Demasiado cerca.

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//N.A: No se de que oscuro y enfermo recoveco de mi mente salió este capitulo(?) Confíen en mi, tengo buenos planes... Realmente me gustaría decir que estamos cerca del final, por que esto se esta haciendo larguísimo para mi también, pero quiero abarcar tantas cosas que ¡¡¡Ah!!! Necesito seguir dándole hasta solucionar todos los problemas o que arda todo x,D  

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Will no supo cuantos días paso en la casa de Hannibal, y sin embargo no estaba asustado en lo absoluto. Era normal para él pasar horas y horas a solas con Hannibal, a veces hablando y a veces simplemente en silencio, mirando la nada o bien escuchándolo tocar.

Abigail los visitaba de vez en cuando, pero siempre se veía lejana. Como si fuera una especie de ilusión. Una visitante en la isla de calma que el doctor Lecter había creado para él y en el cual Will refugiaba los girones de su mente torturada, encontrando la paz que necesitaba.

Tal y como Hannibal se lo prometió, Will se olvidó por completo de Matthew Brown. Si quedaba alguna parte de su mente que se acordara del enfermero estaba perfectamente escondida y Hannibal la borraba cada día un poco más.

Con sus besos, sus caricias, sus palabras...

-Ya va siendo hora de que des señales de vida mi querido Will.- le dijo Hannibal aquella mañana a Will, llevándole un té de esas "hierbas extrañas" que a veces le hacía tomar.

Will asintió a sus palabras y tomó de la taza de té que Hannibal le trajo.

Con el primer sorbo se sintió automáticamente más liviano, más tranquilo y más despejado.

-¿Y Jack? ¿Él dónde cree que estoy?- preguntó Will al cabo de un momento, levantando los ojos hacia su doctor. Solo llevaba puesta una bata de seda color esmeralda que le pertenecía a Hannibal, debajo de las finas sabanas el agente se encontraba desnudo y su cuerpo agotado y lleno de marcas de mordidas, algunas más leves y otras no tanto, producto de la cantidad de veces que había hecho el amor con su caníbal.

-Le dije que necesitabas unas vacaciones y que solo me avisaste a mi antes de salir de la ciudad... Eso es todo.- respondió Hannibal con apenas el rastro de una sonrisa estirando sus labios.

Casi se podía decir que le provocaba un enorme placer ver a Will bebiéndose todo lo que él le daba sin siquiera preguntar.

-Seguro Jack estaba encantado, desde que comencé a... Tener problemas todo lo que ha querido una y otra vez es que me tome unas vacaciones.-

-Ahora estoy seguro de que ya no tendrás más problemas Will... Ahora estas bien.-

Will le sonrió tranquilamente y asintió.

-Gracias a ti ahora estoy mucho mejor Hannibal...- murmuró el agente, dejó la taza de té vacía a un lado y tomó la mano del doctor, arrastrándolo a la cama con él y besándolo.

-Y estaré mucho mejor si lo hacemos...- le susurró al oído, mordiendo su cuello suavemente.

Hannibal no se hizo rogar demasiado, pronto sus besos y sus caricias invadieron cada centímetro del cuerpo de Will, haciéndolo sentir aún mejor.

Por supuesto que en la mente de Hannibal todavía quedaban muchos reparos y no confiaba como antes en Will... Después de todo... Ambos tenían el poder de engañar al otro, y eso era peligroso.

Un rato más tarde el agente Graham y su psiquiatra y amante, el doctor Hannibal Lecter, salían de la mansión de este último en dirección a la oficina de Jack Crawford.

HannibalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora