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Allí estábamos, después de haber dado un rápido tour por toda la casa y de haber conversado a penas sobre lo agradables y bien parecidos que eran sus padres, en la cocina terminábamos de preparar el arroz blanco que acompañaríamos con kimchi.

Me costaba asimilar que de verdad nos hubiéramos quedado a solas en ese momento, pero no era ese simple hecho lo que me ponía inquieto: estaba más nervioso de lo usual por alguna razón... también hacía calor. Nunca había estado reunido junto a él en un espacio tan personal.

Me sentía como un humano más de la tierra, me había olvidado por completo que pertenecía a un grupo famoso de idol's. Quizás se debía —en parte— a la familiaridad que sus padres me habían brindado al presentarnos, pues parecía que me conocían más a mí por lo que oían de hyung que por mi propia carrera.

Un cosquilleo permaneció presente en las palmas de mis manos, mientras veía la gran espalda de Shownu, quién a su vez acababa de apagar el fuego del arroz. A mí me correspondía calentar el kimchi, no obstante, aún tenía la taza en mis manos en medio de la cocina, observando ensimismado a mi hyung moverse con total comodidad y confianza.

Era muy obvio que había crecido en esta casa.

Incluso cuando se dio vuelta no reaccioné, por un par de segundos sólo escuché los latidos de mi corazón. Él alzó las cejas con dulzura.

—Hyung —hablé por fin — Aún si sabías que tus padres iban a salir, ¿me hubieras invitado a venir a tu casa?

No era ningún reclamo, sólo una duda que me rondaba la cabeza desde hace un buen rato. Shownu mantuvo la calma, sonriendo con disimulo y apoyando una de sus manos sobre el mesón a sus espaldas.

—Aún si sabía o no, ¿igual hubieras aceptado? — me preguntó de vuelta, bajando la cabeza, pero sin dejar de mirarme fijamente.

Aquello hizo repercusión en mis sentidos, mis mejillas se acaloraron y tuve que desviar la mirada sintiendo como el bochorno se concentraba justo en el pecho. Mis manos temblaron debido a los nervios de ese momento, entonces cambié de tema de vuelta a la comida, aunque en realidad no sintiese hambre para nada. Ambos ya sabíamos nuestras respuestas sin tener que oírlas.

—Terminaré de calentar esto — dije en voz baja y en medio de una sonrisa, haciendo total alusión al kimchi, pero a penas quise destaparlo, me fue imposible. Fruncí los labios.

—Deja que yo lo abra — divertido, Shownu se ofreció a hacerlo al verme luchar con la ridícula tapa del envase de plástico.

—No, no, yo puedo — me negué obstinado, sin intenciones de cederle el envase, pues no perdería mi dignidad por un kimchi que no se dejaba cocinar.

Pero de igual forma avanzó hasta mí sin hacerme caso, provocando que, durante mis desesperados intentos por abrir la tapa antes de que me fuera arrebatada, esta se abriera repentinamente y manchándome con la salsa fría del kimchi. Por cuestión de suerte, evité que se derramara en el piso, sin embargo, mi camisa rosa fue la excepción.

Totalmente avergonzado, quise que me tragara la tierra por tal desastre en casa ajena. ¿Con qué cara miraría a Shownu ahora?

—L... lo siento — tartamudeé apenado, rojo hasta las orejas, esperando algún regaño de su parte pues lo tendría bien merecido.

—Quítate la camisa — ordenó repentinamente.

Le miré con los ojos bien abiertos, el por su parte me quitó de las manos la taza de kimchi para colocarla lejos de nosotros. No parecía enojado, pero no comprendía por qué quería que me quitara la camisa.

—Se manchará si no la lavamos rápido — explicó como si fuera lo más obvio del mundo.

Torpemente, me quité en primer lugar la chaqueta de blue jean que cargaba encima, seguidamente, tomé el borde de la camisa y la empecé a levantar, pero a mitad del camino me detuve tembloroso; entonces y sin que lo pudiera prever, Shownu con sus propias manos elevó la tela sacándola de entre mis brazos con mucha destreza. En ningún momento le repliqué, sin embargo, cuando quedé con el torso descubierto, una corriente de aire fría me recorrió la espalda.

No es como si hyung nunca me hubiera visto sin camisa, bien podía decir que nos conocíamos a detalle —en especial yo a él después del incidente del baño—, pero en ese momento el ambiente era diferente, así lo había sentido desde que entramos por esa puerta. De alguna forma, supe que él lo había planeado todo.

Shownu, al principio un poco fuera de lugar, bien hubiera ido a lavar la camisa si no le hubiese detenido. Tomándolo por la muñeca y con la cara gacha, le acerqué un par de pasos más a mí, pudiendo oír como mi corazón golpeaba contra mi pecho con bravura, y a pesar de ello, intenté concentrarme totalmente en la persona que estaba frente a mí.

Y en silencio, hyung sólo me miraba intensamente desde arriba.

Cuando lo consideré adecuado, alcé la vista para hacer contacto con sus orbes oscuras, con una mano tomé de vuelta la camisa y la dejé caer en el suelo, mandando al diablo la mancha que quedaría después; mientras que con la otra soltaba su muñeca para pasar a tomar directamente su mano, dirigiéndola hacía mi cuerpo con la intención de que tocara mi abdomen.

No podía soportarlo más, sentía que me volvería loco si no me tocaba.

Shownu no se vio apenado y tampoco se mostró reacio a mis osadas acciones, sólo un poco sorprendido, pues permanecía atento a todo lo que hacía, como si nunca lo hubiera imaginado de mi parte y, sin que de su rostro se perdiera esa expresión de ser cautivado, me mantenía encantado.

A penas su mano tocó mi piel, sentí que las yemas de sus dedos me quemaban al mismo tiempo que abrumaban todos mis sentidos.

Enseguida su pulgar empezó a acariciarme con sutileza, tentándome y causando que suspirara profundamente ante las nuevas sensaciones que en mi despertaron. Era sumamente excitante, y mis piernas flaquearon, entonces pude mantenerme de pie porque con ambas manos me aferré a su camisa.

Shownu analizaba mi rostro con atención; su mano libre, que anteriormente había sujetado mi camisa, ascendió hasta sostener mi cintura. Aquel contactó provocó en mí olas de agradables escalofríos, sus caricias eran cuidadosas, como si se tratase de algo muy valioso.

—¿Puedo... tomarte? — me preguntó en voz baja, distrayéndome brevemente de mi ensoñación.

Le miré fijamente a los ojos por un momento, confirmando que sus palabras no eran una mala broma, y por fin asentí.

—Sí —respondí en un murmuro, nublado por el deseo que sentía.

Ser uno con Shownu era lo que más deseaba en ese momento.

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Woahh, ¿será que por fin se viene el salseo? *-* <3

Tengo una duda existencial: mientras buscaba imágenes del ayem me di cuenta que en muchas fotos sale con una chaqueta de blue jean, eso me hizo preguntarme... ¿El maknae tiene muchas chaquetas iguales o es como yo y siempre usa la misma? XDD

Les dejo esa cuestión para cuando se vayan a dormir, hermosuras uvu

El diario de I.M___Monsta X___[BL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora