➵ 4

79.8K 5.7K 6K
                                    




Camila's POV

Las chicas casi no daban crédito a que Lauren estuviese allí, pero a mí me parecía de lo más normal. Se acercó con su primo al billar entre toda la gente, se reía con algunos chicos y algunas chicas, y daba un trago a su cerveza. Pero una chica se paró delante de ella, y para escucharla, la sobrina de los Jauregui acercó su oreja a la chica. Lauren sonreía, tenía una mano puesta en su cintura, y cuando la chica terminó de hablar le respondió al oído.

Se empezaron a besar allí en medio, Lauren sostenía a la chica por la cintura, y aquella chica rodeaba su cuello con los brazos.

—No me lo puedo creer. —Musitó Dinah, dándole un sorbo a su cerveza.

Ver eso delante de mí, aunque debería 'ponerme celosa', me excitó. Era muy posesiva en cuanto a su manera de actuar, si se separaba un centímetro Lauren volvía a pegarla contra ella, llevando el control del beso en todo momento. Mierda.

No sé cuánto tiempo estuvo así, pero supongo que una media hora, en la que la boca de aquella chica fue suya, mordiéndola, chupándola, y prácticamente dejándola a su merced.

—¿Es su novia? —Pregunté yo, y todas negaron.

—No lo creo. —Apuntó Normani con los ojos entrecerrados. 

Lauren se separó de la chica, que volvió a hablarle al oído, le dio un último beso y caminó hasta la salida con una sonrisa. Se quedó mirando cómo salía por la puerta, y se dio cuenta de que yo la estaba mirando con una sonrisa y la mandíbula algo desencajada.

Caminó entre la gente, haciéndose espacio para llegar hasta mí. Tenía los labios hinchados, manchados de gloss de labios transparentes por algunas partes.

—Pero mira... Si tenemos aquí a la chica del maíz. —Cogió un taburete bajo y se sentó a mi lado, mirándome directamente a los ojos.

—Jauregui. —Dije yo sonriendo, ladeando la cabeza.

—¿Quieres hacer una cosa por mí, preciosa? —Achicó los ojos con una sonrisa. —No le digas lo que has visto a tus abuelos.

—Lo haré. —Acepté cruzándome de brazos. —Pero a cambio, invítame a una cerveza. —Lauren se quedó en silencio.

—¿De qué tipo? —Rodé los ojos y la empujé para que se levantase y me dejase salir, caminando hasta la barra con ella.

Me di la vuelta hacia Dinah, Ally y Normani, que me señalaban y alzaban el puño en alto, sintiéndose orgullosas de lo que había hecho.

Llegamos a la barra, y ella se quedó mirándome con el codo apoyado en la encimera de madera. Tenía la camisa remangada hasta los codos, y me miraba tan profundo y directo que, si le retiraba la mirada, sería una falta de respeto.

—Pídeme la que más te guste. Quiero ver qué tenéis por aquí. —Lauren se humedeció los labios y rodó un poco los ojos, girándose para pedirle la cerveza a la camarera. —¿Por qué no quieres que se lo cuente a mis abuelos? Estás fuera del armario, ¿no? —Cogí la cerveza que me tendió, bastante oscura y sin apenas espuma.

—Porque me gusta mantener mi privacidad en esa casa. —Dijo algo más seria, pero sin perder esa sonrisa.

Los acordes de una guitarra comenzaron a sonar, y Lauren se bajó del taburete, cantando con los demás.

Now a red solo cup is the best receptacle for barbecues tailgates fairs and festivals. And you sir do not have a pair of testicles, if you prefer drinking from glass. —Comenzó a cantar Lauren con todo el bar a la vez. Miré a mi alrededor, y todo el mundo se había levantado de las mesas con sus vasos y botellines de cerveza en la mano.

la chica del maíz; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora