Para cuando Hannibal reaccionó ya se encontraban en el exterior, directo al auto del doctor.
-Que se supone que haces?- preguntó al fin el psiquiatra soltándose del agarre de Will.
-Vámonos a casa. Estoy cansado de no hacer lo que quiero. Quiero irme contigo.- fue la sencilla respuesta de Will que en ese momento sólo obedecía a su corazón y no a su mente.
-Pensé que te dije que lo nuestro se había terminado, me hiciste pasar vergüenza frente a Bedelia, Alana y todo el restaurante.- dijo Hannibal aunque realmente nada de eso le importaba, nunca había visto a Will de esa manera.
-Me cansé de querer alejarme de ti... No puedo... Simplemente no puedo- murmuró el agente pasando una mano por su rostro, luego suspiró -Pero si realmente dejaste de amarme... Entonces yo supongo que... No tendré más opción que alejarme de ti... Aunque quisiera seguir viendo a Abigail... Lamento tanto no haber estado a su lado y haber arruinado las cosas contigo...-
Hannibal se lo quedó mirando durante un largo momento. -Las llaves de mi auto las tiene Bedelia- fue todo lo que dijo al cabo de un momento, haciendo que Will se lo quedara mirando con una ceja levemente enarcada.
¿Acababa de confesarle su amor y eso era todo lo que tenía para decirle?
Para peor había empezado a lloviznar y hacia bastante frío.
-Estas saliendo con ella?- pregunto Will cruzándose de brazos como si con eso intentara contener el dolor que desgarraba su pecho.
Hannibal lo contempló por un momento que se le hizo eterno.
-No. Sólo señale que no tenemos manera de regresar a ningún lado, y no podemos dejar a las chicas sin auto-
Will asintió con la cabeza y sacó las llaves de su auto, dándoselas al hombre que cuidaba el aparcamiento e indicándole que se las entregara a Alana Bloom.
-Estamos lejos de casa para volver a pie- comentó Hannibal con aire pensativo, aunque claramente estaba dispuesto a hacerlo con tal de no ser descortés con las damas.
Will puso una sonrisa traviesa en su rostro mientras lo miraba.
-Aunque seas rico no me digas que no sabes lo que es el transporte público- bromeó Will.
Hannibal luchó por contener una sonrisa pero falló. -Supongo que está bien entonces.-
Y antes de que pudiera terminar de decirlo, Will lo tomó de la mano y empezó a llevárselo hasta que él se soltó de golpe, con expresión seria otra vez.
-Will, sólo iremos a que veas a Abigail y nada más...- le recordó con seriedad. -No puedo volver a confiar a ti... Después de las cosas que pasaron...- le dijo con toda sinceridad.
El agente se volvió hacia él para mirarlo, justo cuando la ligera llovizna empezaba a convertirse en una lluvia en plena regla.
Se acercó a su psiquiatra y pasó sus manos por el cuello de él, acercando su rostro al de él.
-Deja que te demuestre que puedes confiar en mí... Una vez me pediste que creyera en lo mejor de ti... Ahora te pido lo mismo... Ya no me importa el pasado, hoy todo puede empezar de nuevo...-
Hannibal lo miró dudosamente, esto solo podía terminar mal. Por muy sincero y leal que pareciera Will en ese momento... No toleraría la idea de que amaba al Destripador de Chesapeak...
-Will...- murmuró Hannibal sujetando el mentón del agente entre sus dedos sin dejar de clavar sus ojos en los de él. -Tienes que prometerme... Que pase lo que pase... Te enteres de lo que te enteres... Te quedarás a mi lado y al lado de Abigail...-
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Hannibal
Fiksi PenggemarWill es un agente del FBI capaz de empatizar con asesinos en serie para atraparlos, pero el precio de esta habilidad es perder poco a poco la cordura. El doctor Hannibal Lecter es el encargado de ayudarlo con los casos y de cuidar de su psique. Hann...