El diario de I.M___Monsta X___[BL]

22va Página Especial

Shownu

"I.M"

Se suponía que no sería más que el maknae de MonstaX, que nunca dejaría de ser el niño extravagante que debutó junto a nosotros sin siquiera imaginarlo, y que jamás se convertiría en  objeto de mi ensoñación. Eso suponía.

El sentimiento de querer cuidar a cada uno de los miembros siempre había estado presente en mí, incluso antes de ser elegido como el líder; sin embargo, al estar junto a I.M era muy distinto. En un principio me ponía nervioso, mi corazón bombeaba con fuerza la sangre que enrojecía mis orejas, las palabras me faltaban y la sensación de estar a punto de cometer un error se apoderaba de mi cuerpo. Era incómodo el intentar tratarle con el mismo afecto que a los demás, la seguridad que solía envolverme bajaba con rapidez hasta que se empozaba en mis pies. Por lo que, sin darme cuenta y sin querer hacerlo adrede, lo alejé.

No tardé en reconocer que había sido lo más estúpido del mundo.

Hubo una ocasión en la que el tuvo que elegir entre Wonho, alguien con el que había empezado a ser cercano, y yo, alguien con quien a penas e intercambiaba algunas palabras, para acompañarle y subir nada más y nada menos que a la rueda de la fortuna. Por supuesto que la bromas y los juegos no se hicieron esperar, pues el fin del programa era entretener a nuestras fan's y qué mejor momento para hacerlo; pero, en ese instante, me sorprendí a mi mismo deseando que I.M me eligiera.

A pesar de haberme recordado tantas veces que sólo era un programa y que no debía tomármelo en serio –ya que la retroalimentación sería lo más productivo del mismo–, estaba ansioso, como si algo en mi supiera justamente lo que significaría pasar ese momento en las alturas con él.

Y cuando los tímidos y temblorosos brazos de I.M me rodearon una fantástica sensación estalló dentro de mí, mis músculos se estremecieron y mis piernas flaquearon. Me sentí increíblemente feliz.

Los siguientes días, como por arte de magia, los rasgos de Changkyun (quien ahora me empeñaba en mencionar en mis pensamientos con su nombre verdadero) se habían vuelto más hermosos ante mis ojos; siempre le miraba en medio de mi embeleso, admirando con detalle cada facción de su rostro y grabando en mi memoria todo de él.

<<All of you...>>

Su sonrisa era lo que más me encantaba. Quise ser entonces el motivo de su sonreír.

También descubrí aspectos de su personalidad que había ignorado con vil descaro; antes simplemente no comprendía su versatilidad ni mucho menos la había apreciado. Bien podía pasar de ser alguien tan estoico y distante para luego, de un segundo a otro, convertirse en una caja llena de sorpresas, creativa y pasivamente elocuente.

No obstante, no mentiré diciendo que de la noche a la mañana asimilé y acepté todos los sentimientos que se habían alojado en mi pecho y que carecían de nombre propio, revolviéndose al oír su voz y desbordándose al tocarle. Controlarlos me era imposible y, por desgracia, la distancia que se había creado sólo se volvió más densa.

Changkyun había captado al instante, era tan sensitivo que su conducta hacia mi también cambió drásticamente.

Sus ojos ya no me miraban iluminados, como un niño al que acababan de regañar injustamente y que se resignaba a solo hacerse a un lado y no estorbar, porque ese creía que había sido su error: estorbar.

Lo cierto era que él no tenía la culpa, era yo el que estaba equivocado.

Necesitaba con urgencia ponerles nombre a los sentimientos que florecían con rapidez cada día, no haría sufrir a I.M de esta forma, no a mi Changkyun. Sólo quería estar cada momento a su lado, que pudiera recostar su cabeza en mi hombro con comodidad, que hablara sin cohibirse, que se sintiera protegido a mi lado; y, sobre todo, el poder saber si acaso me miraba de la misma forma en que yo le veía.

Lo quería. I.M definitivamente me gustaba.

  –...Me gustas tú, hyung.

El poder besarle de la forma en que había deseado desde hace tanto, el poder sentirlo entre mis brazos, tan lindo, tan indefenso, y correspondiéndome por completo, sólo terminó encendiendo en mí maravillosas sensaciones que me quemaban la piel. Sin dudas y, a pesar de haber oído la misma frase de otra persona, era Changkyun a quien debía entregarle cada atisbo de mi corazón.

Déjame cantarte, déjame adorarte, y en especial, déjame amarte pequeño chico blanco.

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Ahora es que viene lo bueno ♥ 7u7