Cruzar los limites (Primera Parte)

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//N.A: Ni siquiera puedo explicarles lo que sentí al escribir este capitulo... Espero que lo aprecien uffff Nunca sentí nada así, por otro lado la continuación ya está escrita y solo necesita ser edita y corregida, así que estaré actualizando nuevamente tan pronto como lo vengo haciendo. ¡Espero que les guste!// 


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Cuando por fin llegó a su casa y todos sus perros lo recibieron con gran alegría, Will Graham aun no sabía que hacer... volvía a dudar.

Hablar con Beverly significaría ponerla en peligro. Pero Jack jamás le creería por otro lado. Se sentó en su sofá tan rustico como su propia casa y se quedó mirando el vacío por un buen rato antes de ponerse a hacer la comida para sus perros.

Después de alimentarlos se dio una larga ducha y tomó su teléfono celular.

No sabía a quién llamaría, solo sabía que no quería pasar esa noche sólo. Las pesadillas serian simplemente insoportables.

Pensó en Alana, pero ella estaba siempre ocupada, aunque intentaba hacerse un lugar dentro de su agenda para estar con él. No eran nada, no había vuelto a pensar en ir en serio con ella. Era una amiga y nada más. A pesar de que ella seguía coqueteándole.

No... lo mejor que podía hacer era llamar a Matthew y pedirle que pasara al menos un rato con él... O Dios sabía que cosa pudiera pasar.

Después de todo era un hombre interesante y atractivo, y Will se había dado cuenta a la perfección de que le había estado coqueteando en cada oportunidad en que se habían visto. Incluso aunque la mente de Will estuviera toda puesta en Hannibal. En ese mismo momento solo necesitaba olvidar.

Así que llamó a Matthew Brown, aquel agradable enfermero que tan bien había cuidado de él durante su estancia en el hospital mientras se recuperaba. Al menos físicamente.

Por supuesto a Matt le encantó la llamada de Will, y le aseguró que no estaba haciendo nada importante, que podía hacerle compañía y beber unos tragos juntos, se suponía que eso hacían los amigos ¿No?

Pero la casa de Matt quedaba bastante lejos de la de Will, y para cuando el enfermero llegó, Will ya iba por el séptimo vaso de ron y estaba bastante atontado.

Matthew se encontró con la agradable escena de un Will abriéndole la puerta únicamente con una camiseta muy ceñida al cuerpo y su ropa interior común y corriente. Evidentemente muy ebrio. Lo bastante como para soltar una risa tonta y tomar a Matt del brazo para meterlo en su casa.

El enfermero se dejó llevar sin hacer ninguna pregunta.

-Acomódate donde quieras.- le pidió Will, con voz un poco nublada por culpa del alcohol mientras servía un vaso para Matt y otro más para si mismo.

-¿Qué te ha pasado que estás en ese estado?- le preguntó Matt mirándolo de arriba abajo, intentando dar más muestras de preocupación que de excitación por el aspecto que presentaba Will en ese momento. Se veía tan... como decirlo... Deseable. Sus mejillas estaban enrojecidas, así como sus labios, por culpa del alcohol, y sus ojos brillaban de una manera un tanto extraña.

-Hannibal... Eso me pasó.- murmuró Will, dejándose caer en una silla mientras empezaba a beber.

-Ese tipo... Ya te dije que no te conviene para nada que estés cerca de él...- murmuró Matt disgustado, apretando un poco el vaso.

HannibalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora