capitulo 5. Recuerdos.

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CAPITULO 5.

Aquella noche dormí mucho mejor de lo que lo había hecho en los últimos meses, todas mis pesadillas acerca del asesinato de Daniel me habían abandonado y la verdad era que lo agradecía. Daniel había sido como un hermano para mí desde el día en que me encontró.

Ese mismo día yo había escapado de mi última casa de acogida.  En la cual no solo me maltrataban psíquicamente sino también físicamente. Mi supuesto “padre” quien al principio había sido encantador, se emborrachaba y me pegaba durante horas, me dejaba sin comer o apagaba los cigarrillos en mis antebrazos entre otras cosas, lo aguante durante tres años, pues después de mi primer orfanato y primera familia (de acogida) no me parecía tan malo; pero el día (en el que yo tenía 10 años) e intento abusar sexualmente de mí, hice estallar en llamas su salón para después escapar corriendo. Aquel día fue en el que conocí a Dani.

                *flash back*

Corro desesperada en busca de algún lugar en el que esconderme, para que aquel monstruo no se me vuelva a acercar. Las lágrimas brotan de mis ojos en una gran cascada, el frío y el viento hacen que mi visión sea poco nítida, cuando de pronto siento que choco contra alguien, es más alto que yo y lo primero que se me viene a la cabeza es que el monstruo me ha encontrado. Al momento empiezo a llorar con más intensidad suplicándole que no me haga daño sin ser capaz de mirarle a los ojos, el pánico corre por mis venas y me paraliza los músculos, los cuales se relajan cuando escucho su voz:

-Eh! Pequeña, ¿Qué te pasa, por qué lloras?, ¿Quién te va ha hacer daño? – su voz es suave y tranquilizadora, me recuerda a la de mi hermano James quien siempre me cuidaba cuando tenía pesadillas por las noches. Pero sé perfectamente que él no puede ser. Levanto mi cabeza y lo miro a los ojos mientras digo con una voz seca por las lágrimas:

-Nadie de quien tú debas preocuparte, lo siento por haberme chocado. –tras decirlo empiezo a caminar para seguir buscando, pero él me para agarrándome del brazo y señala mi ojo derecho. Debe haber visto el tremendo moratón que tengo de su última escenita.

-¿Quién te ha hecho eso? – pregunta sin apartar la vista de mi cara. En ese momento me fijo en sus ojos oscuros y en su cabello rubio, la verdad es que es un chico muy guapo, pero yo no tengo tiempo ni ganas de pensar en eso ahora.

-Alguien, que no es de tu incumbencia- suelto a la defensiva, su cara demuestra la sorpresa por mi cara dura e insolencia, mas no me suelta de su agarre, por lo que sigo – mi padre de acogida, me pegaba, hoy me he hartado y me he escapado, por lo que como supongo que habras pillado, aunque no estoy segura puesto que eres rubio, he de esconderme.- Su cara demostró que mi contestación lo había dejado impresionado. Pero aun así contesto:

-Me impresiona los huevos que tienes niña, ahora mismo yo podría ser un violador y en vez de temerme, me vacilas y por cierto soy rubio, pero no estúpido.

-Si fueras un violador no me asustarías la casa de la que salgo es peor. – su cara esta vez no mostraba diversión, sino impresión.

- Esta bien, ¿necesitas un sitio donde esconderte? Yo te ayudare. – Estaba por declinar la oferta cuando me dijo- También puedes quedarte tu sola bajo la lluvia esperando a tu amiguito. -Al oír eso yo me estremecí y él supo que se había pasado, pero aun así asentí y lo seguí.

                *fin flash back*

 

Su recuerdo mi hizo sonreír tristemente, lo echaba mucho de menos…

En ese momento se despertaron mis compañeras de habitación y gritaron todas a una:

-¡A DESAYUNAR!

Nos vestimos rápidamente y bajamos al gran comedor, en él ya se encontraban la mayoría de los chicos, entre ellos mi hermano James quien me miro. Se notaba que yo le sonaba, lo cual era obvio porque soy su hermana, pero no se lo pensaba decir. En lo que nos acercábamos a ellos pude notar una mirada puesta en mí, cuando me giré le vi. Era el chico rubio de Slytherin, el hijo de Draco Malfoy, Max. Su penetrante mirada azul y su cabello rubio platino hizo que me diera un vuelco al estomago, pero yo no era una chica que se impresionara fácilmente por lo que le ignoré. Empezamos una entretenida conversación, en la que me explicaban cómo manejar a cada profesor y con quienes debía tener más o menos cuidado (nos acababan de dar los horarios). De repente la directora nos mandó callar y todos lo hicimos obedientemente.

-Alumnos como ayer les informe, hoy tengo para ustedes una gran noticia, se trata de….

Jennifer Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora