Shownu nos miró a Jooheon y a mi con una expresión decepcionada, aunque yo no comprendí el por qué de ello, ladeó la cabeza levemente mientras agudizaba el filo de sus oscuros ojos. Jooheon me palmeó el hombro y fue directo a la cocina, aparentemente él era ajeno a lo que sucedía ya que le sonrió relajadamente al pasar por su lado, como si ver a Shownu de mal humor fuera algo de todos los días. El mayor en cambio lo siguió con la mirada antes de volver a mirarme a mi.
Sentí que algo me atravesó el pecho por lo que no pude hacer nada más que ponerme nervioso. Shownu puso los ojos en blanco y por fin habló.
–Prepárate rápido que tenemos que ir a ensayar en unos minutos.
La frialdad e indiferencia de sus palabras lograron herirme un poco. Un sentimiento ácido bajó por mi garganta y se arraigó en mi pecho.
Necesitaba arreglar de una vez por todas lo que fuera que estuviera interrumpiendo entre nosotros.–Shownu-hyung, ¿Puedo hablarle un momen...?
–Lo siento, I.M, será después – me interrumpió sin más.
Me dio la espalda y se dirigió a la habitación que compartía con los demás. No sé por qué, pero me quedé allí de pie un buen rato. Mi yo pasado hubiera tenido que rehacer sus muros de seguridad después de esta rudeza y formalidad con la que fui tratado.
¿Qué debía hacer mi yo de ahora?
Pensé y repasé varias veces lo qué había pasado, él nunca había sido tan frío conmigo y, aún así me haya dolido, lo último que puedo hacer es deprimirme en un rincón.
Respiré profundo por séptima vez ese mismo día y pasé una de mis manos por mis cabellos.No pienso dejar esto como esta, así deba obligarlo, conseguiré qué me escuche porque, de todas las personas en el mundo, con la que menos quiero estar peleado es con Shownu.
Inmediatamente sentí de vuelta y con mucha más fuerza los dolores musculares que me acompañaban desde hace un par de días. Hice una mueca de dolor a la vez que regresaba mi andar gracioso de pingüino . Y el saber que en un rato tendría que seguir moviéndome lo hacía peor.
¿Cuándo volverían mis días de suma felicidad?
Cielo Santo.
*
Habían pasado varias horas, incluso había perdido la noción del tiempo, desde que llegamos a nuestro lugar de ensayo –y del que no tenemos permitido decir el nombre– y desde que comenzamos con la práctica de una nueva canción, cuya coreografía era sumamente agotadora.
–¡Descansen! – habló nuestro coreógrafo al ver el rostro del mánager por la ventanilla de la puerta.
No dudé ni un minuto para tirarme en el suelo, mis piernas ya no aguantaban más.
Todo MonstaX jadeaba y sudaba, nuestras camisas estaban empapadas y, cabe mencionar, que todos parecíamos manzanas rojas.Estoy seguro que debí de haber bajado un par de kilos después de esto.
–No... no puedo ya con mi alma – me quejé con Jooheon que se encontraba a mi lado.
–Yo tampoco.
Miré a Shownu, también se veía agitado y, por lo que observaba, seguía enfadado. Por más que quisiera ir a hablarle no era ni el momento ni tenía con que empezar la conversación.
Enseguida y antes que lograra seguir pensando, nuestro coreógrafo volvió y dio un par de aplausos indicándonos que debíamos empezar a bailar desde el principio.
En este punto, mantener la concentración era imposible.–¡Allá atrás! I.M, lo hiciste mal. Vamos otra vez – me regañó seriamente.
–Lo siento – me disculpé apenado.
Me sentía abrumado y solo podía escuchar las faltas de atención a mi nombre.
–Lo siento mucho – sólo podía disculparme.
Paso tras paso, movimiento de manos y cabeza, rebote de pecho... repasaba cada unos de los pasos en mi cabeza para no perderme, a penas y lograba mantener el ritmo cuando llegó la parte donde nos tocaba girar y entonces mi vista se nubló completamente y perdí el conocimiento.
...
Me dolía la cabeza y estaba desorientado, no podía decir que ocurría con exactitud. Al abrir poco a poco los ojos todo estaba borroso, pero pude oír perfectamente la voz que a mi parecer era la más bonita del mundo.
–¡I.M! ¿I.M, estás bien? ¿Puedes oírme? – era Shownu exclamando mi nombre.
–¿Qu... qué?
Cuando por fin pude ver algo, allí frente a mi estaba Shownu-hyung súper preocupado. Sentí el frío del piso en mi espalda, pero en medio de aquella confusión, él tomaba mi mano y se aferraba a ella como si más nunca en la vida fuera a soltarme.
–¿Qué pasó? – pregunté intentando reincorporarme con la ayuda de todos para sentarme.
Miré a mi alrededor, seguíamos en el salón de prácticas ya que al parecer no habían pasado más de unos minutos; luego los miré a cada uno de ellos, incluso estaba nuestro coreógrafo, todos se habían preocupado por mi... Por último, volví a mirar a Shownu y pude notar como se aliviaba de verme reaccionar.
Él bajó la cabeza suspirando y se mantuvo un rato allí con la mirada lejana.
Mis mejillas enrojecieron levemente.
–¡Nos diste un gran susto! – exclamó Jooheon.
–Te desmayaste y caíste de la nada – explicó Minhyuk.
Eso explicaba el porqué me dolía la cabeza.
–¿Eres tonto? – exclamó Shownu de repente sorprendiéndonos a todos –. Si sigues siendo tan relajado con tu salud física nos darás problemas a todos.
El tono de voz con el que me reprendía me congeló la sangre, su ceño estaba ligeramente fruncido y su postura era muy seria. No estaba bromeando.
El sentimiento de desilusionar a esa persona especial tantas veces hizo que mi corazón se encogiera y me quedara al descubierto, como si estuviera en el fondo de un agujero desprotegido del frío y a merced de la oscuridad.
Bajé la cabeza y guardé silencio. Tenía razón, estaba siendo un idiota.
–No seas tan duro con él, Shownu – habló Wonho.
–Es cierto, estás siendo muy estricto, hyung – continuó Hyungwon.
–Ya, ya... – intervino el coreógrafo –. Hasta aquí queda la práctica de hoy. Vayan a casa y descansen bastante.
Siempre qué pensaba que estaba haciendo algo bien, todo se echaba a perder en mis manos.
********
Hola~ Disculpen si se emocionaron con la notificación de publicación de esta historia pero es que se había subido sin haberlo terminado :'v
Disfruten –ahora si– del capi~♥
ESTÁS LEYENDO
El diario de I.M___Monsta X___[BL]
FanfictionI.M, el querido maknae del nuevo grupo coreano Monsta X, ha decidido confiarnos su diario personal junto a momentos de su día a día. Después de varias páginas, de tanto rayar y reescribir, logró darse cuenta que había nacido en él un sentimiento de...