Jennifer Lily Potter

Capitulo 52. La segunda prueba.

Capitulo 52.

Llevaba dos semanas en el colegio cuando nos avisaron de que la siguiente prueba estaba al caer, todo el mundo estaba de los nervios y por increíble que parezca yo era la que les tranquilizaba. Todo muy irónico, yo voy a hacer una prueba metida en agua, que es mi mayor miedo y la que les tiene que tranquilizar soy yo, cagones… La verdad es que yo también estaba de los nervios, pero me lo callaba lo mejor que podía.

El día de la prueba, me levante hecha un manojo de nervios, solo me consolaba el saber que podría ver a mis enanos. Fred y Clara se pasaron la mañana intentando que me tranquilizara, diciéndome cosas como:

-Eres poderosa, lo harás bien.

-Eres más inteligente que el resto.

-Eres rápida y tienes bueno reflejos.

-Eres…

Ya conocía mis “cualidades”, pero por desgracia también mis trabas y mis traumas y una cosa estaba clara. El agua y yo no somos amigos.

Por la tarde todo el mundo estaba delante del lago, me acerque caminando sola mientras intentaba relajar mi respiración. Por lo que sabía en el torneo en el que participo papa, tuvieron que encontrar una forma por la cual respirar bajo el agua, por eso la última semana había estado buscando formas con las gemelas que al final lo solucionaron gracias a su padre.

-A tu padre le funciono. Suerte. – fue todo lo que dijo cuando me las dio, unas asquerosas algas.

Fui hasta donde estaban mis padres y los primeros en saludarme fueron como siempre los enanos.

-Jen, vas a hacerlo genial.

-Eso es, demuéstrales quien manda. –les sonreí en modo de agradecimiento y luego me dirigí hacia mis amigos.

-Me toca meterme al agua, ¡yuju!–dije levantando los brazos como quien celebra algo, aunque no quedo para nada creíble

-Tranquila, no pasara nada malo. Lo harás genial. –Dijo James apretándome contra él.

-Tienes razón, ¿qué es lo peor que me puede pasar? – dije sonriendo – Solo que me quede paralizada por el miedo y se me olvide nadar o respirar o alguna tontería por el estilo. –reí nerviosamente.

-Eres valiente, no tengas miedo.

-Jennifer. –dijo una voz a mi espalda que identifique como la de mi padre.

-¿Sí?

-No confíes en nada de lo que veas ahí abajo, los bichos son feos pero no muy inteligentes. Eres rápida a la hora de actuar, tú solo respira y todo pasará bien. –dijo logrando reconfortarme más que cualquier otro. –Suerte. –Dijo en el momento en que me daba un beso en la frente y me abrazaba.

-Papa. –le llame cuando se giro para volver a su sitio.

-Dime.

-Gracias. –dije y le abrace, para después irme a mi puesto.

Una vez colocada en mi posición, esperé a oír la sirena que daba comienzo a la carrera y salté al agua. Momentos antes la profesora nos explicó que esta vez se trataba de encontrar un tesoro escondido en las profundidades, al igual que la vez anterior en él habría pistas que nos ayudarían a pasar la tercera y última prueba.

Al principio me tense en cuanto mi cabeza estuvo bajo el agua y me negaba a intentar respirar, pero al final lo hice y me relaje al darme cuenta que era sencillo. Empecé a nadar hacia el fondo, en busca del cofre; pero cuando estaba a punto de tocar el fondo me encontré rodeada de cinco de esas criaturas horribles, estas comenzaron a chillar y las voces agudas que oía me mareaban a la vez que me provocaban un gran dolor. Finalmente conseguí silenciarlas, pero entonces empezaron a atacarme y yo no era capaz de defenderme, pues estaba aun mareada. Pronto empecé a ver sangre a mí alrededor, la cual descubrí que me pertenecía, aquello en vez de asustarme me centro y de un solo movimiento de varita las expulse fuera del agua. Me habían enfadado.

-Estúpidas criaturas, primero me gritan y luego me hacen sangrar. ¿A mí? Ja. –vale quizá me había cabreado más de la cuenta. Iba nadando más metida en mis pensamientos que en buscar el cofre, que no me di cuenta que lo había encontrado hasta que choque con él. –Que fácil. –dije mientras le recogía y salía con él a la superficie. Nade hasta el borde y con ayuda de Max (más bien él me saco a pulso) salí del agua.

-¿Y los demás? –pregunte en cuanto estuve de pies.

-Aún no han salido, solo has estado dentro un cuarto de hora. –Dijo James impresionado. -¿Cómo lo has hecho?

-La verdad no lo sé, estaba nadando pérdida en mi pensamientos cuando… -Pero Clara me interrumpió.

-¡Jennifer estas sangrando!

-Ah, ya eso.

-¿Cómo que ah, ya eso? –dijo incrédulo James.

-Es que en cuanto me sumergí y nade hacia el fondo, las criaturas esas me atacaron. Me gritaron con sus chillonas voces y me mareé, pero logré silenciarlas luego me empezaron a golpear y no era capaz de defenderme. Hasta que de repente vi sangre a mí alrededor y al darme cuenta que era mía me cabree. No me preguntéis por qué, porque no lo sé, pero me cabreé. Luego les lance lejos de mí y empecé a nadar sin rumbo fijo, hasta que me choque con esto. –Dije levantando el cofre.

-¿Los bichos que salieron despedidos fuera del agua, lo hiciste tú? –Dijo alucinado Lex y yo solo asentí. –Eres impresionante, chiquitita e impresionante.

-Bueno la podéis seguir alagando luego ahora vamos a curarla. –Dijo la directora sacándome de allí.

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Lo sé, lo sé es corto pero estoy intentando acabar la historia y no he podido alargarme mucho en este capitulo. Por otra parte quería deciros que si consigo bastantes votos es muy posible que esta semana haya algun capitulo más ya que estoy de vacaciones y tendré algo más de tiempo (no mucho más, pero sí algo).

Como siempre espero que disfruteis de la lectura ;))

Besos,

                 Janire.