CAPITULO 9.
Tras un rato leyendo, note una mirada puesta en mí, aparte de todas las que ya tenía, esta la notaba más cerca. Cuando levanté la cabeza para mirar quien me observaba, me quede embobada mirando sus preciosos ojos plateados. Rápidamente aparte la mirada, no quería que su ego (el cual ya estaba por las nubes) subiera más, seguí con mi libro ignorando su presencia, hasta que se agacho y me susurro al oído:
-Después de haberme visto me ignoras… - dijo con una voz ronca que hizo que me recorriera un escalofrío por la columna vertebral, por suerte él no lo noto y siguió hablando – encima de sentarte en mi árbol, me ignoras –concluyó haciéndose el ofendido.
-No sabía que fuera tu árbol, no he visto tu nombre por ninguna parte –dije mientras giraba la cabeza haciendo como que lo buscaba – No, pues no. Siento informarte que alguien se ha llevado tu nombre, porque no aparece. –dije irónicamente intentando que se lo tomara a mal y se fuera pero en vez de eso rio cortamente y se sentó a mi lado.
-Tienes huevos la verdad- dijo él a lo que yo le conteste con una mirada de incomprensión, por lo que él siguió – me refiero a la contestación que le diste a míster Potter y al resto, además de al sombrero seleccionador nunca había visto que alguien callara a alguno de esos dos.
-No creo que hiciera algo de otro mundo, al sombrero no le dije nada, no entiendo a que te refieres. Y en cuanto a James alguien tenía que bajarle los humos, eso y que me encanta tener la última palabra. –dije tranquilamente.
-Está claro, que bajarle los humos se los bajaste, dudo que alguna chica. ¡Qué digo!, que alguien le haya dado alguna vez en su vida el derechazo que tú le diste en la cara.
-Estaba soltando demasiadas estupideces y mi paciencia tiene un límite, y no es muy alto. –dije dando por terminado el tema. No quería seguir hablando de ello y creo que él no lo noto, porque continuo hablando.
-Pero, la verdad, sí que me impresionaron tus ideas, es decir, hasta yo que soy hijo de Draco quien como supongo que sabrás jamás fue una gran fan de Harry Potter. Sé que él fue quien acabo con el señor oscuro. –dijo sin dirigirse a mi concretamente, lo soltó como un dato más.
-En fin, otro al que le han lavado el cerebro... Pero no pienso discutir contigo sobre “vuestro salvador”, no me interesa. Los pensamientos son como los culos cada uno tiene el suyo.-dije rotundamente, a lo que él se rio.
-¿Ves?, a eso es a lo que me refiero, tú hablas sin pelos en la lengua. Y eso no es algo que se vea mucho por aquí, ya que te puede meter en problemas.
-Me parece que si por expresar tú opinión te metes en problemas, está claro que no hay mucha libertad de expresión. –contesté rotundamente.
-Hay otra cosa que me impresiona de ti… -dijo alargando la frase, yo odiaba cuando la gente se quedaba a medias, así que le apresure diciendo:
-¿Y el señor me lo dirá hoy o será mejor esperar al año que viene?
-Por supuesto, la otra cosa que me impresiona de ti es que todavía no te estés arrastrando a mis pies o hayas empezado a babear –al fijarse en mi expresión de “póker face” continuo en un tono claramente de chulería – porque seamos claros, soy irresistible.
-Ya decía yo, que se me hacia raro que alguien como tú no soltara ninguna estupidez.
-No es ninguna estupidez, está claro que te pongo igual que al resto –dijo pícaramente.
-Tienes razón me pones… -al decirlo sonrió ampliamente, aunque dejo ver que no se esperaba que yo se lo dijera tan abiertamente – pero, ¡DE LOS NERVIOS! –su cara cambió rápidamente.
Dicho eso me levante dispuesta a irme, pero él me lo impidió agarrándome del brazo.
Max P.O.V.
Llevaba toda la mañana dándole vueltas a la discusión que habían tenido Potter y la chica nueva. No era muy normal, que él se cabreara y menos aun que alguien defendiera lo que ella hacía. Hablaba sin pelos en la lengua y eso había hecho que me fijara en ella, normalmente no habría prestado atención a cualquier discusión estúpida que hubieran tenido lo Gryffindors, pero esta la había atraído, al igual que la del resto de los alumnos.
Jennifer se había ganado más de un enemigo por culpa de aquella pelea, porque desde luego que fue una pelea, menudo gancho que le dio a Potter en toda la cara, este ni lo vio venir. Y cuando él se lo intentó devolver, ella lo esquivo fácilmente. Su actitud me intrigaba, pues era totalmente distinta a cualquiera de las chicas que hubiera conocido antes. Era segura, pero no con prepotencia y era guapa, pero no se lo tenía creído. Y la verdad es que guapa era y mucho. Su pelo marrón rizado junto con sus preciosos ojos marrones los cuales brillaban de una forma especial, atraían la mirada de todos los chicos. Sin hablar de sus curvas, las cuales a pesar de no estar marcadas con la ropa se veía claramente que eran perfectas, en cuanto altura es bastante más bajita que yo (lo cual me encanta, adoro a las chicas más bajitas que yo, no son difíciles de encontrar porque soy bastante más alto que el resto de mis compañeros).
Pero, entre todo, su actitud era lo que más me intrigaba claramente. A la hora de comer me pasé toda la comida mirándola, estudiándola. Ella lo notó porque se giro y me contesto con una sonrisa fría, yo la ignoré pues no podía separar la vista de sus preciosos ojos.
Por la tarde, la encontré leyendo en los terrenos, así que decidí que lo mejor sería acercarme y conocerla. Según me dirigía hacia ella pude notar como más de uno la miraba con odio, mientras que a otros se les caía la baba. Me quede plantado encima de ella mirándola, fijamente esperando a que se diera la vuelta, lo cual, no tardó en suceder.
-Después de verme me ignoras… -dije acercándome a su oído y oliendo su perfume. Pues cuando me vio se giró y siguió con su libro. - encima de sentarte en mi árbol, me ignoras –dije haciéndome el ofendido.
Estuvimos un rato hablando, en el que me demostró lo que yo ya pensaba, que era segura de sí misma y no tenía pelos en la lengua. A diferencia de otras chicas, no intentó flirtear conmigo en ningún momento, de hecho me contestaba borde la mayoría de las veces, cosa que me resultaba extrañamente divertida.
Se levantó para irse pero yo la paré, sujetándola del brazo y:
-¿Por qué te vas?
-No me gusta relacionarme con egocéntricos. – dicho eso volvió a intentar marcharse, pero como yo la tenía sujeta del brazo y tiré un poco ella perdió el equilibrio y cayó encima mío a escasos centímetros de mi cara. Podía notar su respiración en mis labios, mientras que yo no podía apartar la vista de los suyos.
Aquella chica hacía que todos mis sentidos se nublaran y no pudiera pensar.
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Jennifer Lily Potter
Fanfic#PremiosWatty #FinalistaPremiosWatty 2014 Jennifer siempre fue la típica niña de los suburbios de Londres, donde vivió todo tipo de abusos después de que su padre Harry Potter, la abandonara a su suerte. Este año ha vuelto a Howarts a sus quince año...