Jennifer Lily Potter

capitulo 35. No es tu culpa...

CAPITULO 35.

Max P.O.V.

Y ahí estaba yo alucinando por lo que acababa de pasar, en un segundo había pasado de discutir con Jenny a soltarle mis sentimientos. Y cuando estaba esperando que se riera de mí en la cara, me besa y yo quieto como un pasmarote me costó reaccionar y corresponderle el beso. Sus labios son tan suaves y encajan también con los míos… Parezco una chica de lo cursi que me pongo, pero es que Jenny saca cosas extrañas de mí. Finalmente nos separamos para que el aire volviera a entrar en nuestros pulmones y en ese momento me di cuenta de que aún no sé como acabe con Jenny sobre mis piernas. Su cara estaba a centímetros de la mía y sus preciosos ojos (los cuales estaban rojos e hinchados por haber llorado) brillaban. Fue a decir algo, pero en ese momento entraron James, Clara y Sophie y Jen se separó como un rayo de mí y se puso en pie.

-¡Jennifer! –gritaron los tres a coro y corrieron hacia ella, para fundirla en un abrazo, mientras yo seguía sentado en el suelo.

-Hermanita, ¿Estas bien? – dijo James sosteniendo la cara de Jenny, mientras yo me levantaba. Me incomodaba que estuviera tan cerca de su cara, pero al fin y al cabo tan solo era su hermano.

-Sí, tranquilo James estoy bien. –dijo ella lanzando una de sus espectaculares sonrisas. –Relajaos chicas, que no me ha comido el coco.

-¿Quién? –preguntamos las gemelas y yo a la vez.

-Nada un mito muggle.

-¿Por qué no me lo contaste? –dijo James, haciendo tensar a Jenny.

-Porque no pensé que os interesaría. –respondió ella apartando la mirada.

-¿Te crees que no me interesaría saber que pegaban a mi hermana?- grito James realmente irritado, por lo que yo me puse rápidamente al lado de Jennifer.

-James relájate. –le dije.

-Tú cállate, que aquí no pintas nada –me dijo acercándose a mí.

-James, esto era l que quería evitar. Las peleas, los enfados, la miradas de compasión y tristeza -añadió señalando a la gemelas – James, esto no es necesario yo… -sus ojos perdieron el brillo y se le humedecieron, pero antes de que alguien se moviera James la estaba abrazando, mientras un par de lágrimas caían de sus ojos.

-Hermanita, no permitiré que nadie te vuelva a hacer daño. –susurro en su pelo. – Me alegro de que al menos alguien se preocupara por ti.

- Daniel fue muy bueno conmigo, te habría encantado. –dijo Jennifer soltando solitarias lágrimas. –Bueno sonriamos, que esto parece un funeral –dijo mientras se limpiaba, la cara con la mano y recuperaba su carácter normal. Dicho eso salimos del baño, porque Jennifer quería disculparse con la directora por haberse ido así. Aunque yo lo único que quería era volver a tener un minuto en privado con ella.

Jennifer P.O.V.

-James, ¿te acuerdas del día que fuimos al despacho de la directora, porque nos peleamos y yo te pegue? – dije intentado ignorar la imagen que se repetía una y otra vez en mi cabeza (Max y yo besándonos)

-Sí, menudo golpe enana.

-Lo siento, pero fuiste un gilipollas.

-Supongo que me lo tenía merecido, pero ¿por qué me preguntas que si me acuerdo?

-Porque aquel día me preguntaste que me refería cuando te dije lo de enfrentar cada uno sus problemas.

-Sí, me acuerdo. –dijo mirándome fijamente. Ahora solo estábamos los dos, porque el resto habían ido al gran comedor, para comprobar que la directora seguía allí. –Y Jenny, si lo dijiste por todo lo que has pasado, te prometo que yo no te volveré a dejar sola.

-No, James. No es por eso. Es porque tú me preguntaste y yo no te respondí y ahora quiero hacerlo.

-Está bien, dime.

-El día en que Daniel murió, él me estaba protegiendo, me estaba ayudando a resolver un problema. Por eso no quiero que ninguno me ayudéis o me protegías, por eso no me gusta que la gente difunda sus problemas. Porque yo lo hice y mi mejor y único amigo murió apuñalado en un asqueroso callejón. Porque yo fui la culpable de que alguien que era como un hermano para mí ahora este muerto. –dije temblando, aguantado las ganas de volver a llorar.

-Escúchame, tú no tuviste la culpa. ¿Vale? Tú. No. Tienes. La. Culpa. –dijo marcando cada palabra, y aquello de alguna manera hizo que me lo creyera y por fin me relajara. – Y ahora hermanita me vas a contar un poco más acerca del tío Fred.

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Si, lo se. Me he retrasado mucho y lo siento, pero de verdad que estoy muy agradecida a todos los que me leis ;) os agradeceria que lo divulgarais un poco para tener nuevos lectores, etc. Bueno no me enrrollo más.

besos, 

Janire.