///NOTA DE LA AUTORA///: Primero que nada, perdón por la demora (;-;) y segundo, les invito a leer mis otras dos historias Hannigram.
Con Hannibal como sensual vampiro: http://my.w.tt/UiNb/QXgo9rFXCx
Y esta que relata las aventuras y desventuras de sus vidas hasta conocerse por fin cuando son ambos muy jóvenes, Will un niño que sufre abandonó y Hannibal un joven y prodigioso estudiante de medicina: http://my.w.tt/UiNb/sMNLLqZXCx
Finalizado el espacio publicitario, les dejo con el nuevo capítulo xD////
--------------------------------------------Al día siguiente, al despertar, en lo primero en lo que Will pensó fue en que debería ir a ver cómo estaba Gloria Madchen en el hospital... Y averiguar si recordaba o sabía algo sobre lo que había pasado con Hannibal. Aunque de todos modos ella ni siquiera era un testigo confiable... Era la acusada y nada mas... Y de paso, estaba loca.
Por otro lado, quería alejarse del escenario de su delirio de la noche anterior por culpa del cual había estado a punto de matar a su familia o por lo menos a Hannibal, quien aún dormía tranquilamente al lado suyo con su fuerte pecho vendado por culpa del corte que Will le había hecho.
El agente buscaba no sentirse tan culpable al recordar como Hannibal había asesinado a ese doctor... Y a todas las demás personas a las que le había hecho daño o torturado... No debería sentir compasión o culpa por hacerle daño a una persona así... Pero lo sentía, y eso era por que lo quería, por que lo amaba...
Will Graham se quedó finalmente buena parte de la mañana solo mirando a su psiquiatra y acariciando su hermoso y extraño rostro con suavidad. Quería que el se despertara antes de irse, pero no se atrevía a perturbar su sueño así que tuvo que esperar a que el otro despertara naturalmente.
Cuando lo hizo y esos ojos que adoraba se clavaron en el sintió dentro de sí un fuerte tornado de culpa arrastrando todo dentro de su mente, así como también una extraña opresión en el pecho. Pero la mirada de él era la de siempre, no había enojo ni acusación en sus ojos.
-Buenos días Will..- saludó el doctor tranquilamente sin dejar de mirarlo.
-Buenos...- apenas murmuró el agente desviando la vista de pronto, sin ser capaz de sostenerle la mirada. -Ayer... Te hice mucho daño?- preguntó Will al fin mordiéndose los labios pensativo y aún sin mirarle. Era la primer pregunta que acudió a sus labios y también la más urgente.
-No fue nada...- respondió Hannibal tranquilamente mientras le acariciaba el cabello con el mismo cariño de siempre.
Will asintió con la cabeza escondiendo su rostro entre el cuello y el hombro de su psiquiatra mientras le daba suaves besos a modo de disculpa. Se quedó así un buen rato hasta que su teléfono empezó a sonar, era Jack por supuesto, preguntándole en donde demonios estaba.
-No estoy en casa...- fue la esquiva respuesta de Will cuando atendió, sin dar muchos más detalles.
-Pues levántate, o deja lo que sea que hagas... Te espero en mi oficina en, como mucho, diez minutos... Es más, ya deberías estar ahí.- dijo Jack con su potente voz autoritaria de siempre antes de cortar la comunicación.
Hannibal por otro lado observaba con expresión algo divertida la mueca de fastidio del agente.
-Pasó algo interesante?- preguntó Hannibal mientras Will se levantaba para empezar a vestirse.
-No lo se... Jack estaba bastante alterado...- murmuró Will mientras se vestía, se giró hacia el doctor un momento después, abotanandose la camisa. -Pasó algo interesante?- añadió al fin mirando a su psiquiatra, sabía que la pregunta de Hannibal no había sido hecha por que si, si había ocurrido algo sin duda él lo sabría.
-Tal vez... Ya lo averiguaras...- murmuró Hannibal aún con esa ligera sonrisa que llegaba hasta a dar miedo.
Will suspiró, intentando prepararse mentalmente para cualquier que jugarreta que él hubiera decidido para ese día, y aunque estaba angustiado aún por lo que había pasado y había alucinado no dejaba de sentirse cansado y molesto de tantos juegos... Pero esa era solo una parte de Will Graham, por que a la otra parte que él negaba con tanto ahínco... Esos juegos le encantaban.
No tardó mucho en salir de la casa de su psiquiatra y amante y subir a su auto para ir al trabajo. Se sentía bastante más despierto y despejado que de costumbre, por lo menos ya no le dolía la cabeza. Y lo que era más importante, antes de salir de la casa se había detenido delante del escritorio de Hannibal y había observado los papeles que en la noche anterior le habían parecido horribles dibujos de él y Abigail muertos... Realmente Hannibal los había estado dibujando, pero ninguno de los dos estaba muerto en esos dibujos. Eran dibujos preciosos, parecían retratos, pero en los rostros de ambos había vida, brillo y una hermosa sonrisa. Su mirada se habia detenido un segundo sobre su propio rostro inmortalizado en el papel por la habil mano de Hannibal y se había sentido mucho más tranquilo que nunca... Todo habia sido producto de su mente destrozada y angustiada... Seguro.
Cuando llegó al trabajo pasó enseguida a la oficina de Jack, éste último estaba claramente nervioso y ni siquiera se tomó la molestia de saludar a Will antes de empezar a decir todo lo que le estaba pasando.
-Volvi a recibir esa maldita llamada... Solo que esta vez pudieron rastrearla...- dijo Jack apenas escuchó los pasos que solo podían ser de Will.
De inmediato el agente especial se sintió alarmado, descolocado... ¿Habian rastreado la llamada?
Ya sabrían que había sido Hannibal y en cualquier momento aparecerian otros policías para esposarlo por... Ser cómplice del asesino?
-Llamaron desde mi propia casa... DESDE EL MISMO TELEFONO QUE ESTA AL LADO DE MI CAMA, DONDE DUERME MI ESPOSA!- explotó Jack en ese momento y ésta vez el corazón de Will se sintió inundado de alivio y al mismo tiempo de oscura admiracion.
En verdad Hannibal se había metido en la casa Jack y le había hecho esa jugarreta con el mismo telefono de su habitación?
Era tan... Cruel... Tan... Morboso y al mismo tiempo tan genial. En cierto modo no podía evitar sentirse asombrado por la manera en que Hannibal había logrado arrinconar mentalmente a Jack, quien era tan astuto y tan fuerte.
-Encontraron una huella dactilar.. De Miriam... Y cabello de ella sobre la almohada...- musitó Jack un momento después bajando el tono de voz y con la mirada perdida... Y si después de todo ella estaba viva?... No... No podía concebir una esperanza tan absurda como esa... Después de tanto tiempo.
-Ella sabía dónde vivías?- inquirió el agente al cabo de un segundo.
-Sugieres que ella pudo decírselo al Destripador antes de que la matara?- preguntó Jack casi como si en realidad esperara que Will le dijera "No, no es por eso. Es por que tal vez pudo ser ella la que llamó y seguir viva después de todo..."
Pero Will solo suspiró casi como si supiera lo que Jack pensaba y deseaba que el dijera y no respondió la pregunta.
-Supieron algo más?- preguntó Will en cambio, esta vez intentando que su voz no sonara divertida... Por que, para que negarlo? Eso había sido divertido... Jodidamente divertido.
-No... Eso fue todo...- gruñó Jack apenas con un suspiro. -Necesito que te concentres en esto... Miriam desapareció cuando investigaba al Destripador... Pero tal vez él no fue quien la mató... Pudo ser cualquier otro asesino... Tal vez ese ayudante que dices que tiene ya lo tenía desde antes y es él o ella quienes están matando ahora... Por que aún podría ser Gideon... O el imitador... Dios, siento que se me va a prender fuego la cabeza...- murmuró Crawford masajeandose las sienes con fuerza mientras Will lo miraba cruzado de brazos frente a su escritorio y completamente impasible.
-No es Gideon...- repitió Will harto de tener que repetir eso una y otra vez, aunque por otro lado suponía que era mejor así, Jack se obstinaria y buscaría llevarle la contraria por que era su deber como jefe el aportar un punto de vista diferente... Si Will en cambio apoyaba la teoría de Gideon, Jack empezaría a mirar a su alrededor buscando a cualquier otro posible sospechoso... Y eso no era bueno ¿No?
-Como sea... Gideon va a ser traslado esta tarde... Parece ser que acusara a Chilton por tergiversar su historia y meterle ideas raras en la cabeza sobre ser el Destripador de Chesapeak... Ese hombre ni siquiera sabe del todo quien es... Pero no lo descartaré aún como posible sospechoso.- murmuró Jack con una obstinación que hizo que a Will se le escapara una breve sonrisa.
Aún así esa nueva información era muy interesante para él y para Hannibal también.
-Ve con los chicos... A ver si puedes ayudarlos con algo.- le dijo Jack al cabo de un rato al ver que, como siempre, Will Graham no era la mejor compañía del mundo ni tampoco la más elocuente.
Will se marchó de allí en silencio y fue hacia donde estaba trabajando el resto del equipo, con Jimmy y Bryan discutiendo como siempre aunque en tono amistoso y Beverly un poco apartada, la primera en mirar a Will cuando esté apareció.
-Saben como ésta Gloria?- preguntó Will en ese momento aunque más que nada le hablaba a la agente Katz que era la única que le prestaba atención.
-Bastante mal... Aún ni siquiera recupera la consciencia... Pero con algo de suerte saldrá adelante...- dijo ella mirándolo y levantándose para acercarse a él y llevarlo un poco aparte de los demás.
-Ella mató a ese doctor?- preguntó la chica a quemarropa y Will se la quedó mirando casi de manera desagradable por un largo segundo.
-Quien mas pudo ser? Comprobaste que no fui yo y ella era la única que pudo hacerlo...-
-Pero tu no la viste haciéndolo ¿Verdad? ... Y si hubo alguien más ahí esa noche? Alguien con motivos para matar a ese hombre? Alguien que quisiera inculpar a Gloria o más posiblemente a ti?- insistió Beverly que claramente no se había quedado nada conforme con lo que había pasado.
-Inculparme? Y quien te parece que intentaría hacer eso?- cuestionó Will aún mirándola, ella era tan astuta que era poco conveniente para ella misma serlo tanto.
-No lo sé... Solo se que esos cortes no pudo hacerlos una chica en el estado de Gloria... Y aunque estaba manchada de sangre... No era suficiente sangre... Por otro lado... Estas raro, mas que de costumbre. No se en que estás métido... Y no sacaré conclusiones rápidas en vano y sin pruebas... Pero...-
-Pero? Piensas acaso que... Pudo ser... No lo sé ¿Hannibal?- insinuó Will conteniendo una leve sonrisa que asomó a sus labios, Beverly clavó los ojos en él por un largo segundo.
-Tu mismo dijiste que ese doctor te lo recomendó él... Que era colega y amigo de Hannibal... Fue por eso que lo dijiste antes de irte esa noche cierto?- preguntó Beverly sintiéndose de pronto terriblemente alarmada y al mismo tiempo en peligro.
-Lo dije por que se que estás sugestionada por esa conversación que tuvimos aquel día en la cafetería... Lo sugerí por eso... Quería ver si seguías sospechando del Doctor Lecter y esta claro que sí... Por que un hombre como él se molestaria en matar a un colega? Y aún siendo así, lo haría para inculpar a Gloria? Claramente no. Para inculparme a mi? Por que? Si estoy saliendo con él es por que claramente estoy de su lado. Tu teoría cae por su propio peso... Me conoces y sabes cómo soy, nunca estaría con Hannibal si tuviera la menor duda sobre él. Y respecto a mis cambios... Simplemente ahora soy más seguro de mi mismo y nada más.- respondió Will tranquilamente, dejando a Beverly sorprendida y pensativa. Pero Will tenía razón, ella sabía que Will era bueno, que luchaba por atrapar a los malos. Y eso no tendria sentido si estaba saliendo con Hannibal y este era un asesino. Aún así aún le quedaban algunas dudas.
-Entonces por que ese día en el cafetería me insinuaste tantas veces que él podría ser el Destripador?- inquirió Beverly, algo molesta por tener que pensar en abandonar una teoría que le parecía tan interesante.
-Tenia curiosidad por ver cuál es tu grado de confianza para con la gente que trabajas.- respondió Will mirándola a los ojos con toda la sinceridad llenando su mirada. Era imposible no creerle, pero mientras le devolvía la mirada Beverly no pudo evitar otra vez esa mala sensación que ahora la recorría siempre cada vez que miraba al antaño retraído muchacho. Como si en los hermosos e inocentes ojos azules de Will ahora hubiera un brillo extraño y oscuro, con un sutil transfondo de crueldad.
-Supongo que me dejé llevar...- admitió la agente al fin y Will le dedicó una sonrisa amable y linda que aún asi no le gustó nada a Beverly.
Por otro lado Will no podía negar que le resultaba bastante divertido jugar así con ella... La había llevado hasta cierto punto y ahora la hacía retroceder una vez más al punto de inicio. Y por ahora, sería mejor que la dejara ahí. No quería que Hannibal supiera que él también tenía sus propios juegos entre manos, por que así era mucho más divertido y sabía que el psiquiatra estaría de acuerdo con él. Además, Beverly le caía muy bien, no la quería muerta solo por su culpa ni por nada. Ella era justo ese tipo de persona que no merecía que le ocurriera nada malo.
Beverly suspiró mirando a Jimmy y a Bryan que seguían muy concentrados el uno en el otro y en sus teorías y luego miro a Will.
-Ya que no hay mucho para hacer, te apetece ir a tomar algo?- preguntó la chica amistosamente. Will asintió y ambos salieron de allí juntos.
Tomaron un café en la misma cafetería de siempre y charlaron a sus anchas sobre muchos asuntos. Will se descubrió siendo realmente elocuente y disfrutando en verdad de pasar tiempo con ella y poder charlar como cualquier persona normal. Se sentía más humano que hacía mucho tiempo, más sincero y más abierto, aunque con un secreto. Charlaron sobre muchas cosas, sobre la carga que tenía ella por ser la hija mayor de su familia y sobre la soledad que el había experimentado por ser hijo único y sin madre. El tipo de cosas que podían contarse dos adultos que eran amigos. Se sorprendió a sí mismo hablando sobre las cosas buenas de su relación con Hannibal y con Abigail, que a final de cuentas no eran tan pocas. Incluso le contó como había besado a Hannibal en un restaurante lleno de gente solo por celos y la hizo reír.
Las horas se les pasaron hablando y para cuándo se dieron cuenta de eso ya era media tarde y el café se había enfriado a medio tomar entre los dos.
-Dios, se nos hizo muy tarde, espero que Jack no nos haya estado buscando...- dijo Will algo preocupado al mirar su reloj, pero no había sido tiempo perdido, si no que realmente lo había disfrutado.
-Si lo hizo estaremos en problemas.- río la chica mientras dejaba dinero para pagar la cuenta, Will no se quejó, después de todo la última vez el había invitado y era un café con una amiga, no una cita o una manera de coquetearle.
Beverly le sonrió en toda regla, le gustaba que Will la tratara como a una igual y no como a una chica que necesitaba que le pagaran todo o le cargaran el bolso. El era el tipo de hombre del que una podía ser amiga con toda confianza.
Para cuando regresaron al trabajo en efecto Jack los estaba buscando, mucho más alterado que antes por lo visto ya que empezó a gritarles. Entre sus gritos y reproches, ambos pudieron entender que otra vez había recibido esa perturbadora llamada "del mas allá".
-Ya tenemos la localización de donde se hizo la llamada!- dijo en ese momento uno de los policías acercándose a Jack para entregarle una hoja que el jefe tomó luego de calmarse y mirar con severidad tanto a Beverly como a Will.
Este último miraba entre ansioso y divertido, preguntándose de donde habría llamado esta vez Hannibal o que crueldad tendría en mente.
Jack llamó a otros agentes y le ordenó a Will que lo acompañara, ordenando de paso a Beverly que fuera con sus otros compañeros.
Will se subió al auto de Jack, sintiéndose tan curioso y emocionando como pocas veces lo había estado en su vida. Hannibal tenía algo... Una especie de cualidad increíblemente atrayente que era la de pintar escenarios para la sobreexcitada mente de Will y dejar que este último los reconstruyera como si fueran rompecabezas, preguntándose que pieza sería la siguiente y donde encajaría cada una. Era... Refrescante. Justo lo que su mente parecía necesitar.
Jack iba manejando en silencio a su lado, seguido por otros tres o cuatro patrulleros más. Cuando llegaron al observatorio que era de donde se había realizado la llamada ya habían un par más de patrulleros allí, y Jack entró luego de bajar del auto como alma que lleva el diablo. La llamada habia provenido de allí adentro, pero... Todo lo que había allí, sobre una mesa... Era el brazo cortado de una mujer... Que sostenía un teléfono celular en su mano.
Jack se quedó mirando el brazo sin expresión alguna durante un momento que a Will le pareció eterno. Por un segundo sintió lástima por Jack y mucha culpa... Sabía que esto le estaba haciendo un daño psicológico muy grande... Pero... Aún así... No podía negar que esto era un juego retorcido elevado al nivel de arte. Algo que solo podría hacer alguien como Hannibal.
-Recibi tu mensaje Will... ¿Que pasó?- preguntó en ese momento una voz a sus espaldas que hizo sobresaltar de manera considerable al agente. Él realmente era el diablo.
Cuando se volvió, se encontró con el rostro severo y "preocupado" de Hannibal, quien no se privó de dedicarle al instante una sonrisa tan llena de placer que hizo estremecer a Will. Estaba jugando y lo estaba haciendo de una manera tan increíble cómo satisfactoria.
Por un segundo, Will se mordió la lengua para no dejarse llevar por las ganas de jugar también y romper su estrategia con un "Yo no le mandé ningún mensaje Doctor Lecter" ya que eso era demasiado peligroso. Una cosa eran los juegos, otra cosa era jugar a la ruleta rusa con el arma totalmente cargada.
-Parece ser que el Destripador sigue fastidiando a Jack... Dejaron un brazo con un teléfono allá adentro...- comentó Will con naturalidad mientras sus ojos no se despegaban de Hannibal.
-Estas bien Jack?- preguntó el psiquiatra automáticamente con voz compasiva.
-Estoy... Algo aturdido...- murmuró Jack al fin girándose para mirar al doctor Lecter -Por que está aquí?- cuestionó al fin.
-Will me mandó un mensaje hace un rato...- explicó Hannibal tranquilamente y Jack supuso que Will debió hacerlo antes de salir en dirección al observatorio.
-Me imaginaba que íbamos a enfrentarnos con una escena del crimen y me es útil que él este aquí...- completó Will, después de todo era perfectamente normal, se suponía que Hannibal era su guía y su estabilidad mental... Aunque en ese mismo momento sentía muchas ganas de darle un golpe por obligarlo a improvisar mentiras y retorcerle la mente de esta manera.
Jack asintió, sin preguntar mucho más, aún perturbado por este asunto y se marchó de vuelta a donde estaba el brazo para hablar con los forenses.
Al quedarse solos Will soltó un suspiro de alivio y Hannibal esbozó con toda tranquilidad esa media sonrisa cruel que a los ojos de Will lo hacía verse más hermoso.
-Eso fue estúpido...- refunfuñó Will por fin dándole un leve golpe con el revez de la mano sobre el pecho pero lejos de la herida.
-¿Lo fue?- preguntó Hannibal levemente burlón, ya que sabía muy bien que no era eso lo que Will realmente quería decir.
-Pero... Divertido...- admitió Will al fin de mala gana, aunque cuando levantó la vista le sonreía a su psiquiatra. A veces por terribles que fueran sus actos era imposible no sentirse encandilado. Él lo había planeado todo. Había guardado aquella grabación expresamente para este momento... Luego había enloquecido a Jack con la posibilidad de que ella siguiera viva, cosa que Will también se empezaba a preguntar y después finalmente le había dado el golpe de gracia con el brazo y el teléfono. Y aún así tenía la cara para aparecerse alli como si Will realmente le hubiera dicho que viniera. Claro que no, estaba ahí por que él era el artífice de esa pesadilla para Jack. Él era el monstruo que lo atormentaba mientras le mostraba otra cara de amistad y de consuelo. Él era el Destripador... Y estaba ahí únicamente para observar como el fuego se expandia. Con tranquilidad, con sutileza, con elegancia. Y lo mejor era que Jack jamas lo sabría.
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Hannibal
FanfictionWill es un agente del FBI capaz de empatizar con asesinos en serie para atraparlos, pero el precio de esta habilidad es perder poco a poco la cordura. El doctor Hannibal Lecter es el encargado de ayudarlo con los casos y de cuidar de su psique. Hann...