CAPITULO 18
James P.O.V.
Me lo estaba pasando genial, adoraba las visitas de mi familia siempre que nos reuníamos no parábamos de reír y recordar momentos alegres o vergonzosos. En ese momento estábamos paseando por los pasillos de la escuela, mientras mi tío Ron nos contaba las aventuras que vivian él y mi padre en el colegio, y cómo la tía Hermione siempre los sacaba de los líos, cuando de repente oímos un grito desde dentro del baño de las chicas:
-¡FRED FABIAN WEASLEY NO INSISTAS, NO LO HARÉ! ¡COMPORTATE COMO UN MUERTO Y CALLATE!
Todos nos callamos al instante, pero nuestra gran sorpresa fue que la persona que salió del baño era Jennifer. quien salía claramente enfada. Pero su cara cambió por completo al vernos allí plantados, al principio estaba muy, pero que muy enfadado, pero al ver su cara de miedo me sentí mal por ella. Se la veía tan frágil, solo quería acercarme a ella y protegerla de las miradas de odio de todos, pero antes de que alguien dijera algo ella salió corriendo. La busque durante el resto del día pero no la encontré, por lo que decidí preguntar a Clara:
-Clara, ¿has visto a Jennifer?
-No, llevo buscándola todo el día, estaba muy rara. ¿Se puede saber qué la has hecho?
-¿Yo? Ella es la que se puso como una loca a gritar a mi tío Fred.- en ese momento se nos acerco Max y me pregunto.
-¿Qué le has hecho a Jennifer?
-Yo no la he hecho nada. Repito que la loca que habla, mejor dicho grita con los muertos es ella. –dicho eso me giré y me fui, desde luego ya no tenía ganas de hablar con la loca.
Jennifer P.O.V.
Me desperté después de una de las peores noches en mucho tiempo. Al levantarme, lo primero que hice fue fijarme en las enormes ojeras y el grandísimo dolor de cabeza que tenía. Baje a desayunar y al sentarme note miradas de odio puestas en mí, pero ni siquiera me molesté en mirarles mal, no me merecía la pena. Me comí una tostada, para luego sacarme una pastilla para el dolor de cabeza del bolsillo del pantalón. Cuando estaba a punto de tomármela alguien me interrumpió.
-¿Qué haces? –dijo James a la vez que me separaba la mano de mi boca.
-Tomarme una pastilla para el dolor de cabeza.- dije a la vez que me la tomaba.
-¿Y por qué te duele la cabeza?
-¿A ti que más te da imbécil?
-Supongo que a la loca que habla con los muertos es normal que le duela la cabeza. – Eso me dolió de verdad, pues era algo que no había podido sacarme en todo la noche. Le dedique una fría mirada y me fui.
El resto del día paso mucho mejor, mis ojeras desaparecieron y nadie volvió a comentar lo de mi grito, aunque yo no podía olvidarlo. El resto de los alumnos no paraban de hablar de lo nerviosos que estaban sobre la selección de ganadores de la noche y sobre la cena de Halloween. Me senté bajo un árbol deseando poder disculparme con Fred por haberle gritado, y como si me leyera la mente apareció sentado a mi lado.
-Hola pequeña. –dijo con una sonrisa.
-Fred lo siento mucho, de verdad jamás debí gritarte –dije muy angustiada
-Tranquilízate peque, no pasa nada, no debí haber insistido.
-Tú siempre te has portado bien conmigo, me has cuidado y me has enseñado a valerme por mí misma, por no hablar de todo lo que me has ayudado con el tema de la magia y yo voy y te grito.
-De verdad, relájate no estoy enfadado, te agobias demasiado enana.- dijo a la vez que me revolvía el pelo intentando picarme, pero yo lo ignore.
-Si te pierdo a ti sí que estaré sola, bueno la verdad es que estoy sola. –dije con una sonrisa triste.
-Escúchame, no digas eso, tú jamás estarás sola. –Dicho eso me abrazo y yo conseguí regalarle una verdadera sonrisa –Así estas mucho más guapa enana.
-Odio cuando me rallo yo sola. –dije ahora sonriendo, Fred era el único junto a Daniel que conseguía sacarme una sonrisa cuando me empezaba rallar.
Al fin llegó la cena y todo el mundo estaba entusiasmado, no hacían más que hablar sobre quienes serian los campeones de cada colegio. Llegó el tan esperado momento en el que la directora Mcgonagall habló:
-Bien, por fin llegó el momento que todos ustedes estaban esperando, la selección de los campeones. –Aquello hizo que los murmullos resurgieran- por favor cálmense, tranquilidad…
-¡Silencio! –grito a su lado el director del Durmstrang.
-Gracias director. Cuando un ganador sea elegido deberá ir a la sala de mi derecha, allí les contaremos más sobre el torneo, bueno sin más dilación comencemos –con un ágil movimiento de varita todas las luces de la sala se apagaron y lo único que alumbraba el gran comedor era el resplandor azul del cáliz. De repente el fuego se volvió rojo y de él salió un cacho de pergamino volando, el cual aterrizó en las manos de las directora quien leyó alto y claro: - Luck Durson del colegio Durmstrang – en ese momento un chico alto y moreno se levanto entre lo vítores de sus compañeros y se dirigió hacia la puerta que anteriormente había señalado la directora. En cuanto desapareció, el cáliz volvió a adquirir el tono rojo y otro trozo de pergamino aterrizo en las manos de la directora, yo a pesar de no tener el más mínimo interés en el torneo no podía apartar la vista del cáliz al igual que el resto de los estudiantes. – Sarah Smith del colegio Beuxbatons –esta se levanto con una gran sonrisa y al igual que el anterior salió por la puerta. Al desaparecer el fuego volvió a adquirir el tono rojo y un tercer y último pergamino cayó en las manos de la directora, quien al leerlo puso una gran cara de sorpresa a la vez que susurraba: - imposible
-Directora Mcgonagall dígalo por favor, queremos saber quién es el elegido de Howarts –dijo una alumno de Hufflepuff.
-Está bien, el nombre es: ¡JENNIFER LILY POTTER!
ESTÁS LEYENDO
Jennifer Lily Potter
Hayran Kurgu#PremiosWatty #FinalistaPremiosWatty 2014 Jennifer siempre fue la típica niña de los suburbios de Londres, donde vivió todo tipo de abusos después de que su padre Harry Potter, la abandonara a su suerte. Este año ha vuelto a Howarts a sus quince año...