El diario de I.M___Monsta X___[BL]

33va Página

(N/A: Holis~ el siguiente capítulo tiene lemon, quedas advertido y si lo lees es porque te gusta el salseo, ahre eue eso era todo (?))

Entre las líneas impresas en mi diario, podía grabar con tinta o grafito todo lo que pasara por mi mente en algún momento determinado: ideas, letras, molestias, reflexiones, notas y fragmentos de canciones propias o de mi preferencia, inclusive recuerdos o añoranzas, que dentro de la privacidad de sus páginas —que creía impenetrable— permanecerían toda la vida, formando una pequeña e importante parte de lo que soy. Sin embargo, lo que sucedió esa ocasión, jamás podría llegarlo a redactar en papel, al menos no en detalle ni mucho menos para que alguien más lo leyera.

Sin testigos.

Sólo nosotros dos.

Una traviesa sonrisa se había escapado de los labios de mi hyung antes de agacharse levemente para cogerme con firmeza por los costados y levantarme; al instante lo envolví con mis piernas para no caer, mientras apoyaba mis manos en sus grandes hombros y sentía el frío recorrer mi desnuda espalda.

Nuestras narices se rozaron por varios segundos, en los cuales tampoco pude apartar mi vista de sus carnosos labios, entonces decidí continuar lo que habíamos empezado en el medio de la calle. Y, por primera vez, fui yo quien tomó la iniciativa, capturando en medio del beso su labio inferior torpemente, anhelaba sentir su calidez mucho más.

Inmediatamente, Shownu descubrió mis planes y como era de esperarse, tomó el mando sin que pudiera evitarlo, aunque tampoco me disgustó en absoluto. Con destreza, se abrió paso entre mis labios, devorándolos casi con desesperación mientras caminaba a ciegas por la casa sin dificultades, aparentemente mi peso no fue ningún impedimento: él me hacía lucir muy liviano.

Cuando pude percatarme, ambos estábamos en una habitación que no recordaba haber visto en el momento en que recorrí la casa. Sin embargo, no tuve tiempo para objetar o de echar un mejor vistazo, mi espalda había chocado contra la puerta de madera y procedimos a usarla como punto de apoyo; el pelinegro iba muy deprisa, ahora era yo quien intentaba ir a su mismo ritmo, profundo y constante.

Tuve que separarme un segundo para recuperar el aire, Shownu también lo aprovechó para terminar de orientarse y bajar sus manos hasta mis muslos para sujetarme mejor; momentos después, ambos nos hallábamos en el borde de la cama besándonos sin bajar la intensidad.

—¿Tanto... me necesitabas? — mascullé con ligera burla a penas fui recostado sobre el colchón, haciendo alusión a su desinterés por tomarse su tiempo con cada acción. Y, a pesar de que su concentración pareciera haberse dirigido a mantenerme firmemente agarrado y a los apasionantes besos, mantuvo los gestos delicados, teniendo un trato cuidadoso hasta para cuando me depositó en el lecho.

Durante esa pausa fugaz, pero que pareció eterna, Shownu apoyó ambas manos sobre la cama para mirarme directamente a los ojos. La inexpresividad de su rostro y su silencio —que bien pudo haberme hecho creer que metí la pata, que había dicho algo fuera de lugar cuando en el fondo los nervios me abrumaban— era realmente usual en él; fueron sus vivaces pupilas, completamente oscuras a causa del deseo, las que me permitieron ser consciente de lo auténtico de sus sentimientos.

Mi cuerpo se estremeció bajo su mirar, y ya en ese punto, estaba más que seguro que a través de mi piel pudo haber oído los fuertes latidos de mi corazón. Acto seguido, su ceño se contrajo ligeramente.

—Creí que iba a enloquecer — confesó con voz profunda. Levanté con calma mis dos manos hasta acunar sus mejillas, observando un poco más cada una de las cosas que sus orbes eran capaces de transmitirme sin usar una sola palabra, después atraje su rostro hacia el mío logrando que nuestros labios volvieran a encontrarse.