–Bien muchachos, vengan a ver las fotos – dijo el fotógrafo a penas finalizó el segundo segmento.
Después de lo que había sucedido, mi ánimo había subido considerablemente y al ver todas nuestras fotos en el monitor, me sentí realmente contento y satisfecho. Habían fotos que merecían ser enmarcadas o puestas en un gran álbum para rememorarlas por la eternidad... otras no tanto; como por ejemplo, la foto que nos tomaron justo en el momento en que caí en las piernas de Shownu. Pude apreciar que ambos hyung's se sorprendieron bastante, en especial nuestro líder –y además había hecho una cara muy graciosa–, yo en cambio había cerrado los ojos. Esta sin duda no saldría en la revista.
El saber que era capaz de provocar ese tipo de emociones en Shownu-hyung, hizo que en mi estómago se formara un revuelto de mariposas multicolores. Era una sensación tan reconfortante que no pude evitar llenarme de esperanzas, así fueran mínimas. Gracias a este fotógrafo, había logrado observar a mi especial desde otra perspectiva, una que no hubiera podido ver por mi propia cuenta.
Descubrir que en sus oscuros ojos existía un brillo de gracia o felicidad cuando me veía, era el incentivo que necesitaba para dar otro paso.
–Tomemos un descanso de veinte minutos – agregó entonces, yo no despegaba la vista de la pantalla junto a Wonho que estaba a mi lado. Y para molestarme, golpeó suavemente mi brazo con su codo, provocando que me sonrojara. Sabía muy bien a que se refería –. Mientras, I.M ve a cambiarte.
–¿Perdón? – volteé rápidamente para verlo, ¿cambiarme había dicho?
–Para el último segmento, usará el traje de reno que preparamos para ti.
Tenía que ser una jodida broma.
Pude escuchar al resto de los chicos reír entre dientes de forma burlona, ser el maknae cute de MonstaX no era cien por ciento ventajoso.
Suspiré frustrado, realmente no quería disfrazarme por lo que intercambié miradas con el mánager, rogaba por que se opusiera o al menos interviniera, en este momento era mi única salvación, pero él en cambio sólo se desentendió... El desgraciado me había ignorado.No tenía opción, y mientras yo iba cambiarme, los demás eran retocados con maquillaje.
Con ayuda de los asistentes, logré ponerme el dichoso traje, y subir el incómodo cierre de la espalda al cual no alcanzaba por mi propia cuenta. Una vez listo, me miré en el espejo, parecía más un hámster con cuernitos que un reno, no obstante, sería la cosa más apapachable del mundo.Nada podría bajarme a mí, I.M, de la nube a la que me habían subido.
Intenté ignorar cualquier comentario o burla acerca de mi disfraz, trabajo es trabajo, pero supe que no podría hacerlo cuando JooHeon tiró de mi cola de reno, y seguidamente, Wonho y MinHyuk intentaran hacer mismo.
Comprendía muy bien que mis encantos eran irresistibles, pero el ser toqueteado de aquella forma se volvía incómodo, entonces corrí detrás de Shownu en busca de protección.
Era la primera vez que lo hacía, siempre me había refugiado con Kihyun, y lo hubiera vuelto a hacer si él no fuera uno de los primeros que me acosaban en aquel instante.Mis hyung's eran realmente pesados.
–¡Esto es una venganza, I.M-shi! – exclamó el rubio de MinHyuk.
Por supuesto que era una venganza, no por nada me habían apodado como "el maknae del mal", aunque no me molestara en absoluto. Las tantas bromas de las que habían sido víctimas no se podían contar con los dedos de las manos, incluso Shownu-hyung siendo él la criatura más imperturbable del mundo.
Estando oculto detrás suyo me sentía protegido, sus anchos hombros y fuerte espalda tampoco me eran desconocidos, estuve seguro que él no imaginaba lo feliz que era al abrazarlo desde atrás, apoyando mi mentón en su dorso y mirando a los demás con picardía. Sin pensarlo, con ambas manos me aferré a sus ropas acurrucándome a mi gusto, y al instante, fui envuelto por su aroma.
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El diario de I.M___Monsta X___[BL]
FanfictionI.M, el querido maknae del nuevo grupo coreano Monsta X, ha decidido confiarnos su diario personal junto a momentos de su día a día. Después de varias páginas, de tanto rayar y reescribir, logró darse cuenta que había nacido en él un sentimiento de...