sé, estaba ebrio... pensaba en que eras tú, lo que, ahora que lo pienso, fue estúpido pues el motivo por el que estaba con él era para tratar de olvidarte —. eso dolió —, pero como te darás cuenta, no puedo, no me puedo olvidar de el amor de mi vida.
al escuchar eso último, y aunque suene estúpido, toda la molestia que sentí antes se había esfumado, era imposible enojarme con él si se comportaba de esa manera.
tan dulce y cariñoso.
— ven, dejame besar esa bonita boca, anda bebé —. sonreí, rodando en la cama.
cuando sus labios se apartaron y estaba a punto de descender sobre mi pecho, fue entonces que un par de insistentes golpes en la puerta causaron que nos separaramos y que vic bufara y se levantara molesto a abrir la puerta.
— mike, ya te dij- —. escuché como detuvo sus palabras al ver a la persona detrás de la puerta.
— ¿frank?