Jennifer Lily Potter

capitulo 37. El lago [2/2]

CAPITULO 37.

Habían pasado dos semanas desde la prueba de los recuerdos, pero aquello seguía despertando algún que otro susurro o cotilleo, por suerte cada vez menos. Estaba dando un paseo con Max cuando nos encontramos con Sophie y James. Estos dos estaban algo así como saliendo, en las últimas semanas se había unido mucho y tanto Clara como yo estábamos deseosas de que por fin lo confirmaran. Clara por su parte, había admitido que le gustaba Lex el amigo de Sophie, y entre esta y ello no parábamos de intentar ayudarles para que se acercaran. Cosa que por cierto habíamos logrado. Max se había convertido en mi mejor amigo y confidente, era como las gemelas, pero en chico (y guapísimo). Sobre lo del beso no habíamos vuelto a hablar, pues yo siempre cambiaba de tema radicalmente.

-Hola chicos. –Saludo Max sonriente, quien por fin se llevaba bien con James.

-Hola. –contestaron los dos al unisonó haciéndome reír.

-Jamás entenderé cómo logran hacer eso. –dije aun entre risas, en ese momento llego Jack quien venía corriendo. –Jack, ¿Qué pasa? –le pregunte.

-Estábamos jugando al balón y se nos calló al lago. ¿Nos ayudas a recuperarlo Jen? –dijo él recuperando el aliento.

-Por supuesto. –contesto Max por mí.

-¿Y Nick? –añadí.

-En los jardines, se quedó vigilándolo.

-Ok. –estaba a punto de añadir algo más cuando Clara llegó corriendo con una expresión de pánico en la cara.

-¡Clara! ¿Qué pasa? –grito Sophie.

-Nick… agua… balón. –dijo ella intentando recuperar el aliento.

-Respira y explícate. –la dije empezando a ponerme nerviosa.

-Nick se lanzó al lago y no consigue salir. –logró decir al fin.

-¡No sabe nadar! –grito Jack, pero para entonces yo ya estaba corriendo hacia el lago.

Corría todo lo que me permitían las piernas y embestía a quien se ponía en mi camino sin importarme que fueran alumnos o profesores. Baje las escaleras (estábamos en el segundo piso) de dos en dos, con el resto de mis amigos corriendo tras de mí. Al salir al jardín pude distinguir una figura en el lago que pataleaba intentando mantenerse a flote, estaba muy dentro. Paré un segundo en el cual el resto consiguió alcanzarme por fin, y emitir gritos ahogados. Pero al momento volví a correr y me zambullí en el lago de cabeza ignorando los horribles recuerdos que aquello me traía. En mi mente solo había un fin y era sacar del agua al asustado Nick, el resto no existía, no oía los gritos de mis amigos, no notaba las miradas de todos lo que estaban allí si hacer nada, yo tan solo nadaba lo más rápido posible hacia mi enano. Finalmente llegué hasta él y lo cogí.

-Nick, tranquilo ya estoy aquí. –En cuanto lo tuve entre mis brazos todo volvió a su estado normal, podía sentir la congelada agua en mi piel (estábamos en pleno invierno y aquello parecía el puto polo norte), podía notar como Nick temblaba de frio y pude ver como las imágenes de todas las veces que me electrocutaron volvían a mí. Todo mi cuerpo se tensó y no era capaz de eliminar aquellas imágenes, estaba en trance y no lograba reaccionar. No conseguía escuchar los gritos de James y Max diciéndome que saliera o moriría de hipotermia, estaba perdida por las horribles imágenes que se agolpaban ante mis ojos.

-Jenny, tranquila. No volverán a hacerte daño. –dijo Nick poniendo sus heladas manos sobre mi cara y haciéndome volver en mi misma.

-Está bien. –conseguí decir. –salegamos del agua, estas helado. –dije mientras notaba como Nick temblaba. Nadé más despacio que antes y finalmente llegue a la orilla. James saco a Nick y Max me saco a mí como si no pesara nada. En cuanto estuvimos fuera ambos comenzamos a temblar pues teníamos la ropa calada.

-¡Estás loca! –me dijo Max, mientras me ponía su abrigo por encima para darme calor. James había hecho lo mismo con Nick.

-Hay que llevarlo a la enfermería, va a coger una pulmonía.

-Y tú también. –Me contestaron todos, para luego añadir. –Estás loca.

-Vale, todos estamos de acuerdo en que estoy loca. ¿Algo más?

-Sí. –Dijo Clara –Estas loca de remate. –Dicho eso todos fuimos a la enfermería. James llevaba a Nick en brazos a petición mía y Max y yo íbamos por detrás.

-¿Se puede saber por qué te tiraste así al agua? –dijo Max

-Se estaba ahogando, no podía hacer otra cosa.

-¿Sabes lo que sentí cuando te ví lanzarte al agua? ¿Cuándo te quedaste estática sin reaccionar?

-No podía dejarlo allí.

-¿Y por eso debías ponerte en peligro?

-Sí, pero ni que me hubiera lanzado al fuego (cosa que también habría hecho)

-Esa agua está congelada, además te quedaste paralizada.

-No tengo buenos recuerdos con el agua. –susurre, en ese momento él me detuvo.

-Jenny, no lo vuelvas a hacer. Casi me muero. –Dijo aprisionándome contra una pared.

-Creí que la que se había metido en agua congelada era yo. –respondí irónicamente.

-¿Por qué tienes que hacer eso siempre?

-¿Hacer el qué?

-Ya sabes eso, salir de las discusiones como si nada. Me pone de los nervios.

-Creí que solo te ponía. –conteste dando una paso hacia él.

-¿Ahora sí? –pregunto incrédulo.

-No sé de que hablas. –dije empezando a caminar hacia la enfermería.

-Otra vez, no. –dijo agarrándome del brazo y obligándome a mirarlo.

-¿No qué?

-Ahora no hagas como si nada.

-No sé de que hablas. –dije haciéndome la desentendida.

-De esto. –finalmente se hartó y me besó. Aquello no me lo esperaba, alargue mis brazos y le rodee el cuello, acercándolo a mí. Empapándome de su calor y su sabor, pero sobre todo de su calor. Porque Dios que frio tenía, finalmente nos separamos. -¿Ahora tampoco sabes de qué hablo? –dijo con su sonrisa de lado, yo aun tenía mis brazos en su cuello.

-Claro que sí. –el sonrió.-De que tengo que ir a la enfermería o me moriré de frio. –Dije a la vez que echaba andar hacia la enfermería con una sonrisa triunfal en la cara. Adoraba picarlo.

-Eres de lo que no hay. –se quejó, y me siguió. Antes de entrar me giré y le besé de nuevo, él se quedo sorprendido.

-Sí, sé de lo que hablas. –Dicho eso entré en la enfermería.

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