Aunque hubiera podido prever el escenario en donde terminaba sentado junto a Kihyun, por más incómodo que pudiera parecer, no haría gran cosa para evitarlo. Aquella oportunidad me permitió tener un sentimiento más humano, más sincero, del cual quise agradecerle en un futuro no muy lejano.
Ya regresaba yo de la empresa, de estar metido casi todo el día en mi estudio escribiendo notas, escuchando melodías con suma atención y creando nuevos sonidos, sin importarme que tal vez ni uno sólo de ellos fuera utilizado en cualquiera de nuestras nuevas canciones; adoraba pasar mi tiempo en aquel oscuro espacio, nunca sentiría calor ni sería víctima de distracciones; frente al computador era capaz de crear sensaciones maravillosas. Sin embargo, tal dicha desapareció en el momento en que sentí una gran soledad.
Fue casi al mismo tiempo en que descubrí mi atracción por Shownu, en ese entonces apenas y podía enfocarme en mi labor.
Pero, al entrar en aquella habitación el día de hoy, pude trabajar eficientemente y sin percances, observando de vez en cuando la fotografía de Shownu-hyung que había puesto sobre el escritorio justo del lado del monitor del computador, podía asegurar que me sentía reconfortado.Después de entrar al apartamento y de quitar mis auriculares para colocarlos sobre mis hombros, noté que no había mucho movimiento por parte de los hyung's. Jooheon y Minhyuk no estaban al igual que el resto, a excepción de Kihyun que se encontraba limpiando las ventanas con suma concentración.
Dudoso, saludé con voz grave y sin detenerme a mirarle, el ambiente que nos arropó no era incómodo, pero si indescriptiblemente denso. Escuchar su respuesta tan vaga y lejana hizo que me tranquilizara al respecto, continué hasta la habitación que compartía, planeaba tomar un baño y como no tenía demás responsabilidades fuera de los dormitorios, escogí las ropas más frescas que encontré.Al salir del baño ya cambiado con las prendas únicamente dignas para andar en casa –las cuales no consistían en ser más que una camisa gris oscuro holgada y un par de short's cortos y ceñidos a mis piernas–, fui directo a la cocina por algo de beber; y también empezaba a sentir como mi estómago no estaba satisfecho con la cena que tuve que improvisar estando dentro de la empresa.
No obstante, antes de que pudieran tan sólo acercarme al refrigerador, Kihyun llamó a mi nombre:
–I.M, ¿puedes sentarte un momento aquí conmigo? – palmeando el mueble pasivamente insistente, me indicó exactamente el lugar donde me pedía sentarme.
Kihyun, por lo que pude adivinar, no se había movido de la sala de estar aún después de terminar de limpiar las ventanas, obviamente estaba esperándome, meditando el momento en que me desocupara.
No pude evitar estremecerme ante mis pensamientos, ni hablar de su actual semblante; la sed que sentía desapareció y, obedientemente, fui a tomar asiento a su lado, cabe destacar que mantuve la distancia entre nosotros, acomodándome en la orilla contraria.
Hyung mantuvo todo el rato los codos apoyados sobre sus piernas, ligeramente inclinado hacia delante, uniendo las puntas de los dedos de sus manos y con la vista clavada en algún lugar del suelo.
Yo en cambio permanecí erguido, tal vez era la costumbre, pero no me sorprendería ser reñido en ese instante. Y hubiera preferido un regaño mil veces más antes que oír la frase que salió de entre sus labios no mucho después:–Tu amor fue correspondido, ¿no es cierto?
Ladee la cabeza para mirarle con los ojos bien abiertos, la sangre de mi cuerpo pareció congelarse y la palidez en mi rostro no se hizo esperar.
Kihyun había hablado sin inmutarse y en un tono gélido; mas no tardé en descifrar que había tratado en lo posible de ser prudente, escogiendo de ante mano las palabras con las que fuera a iniciar la conversación. Sin embargo, la agria inconformidad con las que fueron expulsadas me decía que aún existía algo por sanar, algo que yo no lastimaría más.
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El diario de I.M___Monsta X___[BL]
FanfictionI.M, el querido maknae del nuevo grupo coreano Monsta X, ha decidido confiarnos su diario personal junto a momentos de su día a día. Después de varias páginas, de tanto rayar y reescribir, logró darse cuenta que había nacido en él un sentimiento de...