CAPITULO 32.
La escena cambió, pero seguían siendo la misma historia yo siendo golpeada y electrocutada, en esta ocasión estaba callada y no lloraba me reprimía todos y cada uno de mis quejidos. Cuando por fin tras casi media hora de imágenes, la escena cambió no mejoró en absoluto, de hecho se veía como aquel capullo intentó abusar sexualmente de mí, y cómo cuando estaba a punto de lograrlo, grité y toda la casa comenzó a arder momento que yo aproveche para salir corriendo.
Mi yo de 10 años corre desesperada en busca de algún lugar en el que esconderse, para que Kyle no se me volviera a acercar. Las lagrimas brotaban de mis ojos en una gran cascada y el frio y el viento hacen que mi visión fuera poco nítida, cuando de pronto mi yo de 10 años choca contra alguien, es más alto y por eso ella piensa que Kyle la ha encontrado. Al momento empieza a llorar con más intensidad suplicándole que no la haga daño sin ser capaz de mirarle a los ojos, tiene pánico pero, se relaja cuando escucha su voz:
-Eh! Pequeña, ¿Qué te pasa, por qué lloras?, ¿Quién te va ha hacer daño? – su voz es suave y tranquilizadora, recuerda a la de James. Levanto mi cabeza y lo mira a los ojos mientras dice con una voz seca por las lágrimas:
-Nadie de quien tú debas preocuparte, lo siento por haberme chocado. –tras decirlo empieza a caminar para seguir buscando, pero él la para agarrándola del brazo y señala el ojo derecho donde hay un tremendo moratón.
-¿Quién te ha hecho eso? – pregunta sin apartar la vista de la cara.
-Alguien, que no es de tu incumbencia- suelta a la defensiva, su cara demuestra la sorpresa por mi cara dura e insolencia, mas no la suelta de su agarra, por lo que la pequeña Jennifer continua – mi padre de acogida, me pegaba y hoy me he hartado y me he escapado, por lo que como supongo que habrás pillado, aunque no estoy segura puesto que eres rubio, he de esconderme.
-Me impresiona los huevos que tienes niña, ahora mismo yo podría ser un violador y en vez de temerme, me vacilas y por cierto soy rubio pero no estúpido.
-Si fueras un violador no me asustarías la casa de la que salgo es peor. – su cara esta vez no mostraba diversión sino impresión.
- Esta bien, ¿necesitas un sitio donde esconderte?, yo te ayudare. – Mini J. estaba indecisa por lo que añadió- También puedes quedarte tu sola bajo la lluvia esperando a tu amiguito. -Al oír eso ambas nos estremecimos, pero aun así asentí y lo seguí.
Las siguientes escenas son todas de buenos momentos con Daniel: jugando al futbol, riendo, contándonos nuestras propias historias (esta trozo es un poco triste pues ambos habíamos tenido infancias difíciles), hablando sobre Fred y la magia…. Aquellas imágenes me hacen sonreír de oreja a oreja y soltar alguna carcajada con algunos de nuestros comentarios. En estas imágenes también hay muchas de Fred practicando magia o simplemente hablando y haciendo el bobo.
Pero para mi desgracia las escenas felices se acaban y la que aparece ante mí es el peor recuerdo de mi vida. Estoy encerrada en una sala oscura, de esto apenas hace una año y esta todo demasiado reciente, además la chica que está delante de mí ya no es más pequeña es igual. Entra John, un chaval de 2 años más que yo entra en la sala. Él también vivía en la casa de Kyle y no era una gran compañía que digamos, se acerca a mi yo, quien está atada con cuerdas a la pared y me agarra del pelo, dándome un golpe contra la pared, para que lo mirara a los ojos:
-Vaya, Lily si que has mejorado durante este tiempo. –dice mientras me mira de arriba abajo con una mirada lasciva, para después manosearme. –Sí, definitivamente has mejorado.
-No me toques imbécil. –digo a las vez que le escupo en la cara, a lo que él responde cruzándome la cara de un tortazo.
-Pero sigues siendo tan cabezota como siempre.- dice a la vez que me aprieta la cara con su gran mano. John podría considerarse muy guapo, pues es alto moreno con unos profundos ojos oscuros, pero yo tan solo lo veo como un capullo, que me hace la vida imposible. –Es una pena lo que Kyle tiene pensado para ti, porque tú y yo nos podríamos divertir. –dice acariciándome la mejilla, en su lugar yo levanto mi rodilla le doy como quien dice en sus partes y él suelta un grito de dolor y una sarta de maldiciones. Para después darme otra torta. -¡Estúpida!
-¿Por qué?, se supone que tú también has sufrido, ¿por qué en vez de ayudar a los que lo han pasado tan mal como tú, ayudas a los que son como los que te han hecho daño?
-Porque yo he decidido, que por una vez voy a ser el fuerte.
-Me das asco.
-Pues… -pero antes de que acabará Daniel le dejo inconsciente, para después correr hacia mí y soltarme. Yo le abracé con todas mis fuerzas.
-Gracias, Dani. Gracias por venir a ayudarme.
-Ya te lo dije hermanita, jamás te abandonaré. Yo no te dejaré sola. –Dicho eso ambos salimos corriendo.
Pero para nuestra desgracia fuera nos esperaban 7 hombres. Nos defendimos como pudimos, Daniel peleaba muy bien y yo intentaba molestar poco y conseguía dar algún golpe, pero de repente alguien me agarró y yo solté un grito de la impresión. Aquello, desconcentró a Daniel y le dieron un puñetazo en la cara con la mano izquierda y cuando él levanto el brazo para devolver el golpe… Grité, pero no era la niña la que gritaba fui yo la de verdad.
-¡DANIEL NO!- Todo pasó a cámara lenta, el hombre le clavó una navaja en el bazo y él calló de rodillas, a la vez que mi otro yo gritaba haciendo saltar todo en llamas. Los hombres salieron corriendo mientras mi otro yo se arrodillaba junto a Daniel.
-Dani, por favor aguanta, no me dejes.
-Hermanita, lo sabes también como yo, ya no hay nada que hacer. – en ese momento ambas empezamos a llorar, yo no había vuelto a llorar desde ese día, al menos no despierta.
-Daniel tú me prometiste que no me dejarías, no quiero volver a estar sola. No podré, no soy capaz de volver a valerme por mí misma, te necesito. –dije entre sollozos.
-Jenny, te contaré un secreto. –Dijo él reprimiendo un quejido –Tú siempre fuiste la fuerte de los dos. Y por eso quiero me prometas una cosa.
-Dime. –dije mientras apretaba su herida.
-Quiero que vayas a ese colegio de magia. –fui a hablar pero él me interrumpió. –Y quiero que vuelvas ver a tu familia, para que les demuestres lo imbéciles que fueron y la fantástica persona que se perdieron. Jenny no quiero que te quedes sola.
-No, yo no puedo volver. No soy lo bastante fuerte para enfrentarme a ellos. Ellos me abandonaron. Además tú eres mi verdadera familia.
-Eso está claro, tú eres mi hermanita pequeña, mi preciosa hermanita. –Dijo acariciándome la mejilla.
-Daniel, por favor yo te quiero, te necesito. – dije llorando sobre su hombro.
-Jenny, no llores. No me quiero ir recordando tus lágrimas. Quiero recordar tu preciosa sonrisa. –yo le sonreí entre lágrimas lo mejor que pude. –Así estas mucho más guapa, ¿ves? – Después me volvió a mirar seriamente.- Prométemelo, dame tu palabra.
-Te lo prometo, iré allí y me enfrentaré a ellos por ti. Te lo prometo. –le di un beso en la mejilla y al momento el aire dejo de llegar a sus pulmones, noté como su vida se escapaba entre mis manos y allí me quede llorando.
Me levanté de un salto de la silla, haciendo que las imágenes dejaran de llegar y el gran comedor volvió a dibujarse ante mí. Noté como las lagrimas bajaban por mis mejillas y al fijarme en la gente que allí estaba muchos también lloraban o simplemente estaban mudos.
-No quiero seguir viendo más. –le dije a la directora. –Ya se cual es la falta.
-Es… está bien Jennifer. –dijo ella apenas pudiendo retener la lagrimas. –Empecemos…
-No, esta vez empezaré yo. –dije apartando las lagrimas de mi cara de un manotazo. –La falta es que a Dani, no le dieron un puñetazo con la mano izquierda, fue con la derecha y con la izquierda… -apenas podía pronunciarlo –Lo apuñalaron. –Dicho eso no esperé a que me dijeran que estaba bien o mal, salí corriendo notando como las lagrimas volvían a caer por mis mejillas.
Llegue al baño de las chicas y allí me deslice por la pared hasta caer al suelo, entonces empecé a llorar, como hacía mucho que no lo hacía. Lloraba por todo, por el abandonó, por los abusos, por la muerte de Daniel, por la indiferencia de todos mis compañeros… Lloré por todo lo que alguna vez me había hecho daño.
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Jennifer Lily Potter
Fanfiction#PremiosWatty #FinalistaPremiosWatty 2014 Jennifer siempre fue la típica niña de los suburbios de Londres, donde vivió todo tipo de abusos después de que su padre Harry Potter, la abandonara a su suerte. Este año ha vuelto a Howarts a sus quince año...