Con la guardia baja.

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//N.A: Ando tardando mas con las actualizaciones por la universidad, mi cumpleaños que fue ayer y muchas mas cosas pero aquí por fin el nuevo capitulo, espero volver a actualizar muy pronto! besos!//

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-¿Supiste lo que le pasó a esa chica nueva de Jack?- le preguntó Alana a Will mientras paseaban en compañía de los perros de este último.

-¿La tal Starling no?- preguntó Will con el mayor desinterés posible.

-¿En serio no lo sabes? Pensé que estaba trabajando contigo y con Hannibal en el caso del destripador de Chesapeake.-

-Así es, pero su colaboración es bastante nula... Llevamos tiempo sin tener noticias de ella. Asumo que la academia se le hace cuesta arriba como para llevar una investigación y también su cursada.- respondió el agente, deteniéndose para hacerle unas cuantas caricias a Winston.

-Pues parece ser que la atacaron en una carretera de camino entre Quántico y la casa de Hannibal, ladrones de carreteras y todo eso... Pobre muchacha, ni siquiera iba armada.- dijo Alana con un suspiro, sus pasos crujían entre el lecho de hojas secas y muertas del bosque que rodeaba la casa de Will.

-¿Está bien?- preguntó Graham, esta vez fingiendo un poco más de interés.

-Necesito unos cuantos puntos en la cabeza y curas para las manos y las rodillas, pero está fuera de peligro...- respondió Alana por fin, tomándose del brazo de Will para seguir caminando juntos mientras los perros correteaban alrededor de los dos.

-Me alegro por ella entonces...-

-Tiene suerte de que no abusaran de ella...-

Will tuvo que contener por un buen rato las ganas histéricas de reír que le entraron al escuchar esas palabras.

-Por cierto, Alana, gracias por hacerte cargo de mis perros... La vida con Hannibal... Es difícil.- suspiró Will.

-Entonces deberías reconsiderarla...-

Will no respondió ante esas palabras, se inclinó y esta vez acaricio al pequeño Buster. Estar lejos de sus animales, o mejor dicho no pasar con ellos tanto tiempo, era algo difícil, pero no dudaba de que pronto podría estar con todas sus mascotas en la casa de Hannibal, sin tener que pedirle a Alana que los cuide.

Cuando Will regresó a casa, Hannibal no estaba allí y Abigail todavía no había regresado de la universidad. El agente intentó llamar al psiquiatra, pero tenía el teléfono apagado... Y Will de pronto estuvo seguro de donde debía encontrarse Hannibal en ese preciso momento...

-¿Te encuentras bien, Clarice?- preguntó Hannibal, entrando en la habitación de hospital donde estaba la muchacha.

Solo la tenían en observación por el golpe que había sufrido en la cabeza.

-Si... Aunque me siento un tanto inútil. Estoy intentando atrapar asesinos seriales y terminan casi matándome un montón de ladronzuelos...- suspiró Clarice.

Hannibal fue a su lado y se sentó junto a ella en una de las sillas de visita que había al lado de la cama.

-Por cierto, lindo detalle de su parte Doctor Lecter...- dijo al fin la chica, señalando un jarrón de flores que había en la mesita al lado de su cama.

-Expresa mi deseo que te repongas pronto...- Hannibal le sonrió por un momento.

-Al menos gracias a esto Jack Crawford decidió que sería prudente dejarme ir armada...-

HannibalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora